Mi llegada - 2:00 - 17/11/09

El aire refrescaba mi rostro y la musica inundaba mis oidos, la suma provocaba una sensacion agradable que me hacia sentir vivo de nuevo. Acababa de llegar a la ciudad y debia presentarme, no podia permitir que me consideraran non grato. Mi deportivo cruzaba veloz la ciudad de las luces en direccion al Louvre, el centro de la Gran Corte de Paris. Aquel coche se escapaba un poco de mi alcance, pero habia conseguido cierta financiacion de la empresa, la apariencia lo era todo... y mas aqui.

Me estaba acercando a mi destino y rebaje un poco la velocidad, no queria llamar negativamente la atencion. Cogi el movil y realice una llamada para avisar de mi llegada. No habia sido dificil conseguir aquel numero, lo conocian demasiados cainitas.

Dos ghouls te reciben a la entrada, uno de ellos se dispone a pedirte las llaves del automóvil para aparcarlo, mientras el otro te invita a acompañarte hata las suntuosas puerta del Louvre, una vez le dices tu nombre:

- Le estábamos esperando, señor Dhur - dice abriendo las puertas.

El edifcio es deslumbrante por dentro tanto como por fuera. Las salas repletas de arte están abiertas para permitir el paso de cualquiera que lo desee. la flor y nata de la comunidad cainita está alli reunida, discutiendo vanalidades y lanzando frases de doble sentido que arrancan una sonrisa a los más antiguos. Algunos te miran al llegar, y si bien ninguno se te acerca, tampoco parecen interesados en burlarse de ti.

Paro la musica y freno cuando localizo la entrada, veo delante a los dos ghouls que esperan mi llegada. Desciendo con parsimonia, entrego sin problema las llaves de mi coche al que me las solicita y acompaño al otro tras tomarme unos segundos contemplando la maravillosa construccion. Hacia tiempo que no pasaba por alli y siempre era un gusto para la vista.

- Hola, ¿que tal todo? - saludo al ghoul con un tono cordial y algo informal. Ya pasaria a una actitud mas refinada cuando estuviera dentro, entre los meticulosos cainitas. - Soy Johan Dur, avise hace un rato de mi llegada - y sin mas dilacion me guia por el interior del Louvre.

Con tantas veces que habia visto el edificio desde fuera eran contadas las ocasiones que habia disfrutado del interior. Mi vista se deleita ante cada detalle y pasa despues a estudiar a los cainitas alli reunidos.

- Saludos a todos los congregados hoy aqui. Es un placer poder disfrutar una velada tan hermosa como la que esta noche nos brinda en una compañia tan agradable, gracias - alce un poco la voz para dirigirme, en un cuidado frances, a los presentes.

Tras mi breve presentacion buscaba con la mirada un grupo interesante al que agregarme, a la par que me debatia para mi mismo si habia tapado bien las huellas que no queria que todos estos conocieran, sino... se me podia complicar la estancia, y mis planes... Camino lentamente por la magnifica sala, decidiendo donde situarme, abandonando los pensamientos que ya no podria solucionar.

Te fijas particularmente en un grupo de vástagos que están menos interesados en el arte y más en comentar las tendencias mercantiles de París. Todos ellos van elegantemente trajeados, sosteniendo una copa como la que un ghoul te acerca amablemente.

- Si gusta, o si prefiere alguna vitae en concreto, señor...

- Oh, si, gracias - digo tomando una de las copas que el ghoul portaba en la bandeja. Aunque no pensaba probarla.

Me acerque con seguridad hacia el grupo, pareciendo uno mas entre las figuras trajeadas.

- Perdonenme, ¿les importa si me uno? - echo una mirada a cada uno de los cainitas mientras ofrezco la mano - Soy Johan Dur, un placer -

- Encantado - responden casi todos al unísono.

Una mujer, en cambio, te sonríe:

- No recuerdo haberle visto antes por aquí...

Me aceptan en el grupo y es una mujer quien comienza el interrogatorio al nuevo. Vuelco mi atencion en ella, quiere saber y yo ahora debo controlar mis palabras. El juego empieza, me iran presionando sutilmente y debo evitar caer en callejones comprometidos.

- Tranquila, ya se aburrira de verme. Creo que dentro de poco ya sere un habitual - contesto devolviendole la sonrisa. Querian que les dijera que acabo de llegar, algo que ya sabian, para luego preguntarme que motivos me mantuvieron fuera de Paris, algo que preferia no revelar, y continuar indagando poco a poco. No pensaba ponerselo facil, quizas con eso consiguiese acrecentar el interes, atraerlos... algo que sin duda seria provechoso, un buen comienzo.

- Vaya, eso sería un auténtico placer, señor Dur, estoy segura de ello... Aunque supongo que no ha venido al Louvre sólo para disfrutar de nuestro impresionante arte... - dice abriendo as manos, abarcando y señalando las obras epuestas.

- Aunque seria motivo suficiente - digo mirando ligeramente lo que me muestra - debo confesar que no es el unico. Es propio que hoy anunciara mi llegada a la bella Paris, al igual que un gusto conocer a los cainitas que la pueblan. *Tocado*-

Estudio su rostro intentando descifrar cual sera su proximo movimiento, cual son sus impresiones sobre mi y buscando su punto flaco. (Percepcion+Empatia)

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'd10' : 3, 4, 8, 1, 10

Cuando te mira te das cuenta de que te esta estudiando, al igual que haces tú. No lo hace por curiosidad, si no más bien como algo que tiene que hacer.

- Ah, aqui sabemos apreciar que se respeten las antiguas Tradiciones debidamente. Siempre es agradable conocer a un caballero... Dígame, para romper el hielo, ¿a qué se dedica?

Tal como habia previsto, tanto por su nueva pregunta como por su estudio sobre mi. Sonrío.

- Tengo cierta inversion en los medios- no podia pedir que se dejara de hablar de mi para pasar a ella, estabamos en un grupo donde el nuevo, y por tanto el interes actual, era yo... - Voy de un lado para otro intentando expandir el negocio, pero en realidad hago poca cosa. - acabe como intentando quitarme importancia. Estaba claro que la informacion mediatica tenia gran repercusion, y seguro que alguno ya pensaba en lo interesante de poder meter mano en el mundo donde yo me movia. Justo lo que yo queria ¿quien jugaba con quien?. - ¿Y ustedes? - les di paso a todos ellos, volviendo a prestar atencion al circulo en conjunto. Aun no tenia ni siquiera un nombre... pero con calma.

- Negocios variopintos... siempre es divertido jugar con los recursos humanos ¿no le parece, señor Dur? - ella te sonríe... como sonríe una serpiente traicionera (eso lo conoces bien) y espera tu respuesta, como el resto de los presentes. Parece que cualquier cosas que digas está siendo cuidadosamente analizada.

Asiento levemente con la cabeza a la vez que mi rostro se torna en una sonrisa divertida.

- Y útil... - Añadi.

Era una digna rival, se notaba su experiencia en la Gran corte y los demas cainitas del grupo tambien eran conscientes de ello. Les habia dado pie a intervenir y ninguno oso pisar el protagonismo de la mujer. Tendria que tener cuidado con ella y ponerla de mi lado en cuanto me sea posible.

- Perdone, aun no me ha dicho su nombre... - Comente, esta vez interesandome solo por la cainita, dejando que se creciera ante la consideracion que le remarcaba.

- Kerrida - te responde, ofreciéndote su mano para que la beses -. Aquí tiene a Paul, René y el grandioso Aristide Longand.

- Aduladora... - responde con una sonrisa el aludido, que seguidamente te ofrece la mano.

Tomo su dulce mano con la delicadeza que merece y la beso, tornando en una reverencia clasica.

- Un placer - repeti por mantener la etiqueta que requeria aquella situacion.

Me presenta a todo el grupo pero mi cabeza intenta retener su nombre por encima de los demas, ya se volveran a presentar si necesitaban algo. El ultimo de ellos me ofrece la mano. Inicio la misma reverencia que habia realizado con Kerrida, como si fuera a besar la mano de aquel hombre, para al final cesar en mi broma, girar la mano y estrecharsela con firmeza.

- Encantado- le digo sonriente. - ¿Y que debatian antes de mi intromision?- pregunto curioso, por llevar la conversacion en alguna direccion. Hoy mi cometido era solo conocer cainitas de la ciudad y aqui solo estaban una parte de ellos, la otra sera mas dificil de encontrar. Echo una ojeada a los distintos grupos mientras atiendo a la conversacion.

Algunos sonríen por tu broma, aunque no es una sonrisa amable, si no más bien burlesca. Longand también sonríe, fugaz. Es una sonrisa peligrosa.

- Sólo elogiábamos la capacidad de nuestro querido Aristide a la hora de invertir.

El grupo no parece completamente cómodo con tu presencia, pero al menos no hacen amago de despreciar tu compañía. A tu derecha un grupo de vástagos bien vestidos comentan una obra en particular; desde la izquierda y ya por tu espalda, cuatro o cinco cainitas, que parecen fuera de lugar, cruzan a paso educadamente rápido hacia otra sala.

Mientras, Longand levanta la copa agradeciendo el cumplido de Kerrida.

Me divierte la situacion y por ello mantengo mi sonrisa, no se cuantos de ellos podran ver detras de ella, pero no lograran acercarse en absoluto a mis pensamientos. Ahora que ya pueden ser el tema de conversacion parece que se tensan un poco, no pasa nada, no les incordiare mucho tiempo mas... por hoy.

- Ha de ser muy diestro entonces. Quizas acuda a su consejo en un futuro -

Dije entre sincero y sarcastico, dejando de seguro con la duda de mi intencion a los oyentes. Pues en un lugar como aquel, el recibir alabanzas no significa nada. Puede que al grupo le interese tener a Aristide contento, que piense que estan todos de su lado o solo por mantener su etiqueta, su falsa mascara de simpatia. Pero lo realmente importante sera lo que digan despues, en su ausencia.

- Si me disculpan, aun no he podido contemplar toda esta maravilla - comente avanzando un poco hacia fuera del grupo y refiriendome al interior del Louvre, decorado con tantas obras de arte - Disfruten de la velada- y sin mas, me cuelo detras de los cainitas que pasaban por mi espalda, manteniendo un paso bastante mas lento. Disfrutando de la decoracion y estudiando detenidamente a los cainitas, dirigiendome hacia otra de las salas. - *Seguro que no tardan en decir lo que realmente piensan de mi*- pense con respecto al abandonado grupo.

- Hola - dice de pronto una mujer que, sin que te percataras de su presencia, acaba de aparecer frente a ti.

Observo de arriba a abajo a la mujer que acaba de asaltarme sutilmente. Estaba tan ensimismado en estudiar los alrededores y deje descubierta mi propia trayectoria, no pasa nada.

- Hola - Le digo con cierto tono de sorpresa y sin recurrir aun a las costumbres de protocolo

- ¿No te aburren estas fiestas? - pregunta, bajando la voz -. Realmente, no deberia llamarse fiesta a ningun encuentro carente de musica - dice dando un rápido y, no obstante, muy conseguido paso de baile - ¿No te parece?

Algo me decia que no era como el resto de la fiesta y acerte, me podia guardar aquellos gestos educados por ahora.

- Es mi primera vez - dije bajando la voz a su volumen, mintiendo descaradamente - Es cierto, ¿vas a llevarme a la fiesta de verdad?- pregunto sugerente.

Ella parpadea por un momento.

- ¿Estás seguro de que es lo que quieres? - pregunta ladeando la cabeza.

No parece creerselo, pero tampoco puedo fiarme de las apariencias.

- Claro, no me echaran de menos -

Sonrío mientras intento escudriñar sus intenciones. Empiezo en terreno pantanoso, aun no puedo saber que zona se mantendra firme y cual se hundira, por ello debo ir con cuidado...

El miembro 'Johan Dur' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 8, 5, 1, 3, 3