Intentando enderezar las cosas - 11:00 - 10/1/10

Por suerte el ser vampiro evita que tengas insomnio, cuando los primeros rayos de sol cubrieron la ciudad a mi me abordo el sopor del día. Tenia muchas cosas en la cabeza, pero caí redondo sin percatarme siquiera.

Al despertarme un escozor en la mano llevo la otra hasta ella, puedo soportarlo. Otra cosa que debía agradecer era la ausencia de resaca, pobre James. Una fugaz sonrisa cruzo mi rostro, eliminada rápidamente al recordar los problemas que había en casa y que, sin duda, me encontraría en breves instantes, puede que incluso hubieran aumentado.

Me salte el aseo y salí directamente hacia el salón, ya me lavaré después de atender mi refugio.

- Buenas noches- digo con tono serio, se notaba cierto enfado.

Paul estaba jugando a la consola, pero la pausó y te miró.

- ... Buenas noches, papá... - hay cierta inseguridad en su voz y en sus ojos, de nuevo ese halo de inocencia infantíl le envuelve... aunque ya no estás seguro de si es de verdad o sólo te está manipulando.

Janet está recogiendo. Parece que han pedido comida a un chino. Mete todos los restos y envoltorios de pape en una bolsa. La puerta de la cocina está cerrada.

Ignoro a Paul por el momento y me acerco a Janet.

- ¿Que esta la perra en la cocina? - hablo en voz baja.

- La he dejado allí... yo no me atrevía a entrar después de lo de ayer... - susurra también.

Voy hacia el sofá, apago la consola y me siento al lado de Paul.

- ¿Has recapacitado algo de lo sucedido ayer? - sigo con mi tono duro.

Te mira, tienes toda su atención. No se queja de que apagues la consola.

Te escucha. Asiente.

- ... Pero... yo sólo quería... protegerte... - dice, con la vista baja.

- El problema no es que me intentes proteger, fue como. - lo miro, intentando descubrir si sabe por donde van mis palabras - Te dejaste cegar por la ira cuando la perra ya me había soltado y arremetiste repetidas veces contra ella cuando no era necesario. No te hacia muy distinto al animal... - sigo hablando con tono severo y mis ojos lo atraviesan. - Debes controlar las situaciones, no que ellas te controlen a ti. Aprender a relajarte y ser capaz de pensar antes de actuar. - dejo que mis palabras profundicen un poco en el niño y tras escasos segundos rompo el silencio - No quiero volver a ver una demostración de agresividad como la de anoche por tu parte... -

Baja más laa cabeza, avergonzado, y juguetea con sus dedos.

- ... Sí, papá... lo siento... no volverá a pasar...

- Estarás una semana sin jugar a la consola -

Tras dictar el castigo me levanto. Primero voy a mi habitación y meto algo de ropa en una mochila. Después, con la mochila al hombro, voy hacia la cocina y abro la puerta.

- Ven - digo a la perra. Me dirijo hacia la puerta de entrada esperando que me siga. Si viene, bajo hasta el portal.

Ella sigue echada debajo de la mesa. Al abrir la puerta levanta la cabeza y las orejas y te mira, por un momento levanta el belfo, mostrando los dientes, pero sólo es un instante y ni siquiera gruñe. Apoya de nuevo la cabeza en el suelo, pero cuando la llamas, tras unos instantes de dudas, oyes sus patas contra el suelo. Te sigue, cojeando.

Recuerdo sus heridas pero había escuchado que los lupinos se regeneraban muy rápido... Cuando la loba esta en la puerta la dejo arrimada y voy hasta la cocina para coger algo con lo que se pueda curar las heridas. Lo meto en la mochila y vuelvo para salir de mi refugio.

No llamo al ascensor. Empiezo a bajar por las escaleras y al encontrarme con el primer descansillo, fuera de ojos curiosos, me paro. Allí me quito la mochila de encima y saco la ropa con gesto serio.

- Jodiste tu misión -

Digo sin mostrar ni un sentimiento en mi rostro, ni positivo ni negativo. A la vez saco lo poco que encontré en casa para que se atienda las heridas si lo necesita y se lo tiendo, para que lo coja si quiere.

Ella vigila alrededor, con las orejas levantadas, antes de pasar a su forma humana. Su cuerpo está lleno de moretones, aunque parecen ser curiosamente antiguos. Su brazo, en cambio, está evidentemente roto, ella lo estira y lo coloca antes de cerrar los ojos. Para cuando los abre, ya no está colgando, pero ella lo venda igualmente. Mientras tanto, te habla.

- No, al contrario, he confirmado que se encuentra en un estado mental alterado e inestable. Su control de a ira es mínimo, y necesita vigilancia constante: tiene accesos de psicopatía.

No ha tocado la ropa en ningún momento, y cuando te mira no parece alterada.

- Si lo que pretendes es echarme, puedes hacerlo, pero en ese caso nos lo llevaremos. No lo tomes como una amenaza, admito que actuaste bastante bien, pero en cualquier momento esto podría sobrepasarte, lo que sería perjudicial para el cachorro. No sabes ni la mitad de lo que hace.

Dejo la ropa en el suelo de momento, a ver si cambia de opinión o no.

- No quiero echarte, pretendía que te cambiaran por otro u otra. No tengo nada contra ti, pero Paul ha perdido el aprecio por ti y no creo que te acepte como mascota. Por eso decía que habías jodido la misión. Lo otro... si... - un fugaz deje de lamento que se borra al instante - tendremos que colaborar para que mejore el control de su ira... ¿A que te refieres con "ni la mitad de lo que hace"? ¿a cosas que ha hecho? ¿o a cosas que puede llegar a hacer por ser uno de los vuestros? -

- Ayer por la tarde, cuando Janet nos ha sacado al parque, ella ha ido a comprar algo de merienda para el niño. Estaba sentado en un banco y yo a su lado. Cuando ella salió de escena apareció un gato. Tenía collar y un cascabel, debía haber salido de alguna casa. Paul se agachó, cogió un adoquín del suelo y se lo lanzó. Le acertó en el costado, probablemente le rompió alguna costilla. Cuando el gato salió corriendo como alma que lleva el diablo Paul corrió y me instó a seguirlo, a la orden, y cito textualmente "matémoslo, matémoslo". Tiene un instinto de caza muy grande, lo cual no sería malo si no fuera porque su método carecía de toda nobleza. Cuando me interpuse y le ladré para que le dejara marchar, vovió Janet, regañándole por haberse alejado. A ella le dijo que yo me había escapado y que había ido a buscarme, para que no me pasase nada.

Guarda silencio un momento.

- Sabía que lo que hacía no estaba bien, pero lo hizo igualmente. No tardará en hacerlo también en humano, en amigos... en su familia... Además, apuesto a que su papá llegue ebrio a casa no ayudará nada en su formación, no sólo tenemos a un pequeño conato de psicópata, si no que además es poderoso por lupino, inestable por su ira y, por si fuera poco, añadamos incontrolable por consumo de alcohol. Sí, sí, ya sé que no le dejas beber, pero ¿sabes? Lo echa en falta, y no tardará en volver. No sé si has tenido padres alcoholicos cuando eras humano, pero puedo asegurarte que no dan ninguna estabilidad, especialmente si antes tu madre fue drogadicta y te mantuvo en condiciones pésimas.

Te mira de arriba a abajo, y luego la ropa en el suelo.

- Y por cierto, nadie más se ofreció voluntario para esta misión. Yo soy peculiarmente tolerante entre los míos.

Dicho lo cual, volvió a su forma de lobo, y miró su pata con las orejas levantadas, de la que se escurrió la venda. Resopló, quitándosela con la boca y echándola a un lado. Luego se sentó y te miró, esperando.

La escucho atentamente.

- Ya veo...-

Me acuclillo delante de ella y le vendo la pata, si se deja.

- Entonces tendré que inventarme algo...- chasco la lengua - detesto mentirle...- hablo para mi.

Guardo la ropa en la mochila de nuevo y me levanto.

- Vamos a dar una vuelta para hacer tiempo, como que te lleve al veterinario -

Comienzo a bajar las escaleras.

Hay reticencia por su parte, pero permite que la vendes, mateniéndose muy tensa.

Te mira guardar todo con las orejas levantadas, luego te sigue y cuando vas a abrir la puerta del portal huele tu mano derecho hasta el punto de tocarla con la humeda punta de su hocico, luego se sienta mirando tu mano ya no tan herida con la cabeza ladeada, alternando la vista entre ésta y tus ojos.

La miro intentando descifrar lo que quiere decirme.

- ¿Que pasa? - miro a los lados, no es un buen lugar. Abro la puerta y salgo. Tras andar unos metros por la casi desierta calle vuelvo a girarme hacia la lupina. - También tengo mis trucos para regenerarme... no esperarías que me durara una semana ¿no?- bromeo ligeramente para quitar algo de peso al asunto. - Hubiera sido mejor que te pusieras la ropa, así podrías hablar y no tendría que suponer lo que quieres decir.-

La ves rodar los ojos. Sigue caminando a tu lado, hasta que llegado un momento se adelanta y mira hacia atrás, para comprobar que la sigues. Se mete entre unos arbustos y excava. Saca una raiz y se acerca a ti. Se sienta con ella en la boca efrente de ti.

La sigo, ¿a donde me lleva?. Entonces la veo salir con una raíz en la boca.

- Emm... - me acerco a coger la raíz y enarco una ceja, algo confuso - ¿que quieres que haga? ¿que te la tire? -

Ella retrocede con una especie de ladrido, ofendida, luego te mira con los ojos achicados y gruñe levemente.

Parece que el comentario no le hace gracia.

Sacude la cabeza, dejándolo estar y vuelve a acercarse moviendo el rabo ligeramente. Vuelve a tocar tu mano derecha con el hocico.

- Ehmm... ya me parecía raro... -

Veo sus movimientos.

- ¿En serio esto me hará bien? -

Coloco la raíz donde me mordió ayer y espero a ver si noto algo.

Ella suspira, rodando los ojos.

Te quita la raiz y la rompe, quitando la parte externa con los dientes, como si la pelara. Su interior es más claro y mucho más blando. Te pone esa parte interna en la mano que mordió. Efectivamente, tardas poco en perder el resto de hinchazón y dolor que te quedaban.

Río ligeramente ante mi torpeza - Como ves no tengo mucha idea de medicina natural, bueno, de medicina en general. -

Empiezo a notar el efecto de la raíz en mi mano.

- Gracias -

Hace como que no escucha el agradecimiento, se lame un poco el pelaje.

Me pongo a caminar hacia el parque. La lupina no me puede dar mucha conversación en forma de lobo, por lo que me sentare un rato en un banco y aprovechare para pensar. Tengo que ver como acaba ese tema del músico, aun no se como voy a conseguir que mejore su técnica...

// Pierdo un poco de tiempo, dime si pasa algo, sino ya posteo que vuelvo al refugio //