Reunión peligrosa - 12:30 - 7/01/10

Llegue al lugar indicado, un parque a dos kilómetros del aeropuerto, a las afueras de Les Tours. Estaba realmente intrigado por quien me iba a recibir y como, aunque tenia una cierta idea... que no me daba confianza precisamente.

Deje el coche algo lejos, si quisiera huir no iba a conseguirlo de todas formas. Camine hasta el parque alzando la vista sobre él, en busca de la persona que me cito, aunque seria el o ellos quienes vendrían a por mi. Por ello, decidí sentarme en un banco a disfrutar al menos un instante de calma antes de verme cara a cara con un peligro que, de sobrevivir a él, tendría que estar soportando en mi nuca durante bastante tiempo... * ¿que quieren de ti Paul?....no nos dejaran en paz....* Mi mente intento buscar por un momento un lugar idílico y tranquilo.

Encuentras un sitio tranquilo, y sentado en el banco, te preguntas todas esas cosas, quiénes serán, qué querrá, porqué no os dejarán en paz...

De pronto notas un escalofrío que te recorre de arriba abajo, tu instinto más básico te dice que algo te acecha... Oyes un ruido a tu izquierda, como de algo que pasa rápidamente, pero cuando miras no hay nada. Luego a tu derecha, unas hojas crujen bajo el peso de alguien, o de algo, tampoco ves nada.

Tienes la sensación de que el vello se te ha puesto de punta, especialmente en la nuca... ¿Eso ha sido un gruñido? Sí, jurarías que ha sido un gruñido profundo y espeluznante.

Entonces unos ojos se dejan ver en la oscuridad, brillantes, vibrantes, vitales.

Las sensaciones de que me están acechando y ese gruñido solo incrementan mis sospechas sobre su naturaleza, hombres lobo... Es normal que mi cuerpo este tenso, somos enemigos naturales, pero de quererme muerto ya lo habrían hecho. Me relajo, ya estoy metido del todo en donde querían, solo saldré de aquí como ellos quieran... es tontería preocuparse.

- Buenas noches - digo hacia los ojos, extendiendo mi eterna sonrisa en mi rostro.

Esta vez un coro de gruñidos suenan mientras los lupinos cierran el círculo a tu alrededor, unos más impacientes que otros, todos agresivos, parece que tu actitud no les entusiasma, aún así, dejan de cerrar el círculo a unos tres metros de ti, es lo único que te separa de ellos.

Entonces dos más aparecen, uno de ellos blanco como la nieve. Un par se retiran para abrirles paso, ellos empiezan a acercarse a ti.

Miro su poco elaborada maniobra de intimidación. Por lo que se de los hombres lobo yo soy un hombre muerto, no tengo ninguna posibilidad contra uno y estoy en medio de una manada entera. Donde todos me odian... aunque empezaba a acostumbrarme a ese entorno...

- Vengo solo, ¿hacia falta que vinierais todos? - digo despreocupado, total, mi vida ya no esta en mi mano.

Una nueva oleada de gruñidos provocada por tu descaro. La mayoría baja la cabeza, en posición previa al ataque. El lobo blanco, en cambio, mantiene la cabeza alta, y le hace un gesto al que le acompaña, que se llega hasta ti y empieza a olisquearte entero, toda du ropa, tus brazos... llega hasta tu cabeza, notas su aliento caliente, escapando de entre sus dientes afilados por donde se desliza su saliva, contra tu cuello, que de pronto te parece muy frágil.

Al comprobar que nadie parece pensar contestarme de momento me quedo callado y dejo que me "cacheen" a su estilo sin poner ninguna pega. El grupo quiere mi cabeza, pero eso ya lo sabia antes de venir aquí... que se pongan a la cola.

Finalmente el lobo sacude la cabeza, con una especie de estornudo, como si le desagradase tu olor, va junto al lobo blanco, que no te quita los ojos de encima, y lanza una serie de gruñidos y sonidos que tú no puedes comprender. El lobo blanco asiente con la cabeza, luego ves que toma una forma humana, lo único reconocible es su pelo, de mismo tono que el pelaje de su cuerpo como lobo.

- Johan Dur, supongo... - dice - Me alegra que finalmente haya decidido venir - parece costarle mantener una actitud cordial, sus ojos azul claro, frío, peligroso, están sobre ti como si deseara arrancarte la cabeza, igual que el resto, aunque probablemente es el que evita que ruede por el suelo.

Lo miro de arriba a abajo. Nunca había visto la transformación y menos tan de cerca, increíble.

- Si, soy yo. Tampoco parecía que me dierais mucha opción... ¿con quien tengo el gusto?-

- Aidriendic - responde. No te ofrece la mano - Bien, supongo que el niño está ahora mismo a buen recaudo...

Es una afirmación que parece terminar en un silencioso "o más te vale que así sea".

- ¿Sabe él algo de este encuentro?

Como imaginaba, hice bien no ofreciendo la mano. ¿Aidriendic? ¿que nombre es ese?

- Paul esta a salvo y no sabe nada, de momento no... a menos que me pase algo.-

Lo miro, volviendo mi gesto un poco mas serio.

- Y bien... ¿a que se debe todo esto? -

Vuelves a oir gruñidos tras la amenaza, pero se contienen.

- Como dijimos, no daremos explicaciones. Queremos ver al niño varias veces al mes, uno de nosotros se lo llevará durante algunas horas, luego se lo devolveremos. De momento estas son las condiciones, si cambian tendremos la consideración de hacerselo saber previamente.

- Nadie se va a llevar a Paul a ningún sitio sin que este yo presente o alguien de mi confianza...- digo en un tono mas o menos cordial, en medida de lo posible - ¿por qué crees que voy a aceptar algo así? ¿que os lo llevéis para investigar con él a mis espaldas? ... - callo un breve segundo, se que no me lo están pidiendo - Necesitáis mi colaboración, creo que sabéis el aprecio que me tiene el niño... si yo falto... - no termino la frase, que cada uno que saque sus conclusiones.

Uno de ellos se lanza sobre ti, tirándote automáticamente al suelo, más veloz de lo que has visto a ningún vástago. Su pesado cuerpo hace caer con fuerza al tuyo contra el suelo y antes de que te des cuenta notas sus dientes a ambos lados de tus sienes, si alguna vez te lo preguntaste ya no hay duda: Tu cabeza cabe en su hocico.

- Espera, hermano, tranquilo. Calma, calma, hermano - oyes la voz del lobo blanco -. Mantente tranquilo, deja que lo pensemos un segundo antes de matarlo.

//FdI: Hazme una tirada de Coraje cojonuda//

// Coraje, 1 Fv éxito //

El miembro 'Johan Dur' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 9, 7, 9, 5, 5

Conservas absoluta calma, con cabeza fría, meditas los pros y los contras de llevar la contraria a un grupo de licántropos.

- Huele a Wyrm - dice una voz gutural que surge del que te ha olisqueado.

- Podríamos matarle y recuperar al crío en veinte minutos. Y matar a todos sus conocidos que podrían tener la información - añade otro.

- Tenemos que pensar en el bienestar del muchacho.

Hablan entre sí, sin tomar en cuenta tu presencia. El que te ha atacado continúa sobre ti, te estarías ahogando si respirases, a penas puedes moverte.

Como ya me habían contado son muy rápidos y muy fuertes, algo que se nota en su anatomía.

Ahora desde el suelo y entre las fauces de uno de ellos escucho la conversación que mantienen sobre mi futuro...

- A mi tampoco me gustan los vampiros... y, yo no escogí serlo... - pienso en voz alta. - mi objetivo no parece ser tan distinto al vuestro... Aunque yo sea parte del problema...- me arriesgo.

El que está sobre ti te gruñe, pero es el único.

- Déjame hablar con él...

- No se puede hablar con ellos - dice otro.

Luego les oyes hablar entre gruñidos, no puedes entenderles, hasta que el que era el lobo blanco lanza un aullido, profundo, que te encoge el corazón. El que está sobre ti te suelta, aparentemente a disgusto. El hombre-lobo albino se acuclilla a tu lado.

- Voy a volver a explicartelo... Vamos a coger a tu chico un par de veces por semana, aproximadamente - habla despacio, con claridad -. Te lo devolveremos en unas horas ¿comprendes? Intacto. A él no queremos hacerle ningún daño, ni permitiremos que nadie se lo haga... eso puedes aplicártelo a ti tambien, por cierto. No es una pregunta, ni una proposición, o aceptas y esto queda así, o no aceptas y mucha gente va a salir malparada de esto. Tú decides.

No parece que avancemos, pero al menos ya no tengo la soga tan al cuello.

- Se que no estas preguntándome, conozco de sobra este tipo de tratos. Ya he estado en todas las situaciones posibles.- alzo mi pecho, quedando sentado, y me sacudo ligeramente el polvo. Me podía haber hecho totalmente papilla si hubiera querido, bueno... si no le hubieran parado. - Solo hay una forma de que acceda a eso sin acompañarle yo o alguien de mi confianza... - lo miro unos instantes, dejando la duda de mis próximas palabras en el aire - ... que él quiera aceptarlo -

- Su enseñanza es obligada, sanguijuela - dice el que te había cogido.

- Es cierto - el líder parece inamovible también en ese aspecto -. Tiene que venir con nosotros cuando le sea indicado. No obstante, si lo prefieres, puedes acudir con él la primera vez, aunque te quedarás fuera del recinto, vigilado. No veo razón por la que el muchacho no hubiera de querer venir... - sus ojos se encienden con rabia un momento - A no ser que tú te encargues de ponerle en nuestra contra.

Varios gruñidos más... obviamente todos prefieren despedazarte para evitar el riesgo.

- Yo no manipulo a los niños. Si el acepta o lo rechaza sera decisión suya, podéis estar delante cuando le pregunte... Yo no le voy a obligar, por ello tampoco voy a dejar que lo hagáis vosotros.- empece a levantarme, mostrándome firme al defender a mi "hijo" - ¿ cuando aprenderá a convertirse como vosotros? - dije con cierta preocupación, no me hacia mucha gracia, quiero alejarlo de este peligroso mundo y las circunstancias solo lo arrastran mas hondo... pero siempre supe que tenia algo especial.

- Nada es seguro, quizás nunca, pero será de confianza, en cualquier caso, y tiene que aprender. Ahora lárgate, antes de que nos arrepintamos. Mañana en la noche haremos la primera visita.

- Esta bien, entonces mañana le preguntare delante vuestro. Buenas noches, ya saben donde vivo -

Y empiezo a caminar en dirección a mi coche, esperando que me abran hueco para poder pasar.

Lo hacen, aunque alguno lanza una dentellada al aire, y hay risas... pero también un deseo palpable de dejar a un lado los juegos para devorarte, aunque llegas al coche, casi intacto.