Ojeando el hostal (12/12/09)

Los monto en mi coche y me encamino hacia la dirección que me dio Antón. Según él, los ghouls se estaban encargando de adecentarlo.

No estaba precisamente de mal humor, de hecho, puede que fuese algo bueno. Necesitaban pruebas, y no podíamos ir once vampiros de la mano de distrito en distrito.

De camino, hablo con el lider.

-... ¿Quien era el de antes? -pregunto, sin demasiado interes, centrado en la carretera.

- Lemir - responde -. Joven, pero cree que lo sabe todo.

Lemir... empezó a caerme mal cuando pegó a aquella muda. No soporto que alguien le ponga la mano encima a una mujer.

-No me cae bien... -me limito a decir-... Detesto a los maltratadores.

Mis ojos pasan unos instantes por el retrovisor interior, mirando a los de atrás. Sin perder atención a la carretera, pregunto al lider.

-¿Cómo os llamais?

- Si supieras... - murmura cuando dices lo de los maltratadores - Yo soy Vicent, Vic suelen llamarme.

- Jorge.

- Mario.

-Encantado.

Acabamos de entrar en el Refugio.

-Reservé un refugio en el distrito siete. Allí es donde nos dirigimos. Unos amigos lo están adecentando. Cuando os instaléis podréis ponerlo a vuestro gusto.

- Gracias - dic Jorge.

Todos miran le lugar con interés, es pequeño, pero está limpio y...

- ¡Hay agua caliente!! - grita Mario desde el baño.

- ¿Cuáles son nuestras órdenes, jefe? - te pregunta Vicent.

Jefe...

-Para empezar... llamadme Curtis...

Miro el lugar... no se si aquí cabrán todos... pero es mejor que ese sótano.

-Todavía no os daré órdenes... Sigo sin saber lo que podéis hacer. De momento, seréis mis contactos. Si hay rumores, quiero saberlos.

No hablo con la dureza de un jefe. Trato de ser más humano que en ese sótano.

-¿Os gusta el hotelito?

- Si es seguro, es perfecto - responde Vic, mirando enrededor.

- ¡Y televisión!

- Cállate ya, Mario...

Sonrio un poco.

-Si os gusta la programación que ponen a estas horas, servios -digo encogiendome de hombros-... Pero hay reglas.

Empiezo a explicarlas.

-No debéis traer a nadie aquí que no sea de confianza sin consultarmelo, no permitiré asesinatos en este distrito, y no debéis exponeros de forma temeraria.

- ¿Y si nos cruzamos con otro vástago?

- ¿Y si no se tercia la oportunidad de llamarle? ¿No podemos defendernos?

Eso es cierto.

-Quien se atreva a tocaros, lo pagará. De momento, este refugio es el lugar más seguro del que disponeis.

Vic lo piensa, y asiente.

- Gracias. Eres el primero que... - deja la frase en el aire.

-Yo cuido a los míos, mientras ellos sigan las reglas y sean leales -miro a los otros dos, y luego vuelvo a él-. Con el tiempo aprenderéis a vivir como vampiros, ni temerosos ni monstruos, sólo vampiros.

Hablo en general.

-¿Estáis conmigo?

- Por supuesto - dice en español Jorge.

Mario, algo enbobado por la televisión, levanta el pulgar en señal de aprobación.

- Si, Curtis, claro que sí - responde Vic.

Sonrio.

-Bien... entonces debéis volver e intentar convencer a vuestros hermanos. Aún están a tiempo.

- Lo haremos - responde Vic.

- Lemir es un gilipollas - comenta Jorge - Por mí pueden cepillárselo.

- Pero la chica está cañón - contesta Mario, no tan sumio en el programa -. Y a veces te deja jugar con ella. A mí me cae bien.

- Invitaremos a todos, veremos quienes vienen.

- ¿Y por qué no la traemos sólo a ella? Yo me ocuparía...

- No no, si latraemos será para todos, no te jode - responde Jorge.

Rio un poco, pero por su actitud, no por sus intenciones.

-Chicos, no os estoy dando un picadero. Este lugar será vuestro hogar a partir de ahora, procurad respetarlo.

Ya me pongo un poco más serio.

-Otra cosa más... no toleraré peleas dentro de esta casa. Si alguien pierde la compostura y la bestia le domina, tendrá que arreglar sus problemas fuera, porque no volverá a pisar esta casa.

Espero que respeten a sus hermanos, porque no quiero ser yo quien acabe las discusiones.

- Me ocuparé de que así se haga - dice Vic, mirando a sus compañeros con seriedad.

-... Está bien... -digo, volviendo a centrarme en él-. Cuando contactes con ellos informame, necesito saber cuanta sangre se tiene que enviar aquí... Y por cierto, mañana estaré en un evento importante, así que probablemente no estaré disponible. Tú estarás al cargo mientras tanto de que haya orden en esta casa, Vic.

- Asi será - responde Vic, solemne.

Mientras, el resto empieza a acomodarse.

Le miro un instante... pensando...

-... Mejor será que te lleve. No sabemos que te puedes encontrar de camino. Si tienes que hablar con ellos es mejor que sea de una pieza.