Hora de la mudanza (17/15/09)

El miembro 'Curtis Miller' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 9, 9, 9, 4, 2

Ella obedece, embelesada, aunque es evidente su ansia de ir contigo a cualquier parte.

Doy un ultimo beso a Emile y me levanto.

Camino en dirección al exterior, cuando estoy lo bastante cerca del perro, noto el latido acelerado del animal.

Según sales del interior de la casa, el perro deja de ladrar, se limita a mirarte con intensidad, pero al acercarte baja la cabeza, con las orejas hacia atrás y emite un gruñido sordo. Sin embargo, al ver que no retrocedes, se calla, mirándote de nuevo, con una chispa de curiosidad e inteligencia en su mirada.

Me acerco lentamente, lo bastante cerca para verle bien y lo bastante lejos como para que me alcance. Al ver como reacciona, noto como un ilusorio avance en la situación.

-Vaya... Bobby es un perrito listo.

Me pongo en cuclillas lentamente, sin acercarme más. Entonces empiezo a hablar, con voz suave, pero seria.

-No haré daño a tu ama. ¿Entendido?

El perro se queda mirándote unos segundos y luego, repentinamente, da un avance rápido. Parece perfectamente consciente de hasta donde llega su cadena, porque su salto acaba antes de dar un tirón, y a penas a un par de centímetros su hocico de tu cara, a la que no llegaría aunque la tensase por completo. Entonces, clavándote la mirada, vuelve a gruñir. Sabe que no puede alcanzarte... pero no te tiene miedo.

Maldita sea... se de rumores sobre otros clanes que sí saben tener una relación amistosa con los animales, pero por desgracia yo no me encontraba entre ellos.

-Edmond... será mejor que no tomes ese camino.

Entrecierro los ojos y me levanto.

-No haré daño a tu ama.

Muerdo la llema de mi dedo indice, y lanzo una gota de sangre a su platillo de agua.

-Y pronto lo entenderás.

Me doy la vuelta y me encamino de nuevo al interior.

/tirada des/

El miembro 'Curtis Miller' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 1, 9, 3

La sangre cae fuera del cuenco, pero al menos el perro ya no está ladrando.

... Qué más dará. Al menos está callado. A lo mejor huele la sangre y la prueba, pero al menos... y quien sabe, tal vez pueda ganarme su confianza sin convertirlo en can del infierno.

Vuelvo al interior, junto a Emile.

Ella se levanta, estaba esperándote, impaciente.

- ¿Qué ha pasado? - pregunta, algo inquieta - No le has hecho daño ¿verdad?

Niego con la cabeza.

-Yo no maltrato perros, querida -digo con sonrisa comprensiva-. Solamente lo he calmado un poco.

- Tienes buena mano... - dice acercándose a ti, cariñosa - Dicen que las buenas personas siempre se llevan bien con los animales.

*Entonces no debo ser buena persona*

-¿Piensas que soy bueno? -pregunto, haciendome el interesado.

Tarde o temprano tendrá que saber lo que soy... pero no estoy muy seguro de cómo se lo tomará.

- No lo sé... - parece dudar -. Y, honestamente, no creo que quiera saberlo.

Ella te abraza, apoyando la cabeza contra tu pecho.

La abrazo a su vez... Es curioso lo rápido que puede actuar la sangre y la sensación adecuada... Tal vez no haga falta contarle nunca que soy un vástago, podría quedar como aquel que es simplemente la fuente de su deseo.

Acaricio su cabeza.

-Quiero quedarme aqui... contigo.

Notas una extraña sensación, como un escalofrío que sube desde ella hasta ti, aunque no sabes a qué es debida.

- Quédate... - susurra.

Me doy cuenta.

-... No pareces muy convencida...

Habla aún mucho más bajo, apoyando con más fuerza el oido contra tu pecho.

- No siento tu corazón - murmura de forma casi imperceptible - y llevas más de un minuto sin respirar.

Inteligente después de todo... Cada vez me agradaba más. Sin embargo, este punto es delicado.

-Mi corazón dejó de latir hace mucho...

Mis dedos siguen jugando con sus cabellos.

Notas que se estremece.

- ¿Debería temerte?

-¿Te he dado algún motivo para hacerlo?

Coloco el nudillo del indice bajo su barbilla y lentamente hago que me mire a la cara.

-Me gustas, Emile. No podría hacerte daño, ni permitiría que alguien te lo hiciera.

- Entonces... no te preguntaré qué eres - responde, y te besa -. Pero no te alejes de mi vida.

La estrecho un poco mas fuerte contra mi.

-Tu vida empieza ahora.

/Primer encuentro, Montmartre (17/11/2009)/