A solas con el Príncipe 23/01/10

-¡Eso da igual! ¿Por qué dices que Pompignam no ha organizado el ataque? ¿Quién ha sido?

-Sé que no ha sido él... porque hemos matado a 26 vástagos asesinos al otro lado de la colina.

Parpadeo.

-... O casi... deja que te lleve. Te pondré en lugar seguro.

Intento cogerla en brazos sin hacerla daño. Entonces veo al otro vástago quemado... No lo reconozco con esas quemaduras.

-... ¿Es de los vuestros?

-Él... él es...-Miro a Antón, sin saber si debo decirlo. Le prometí a Françoise que no diría nada, y si lo sabe tal vez se ponga en peligro él solo. Que sea él quién se lo diga.

- Chiquillo.... - reconoces su voz.

Me quedo ahi parado... unos segundos, como si me hubiesen dado un martillazo en la cara y no lo pudiese asimilar.

Voy casi corriendo hacia él. Dejo con cuidado a Berenice en el suelo y me pongo de rodillas a su lado...

-...... ¿Padre?

... Dios mio... está vivo y... no... dios... está muy grave... joder... mi cabeza... no entiendo nada.

-Padre estoy aquí... -digo, con voz temblorosa-... Dios... mio. Estás...

Trago saliva.

-... No hay tiempo... os-os sacaré a los dos de aquí...

-Curtis, no hay tiempo. Tenemos que parar a esos dos antes de que se maten, sino dudo que haya un sitio en parís seguro para nosotros.

- Intentaré separarles yo - intenta levantarse, sin mucho exito.

-No puedo dejaros solos así... -trago saliva.

Los cojo, haciendo uso de mi fuerza sobrenatural, me muevo con celeridad, y los llevo donde los cadáveres y los cuerpos en letargo.

-Alimentaros. Yo iré a pararles. No se cómo pero pensaré en algo...

-Pero... Curtis, ellos son vástagos.

-Rematadlos después si queréis. No tenemos tiempo para ser exigentes.

Miro al que tengo atado, y me acerco. No voy a dejar que ponga en peligro a mi familia.

Lo estaco.

-No sabemos si vendrán más. Daos prisa.

- Alimentarnos no nos servirá de mucho... el fuego es devastador.

-Comed y potenciad vuestro cuerpo, así al menos podréis moveros.... Voy a pararlos.

Voy corriendo en la dirección en que fueron esos dos.

Miro a Antón sin saber bien qué hacer. Son... son como nosotros. Vampiros, ni más ni menos. ¿Esto no es canibalismo?

- No te los termines y todo irá bien - bebe

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No les ves, corren como demonios.

Maldita sea.

Corro todo lo que puedo, aunque se que no los alcanzaré.

-¡Señor!¡¿¿Detengase!!!

Trago saliva y muerdo a uno que estoy convencida que está muerto. No bebo mucho.

Bebo 2 ps, uno pa destreza//

Ves que las dos manchas corren cerca de ti, y antes de que te des cuenta uno de ellos te ha abierto el estómago de lado a lado.

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Bebes y aumentas tu destreza.Te sientes un poco mejor psicológicamente, más que nada. Sigues herida.

Voy a otro y repito la operación. Está vez me atrevo con un poco más, pero con cuidado.

Tres ps, si puedo que vayan dos a fuerza y uno a resistencia//

Escupo sangre.

-... Por favor... señores... ya basta...

intento curarme... Dios... como duele.

Consigues curarte. Ellos siguen zurrándose de lo lindo hasta que ves que una sombra cae aturdida, Villon. La otra sale volada, alejándose.

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Bebes y subes sin problemas.

Intento ver si con el extra, y pese a las quemaduras, soy capaz de levantarme para buscar a Curtis y al resto. Miro como lo lleva Antón.

-Señor -me acerco con la mano aun en el estómago, pero a una distancia prudencial-.... Pompingan no hizo esto... él mató... a un grupo de... asesinos que querían matarle... a usted... y a berenice...

Puedes ir a cuatro patas.

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- ¿Y quien diablos le mandó hacerlo? - le oyes despotricar, en otro idioma.

Vale. Esto es humillante incluso para mi. Miro a Antón.

-¿Señor? ¿Cómo se encuentra?