Castigo - 11:00 - 2/1/10

En cuanto me despierto me levanto de manera bastante acelerada para comprobar que Paul sigue ahí, me siento como si en cualquier momento me lo pudieran arrebatar de nuevo. Esa noche no había dormido en mi escondite por si el pequeño miraba a ver si estaba, para que no dudara de mi palabra.

Salgo de la habitación dirigiéndome al salón.

El niño está en el cuarto, contigo, de hecho, tumbado a tus pies.

- Ey, ¿que tal campeón?- digo despeinandolo levemente con la mano e invitándolo a venir conmigo hacia el salón.

- Bien - coge tu mano - ahora bien - te acompaña.

- ¿Has cenado? - pregunto ralentizando el paso delante de la cocina por si hay que preparar algo, y quizas para hacer un nuevo intento... No, había dicho que probare con sangre primero, y cuando note avances volvere a la comida sola.

Él niega con la cabeza.

- No quería salir del cuarto sin ti.

Le echo una mirada de comprensión, pero eso no iba a permitirlo mas que hoy, no puede depender de mi para todo.

Entro en la cocina y empiezo a prepararle unos macarrones, quede a las doce con Janet, quiero hacerle algo rápido.

- ¿Y has estado en la habitación todo el día? ¿no te aburriste?-

- Un poco... pero estaba... a salvo...

Lo agarro y lo aúpo hasta sentarlo en la barra americana. No, no puedo dejar que vaya acumulando esa necesidad de protección.

- Hijo- comienzo apoyando los brazos uno a cada lado - yo estaré a tu lado todo lo que necesites... pero no es bueno que dependas tanto de ello...- dejo unos segundos para que empiece a analizar lo que le digo - Has vivido situaciones muy difíciles, y lo entiendo, pero deberás superarlo... Esto es así, debo pedirte perdón de nuevo por ello, pero tenemos que ser fuertes y seguir adelante... Entiendo también que necesites tiempo para ello...- pauso para comprobar si lo va entendiendo, si tiene alguna pregunta o comentario.

- Dijiste que no me volverías a dejar sólo... - dice, con las lagrimas asomando ya en sus ojos.

- ¿Entonces? Seré bueno, mi presencia no te molestará

- Ese no es el problema. No es que me molestes a mi o a otros con los que deba tratar, que a mi nunca me molestaras. Es que tu dependas de mi, eso no puede ser... Deberas ser capaz por ti solo y no necesitarme, sino al final tendras miedo a todo y no podras enfrentarte tu solo a nada... ¿Me entiendes?- antes de que me responda añado - Yo estaré contigo hasta que te sientas preparado -

Echo una leve mirada a la comida, parece que en breves estará lista.

Asiente, aaceptándolo.

- ....vale...

Me giro y saco la pasta ya lista. Que cómoda esta comida ya casi preparada, aunque dudo que tenga el mismo sabor que si le dedicas mas tiempo... aunque no podre comprobarlo.

- Toma, ya tienes la cena- Digo pasandole el plato a la barra - A las doce vendrá Janet a recogernos...- espero la respuesta que muestra su rostro...

Él aparentemente se alegra, aunque luego se preocupa.

- Déjame matarle. - dice con absoluta seriedad, casi como un adulto.

- No puedo hacer eso, es útil... - Ademas de que no puedo permitir que Paul empiece a caminar por esa linea tan pronto...- Tendrás que pensar en otra cosa - hablo con la misma seriedad que él, como si estuviéramos negociando. Aunque me siento como enseñándole a pensar como yo, y tampoco se si quiero.

Él lo piensa.

- ¿Tú que crees?

- No he tenido que castigar faltas así antes... estoy indeciso. Y soy mas del castigo mental al físico, quizás tu bate venga bien... aunque no lo vaya a usar para golpear. Una posibilidad es encerrarlo dándole a pensar que lo voy a matar, le comerá por dentro la idea de su final y de haberme fallado...-

Miro la cara del pequeño.

- Come...-

Y sigo pensando en que haré con Leonard.

El niñño empieza a comer, con ganas.... ha pasado hambre.

- Despacio, acuérdate de lo que dijo Vet - le recuerdo y me siento a su lado. - Como lo echo de menos...- comento mirando la comida.

Él se corta de comer...

- Si puedo hacer algo...