¿La respuesta? (12/12/09)

Hoy es un día importante... posiblemente tuviese dentro de poco una respuesta. Si accedían, tendría nuevas responsabilidades... sólo espero estar preparado.

Despierto poco a poco, gracias a las caricias y besos de Emile... una forma de despertar muy dulce, podría decirse.

Sus dulces besos van volviendose apasionados, bajando por tu cuello, tu pecho y entreteniendose unos segundos en tu ombligo antes de seguir.

Algunas veces es mejor apartar el raciocinio de ciertas cosas... y segúramente esta era una de ellas. Sus manos y sus labios hacen que mi sangre hierva, ansiandola a ella. Sin embargo no hago nada, cierro los ojos me dejo llevar por sus caricias.

Después de unos momentos realmente intensos, siento de nuevo su peso sobre mí, su calor y su olor me embriagan y me hacen sentir ganas de más. Con el tiempo, y conforme noto que su corazón se acelera, así lo hacen mis ansias por su sangre.

En el momento en el que más la notaba disfrutar de aquél éxtasis, hundí mis colmillos en su piel, aumentando aun más las sensaciones hasta niveles casi delirantes. En medio del climax, solo podía notar su respiración y su corazón martillando sin control.

Amaba a esta mujer.

Poco a poco la recosté en la cama, a mi lado, mientras no dejaba de besarla.

Ella te abraza con us escasas fuerzas, exhausta.

- Ya he terminado con el salon de actos, y practicar puedo en casa. ¿Cuándo nos vamos?

Sonrio. Era evidente que quería estar en su casa. Sin embargo, no podía ser todavía. Aún quedaban cosas que arreglar.

-Pronto cariño... -respondo, acariciando su vientre con la punta de mis dedos-. Hoy dormiremos en casa. ¿Hubo algún problema mientras estaba fuera o mientras dormía?

- No, aunque ayer... Antón estaba... tan raro.. no se dignaba a mirarme, y por su tono parecía querer arrancarme la cabeza... pero me concedió todo lo que le pedí...

Mi sonrisa se merma, pero no del todo. Mis dedos siguen jugando.

-Para un vampiro, recuperar la humanidad olvidada es algo dificil... necesita tiempo y apoyo, para recuperarse...

Suspiro.

-Desde luego es mejor ahora que el Antón que conocimos, lo cual es una mejora.

- Me da escalofríos - reponde -. Sólo espero perderle de vista cuanto antes.

La miro a los ojos, no con dureza, si no con comprensión... Ha sufrido mucho a manos de Antón.

Mi mano sube despacio desde su vientre hasta su cuello, pasando después por su pelo para recojerlo.

-... Veré que puedo hacer... Pero tienes que ser paciente.

- Gracias, cariño - te besa.

Es hora de arreglarse, no se qué puede pasar hoy. Mientras Emile disfruta de la cena que le traen yo aprobecho para ducharme y asearme. Me pongo otro de los trajes. Aun me siento raro vistiendo así, pero no tardaré en acostumbrarme.

El teléfono móvil suena cuando aún te estas vistiendo.

- Mi gente tiene preguntas - oyes la voz del desheredado, que no llega ni a saludar, directo al grano - Quieren verle. Esta noche. ¿A qué hora podriamos hablar?

- Cosas como qué se nos ofrece y qué se nos exige exactamente - responde.

- Allí estaremos - responde antes de colgar.

Termino de vestirme con cierta prisa, pero con la bastante calma para no olvidarme nada. Bajo las escaleras, tengo que contarselo a Antón. Hay mucho que preparar si acceden.

- Pareces nervios ¿Todo va bien? - pregunta.

Trato de recobrar la compostura. Las prisas no son buenas.

-Acaban de llamarme... dicen que quieren respuestas a ciertas preguntas si se va a hacer algún trato, como por ejemplo qué les ofrezco y qué pido a cambio... he quedado con ellos dentro de una hora.

- ¿Quieras saber qué puedes ofrecerles? - pregunta - Por mi cuenta con darles un refugio, y un litro de vitae diaria. De momento sería absurdo ofrecerles más. No queremos que se vuelvan avariciosos ¿verdad?

-... Seguramente exigirán tener protección... -digo, como no muy agradado por la suposición-... Pero tienes razón. No quiero que me tiren del brazo cuando de momento solo les ofrezco una chuchería.

Suspiro.

-Debo tener cuidado con mis palabras cuando les diga lo que quiero a cambio.

- Sé firme, que no duden de ti, y no te daran problemas.

-Lo sé... -unos segundos de silencio-... Tengo que pensar bien lo que pasará esta noche... ¿Estará listo el refugio de tener una respuesta positiva?

Ahora caigo en una cosa.

-Ahora que lo pienso, ¿dónde está?

- En el distrito siete. Es una ratonera, pero siempre que no salgan de él es totalmente seguro. Es mi propiedad, nadie entrará alli. Ya mandé a unos ghouls para que lo adecentasen.

El distrito siete... seguía formando parte del refugio.

-Me ocuparé de que sigan las reglas del burgo mientras estén en él, y de convertirlos en algo parecido a vástagos.

Le miro, y sonrio brevemente.

-Estarás orgulloso.