En la cueva de los lobos - ¿?/¿?/10

Ella duda.

- Deja a tu mascorta ir a jugar, mujer, no seas así - interviene él.

- Tiene que...

- Yo le he visto muy repetuoso. Venga, dale una galletita.

- ... Está bien, pero sólo una breve visita, y yo iré contigo - accede ella, mirándote con inseguridad. Da la impresión de que podría arrepentirse en cualquie momento.

Él te guiña un juego, sonriendo con complicidad.

Sonrío al anciano, dando cuenta de su ayuda. Aunque no se porque lo hace...

- Como quieras - conteste a la lupina esperando que su compañía no me supusiera ningún problema. Pero en cuanto los nosferatus se enteren de mi vuelta a la ciudad se preguntaran quien es mi compañera, es posible que aten cabos y eso puede hacer correr la voz... ¿me viene bien?... - ¿Vamos ahora entonces? -

Duda, pero asiente.

- Iré a cambiarme... quédate con él, vuelvo en quince minutos.

- A lo mejor se me escapa... - sonríe el viejo.

- A lo mejor te enviamos de vuelta a la ciudad - dice ella tajante, saliendo.

El rie por lo bajo.

Sonrío ante la desfachatez del viejo, y aun no se como encaja aquí.

- ¿De vuelta a la ciudad? ¿acaso no eres uno de ellos? - Pregunte sin muchos miramientos. Si quiere responder bien, y sino también.

- Uno de ellos - repite coo para sí -. Esa es una pregunta demasiado ambigua.

- Hay dos formas claras de tomarla, puedes pensar que te pregunto si eres un lupino o puedes pensar que pregunto si formas parte de su grupo ¿no?...- lo miro - Me vale que respondas a cualquiera de ellas - Sonrío, prefiero que contestara las dos.

- Mmmm... repuesta ambigua a pregunta ambigua: No, no soy uno de ellos - sonríe encantado. Parece que le diviertes.

- ¿Entonces cual es tu relación con ellos? - yo estaba perdido en lo que a los lupinos se trataba, aunque estos últimos días quizás he aprendido mas de lo que quería....

- Ellos me toleran aquí, yo les tolero a ellos... y todos somos tan felices. ¿Y tú qué? ¿Cómo te has metido en este lío, maldito?

Ahora empiezo a dudar de su naturaleza por lo que me concentro para sentir sus latidos o la sangre corriendo por sus venas.

- Tengo una gran facilidad para hacer enemigos, me temo - sonrío - Libere a un niño de seguir perteneciendo al rebaño de unos vampiros y resulto que era un lupino. A raíz de eso todo se fue complicando. Ellos pusieron a una de los suyos para vigilar a su... cachorro... - no me agrada mucho llamarlo así, pero es como ellos lo nombran. - y cuando unos vampiros, especializados en la información, sintieron curiosidad y merodearon cerca de mi refugio ella los ataco. Al final acabaron por apresarnos también al niño y a mi en sus catacumbas hasta que tus amigos nos rescataron.- alzo los hombros - Eso es el resumen, ¿que te parece? - me río -

Oyes su latido.

- Mmmm... ¿Sabe qué me parece? Que son demasiadas casualidades juntas.

Me río de nuevo.

- Es posible, pero aquí estoy -

En realidad poco me importaba si lo creía o no, solo he omitido algún dato.

- Quiero decir, que no creo que estés aquí por casualidad.

- Pues me encantaría conocer al que trazo este plan y darle la enhorabuena, ¿o hablas mas de algo como el destino? -

Se encoge de hombros.

- Supongo que eso depende de si crees o no en el destino - responde -. Yo no creo, por lo que supongo que fue alguien con muy mala intención. ¿Y tú?

- Ni siquiera me había parado a pensarlo - mi cabeza empieza a dar vueltas buscando un posible responsable. Lo mas fácil sería apuntar a Josephine... aunque no es la única en la ciudad que puede desearme lo peor- ¿Y cual crees que es el objetivo? ¿acabar conmigo? ¿quizás seguirme para descubrir este escondite?... ¿o simplemente ponerme a prueba? -

- No todo gira entorno a ti, pipiolo - se queda pensativo -. No, quizás querían provocar esta situación, quizás poner a prueba a la tribu o tal vez utilizarte como espía capturándote cuando regreses.

- Vaya ¿has dicho capturandome?. ¿Crees entonces que no iré por mi propio pie a informarlos? - arqueo una ceja con una sonrisa divertida, aunque en ese momento caigo en otro detalle y me pongo mas serio. - Si realmente quisieran apresarme no seria nada recomendable que tu amiga viniera conmigo... - ya tienen un rehen por mi culpa, no quisiera que aumentaran el numero...

- No creo que vayas a ir a informar a nadie, pero si te cogen tienen medio para hacerte hablar. Es mejor que ella vaya contigo y te proteja.

- Ya han reducido a una de sus hermanas antes ¿que te hace suponer que no podrán hacerlo de nuevo?. Ademas los nosferatu, los que me tenían apresado, es posible que se enteren de que estoy en la ciudad nada mas entre en ella. Yo pensaba buscar protección en una vampira pero... ahora que insinúas que todo esto es parte del plan de alguien, no se si puedo confiar en ella. - me quedo un instante en silencio, pensativo - Es posible que ya me den por muerto y no vigilen ni mi refugio, aunque creo que es mejor evitarlo... por si acaso...-

Ella regresa. Se ha cambiado, poniéndose ropa más normal.

- bueno, estoy lista.

La miro.

- Estas segura de que quieres venir conmigo ¿no? - arqueo una ceja - Si es así, vamos cuando quieras. -

//FdI: tú guias//

- ¿No tenéis un móvil?... un teléfono... - pregunto mirando mas al anciano que a la lupina.

// FDI: ¿Como tengo la ropa? ¿toda destrozada y roída? XDD. ¿Y yo se donde esta este refugio de lupinos? ¿me situé bien cuando me traían? //

//FdI: A la ciudad te lleva ella, pero a partir de ahí tu guias. La ropa... bueno, pídeles porque estás hecho un asco//

- Yo tengo internet, si te sirve - dice él