Sin saldo en la tarjeta (1/12/09)

-... ¿Qué te han dicho, Frank?

Mi mirada es dura, pero también refleja empatía, demostrando que estoy de su lado en ese momento.

- Me mataran, se que lo haran - solloza -, no quiero morir... - y vuelve a llorar.

Le miro sollozar... no lo aguanto más.

-Levanta... -le digo, cogiendole de la pechera, y poniendole en pie, y lo repito más alto-, vamos, levanta.

Hago que me mire a los ojos. Mi mirada es seria.

-Aquí nadie te va a matar. Así que compórtate como un hombre y deja de llorar.

Tiene que ocurrir algo. Normalmente no es así. Sin saber todo lo que le han dicho voy a la deriva... pero llora como si fuese un niño que no supiese que hacer...

... ¿sin... su padre?

- ¡Lo intento! - responde, pero parece demasiado peso sobre sus hombros.

Le miro con enfado, o con verguenza ajena... pero también enfadado por no entender a qué viene ese arrebato infantil.

Le suelto.

-... No podré ayudarte si no me dices lo que pasa. Dime qué ocurre, Vastago.

Él se queda en el suelo, acurrucado.

Las ordenes no funcionan... tampoco las amenazas, eso le hunde todavía más. Se comporta como un niño.

Me pongo en cuclillas.

-... Frank... Mirame.

No lo he dicho con dureza, trato de ser amable, hablar de forma suave.

-... No tengo intención ni de herirte, amenazarte o matarte... solo intento ayudarte... Pero tienes que permitirme ayudarte.

- ¿Qué quereis que os diga, señor? - pregunta, ligerisimamente más tranquilo.

-¿De quién estás huyendo?

Frunzo el ceño.

-¿Quién es tu padre?

- ¿Mi padre? ¿Mi padre de verdad? - por primera vez te mira, y su mente parece aclararse un poco - No le harás daño ¿verdad? Él no sabe nada de la etirpe...

Parpadeo.

-¿Todavía tienes un padre humano?

Procuraré ser amable... Me siento a su lado, apoyando la espalda en la pared.

-... Está bien... Empezemos desde el principio... A tu sire lo mataron por que se pasó de la raya, no eres aceptado por los tuyos y no solo por ese numerito de la pasta... ¿Qué más ha pasado?

Le miro.

-Cuentame cómo te convirtieron... y qué eras antes.

- ¿Cómo me convirtieron en esto? - pregunta. Guarda silencio unos segundos, recordando - Había dicutido con mis padres y me escapé - sonríe un poco - Que estupidez, por no dejarme entrar al equipo de baloncesto... al caer la noche hacía frío y me cole en el metro... un segurata me perseguía asi que corri, por lo túneles... - se estremece - Y él me encontró, mi Sire... fue muy... doloroso...

Le escucho.

-... ¿Cuando fue eso?

- Hace... unos tres años... - responde.

Joder... incluso es más joven que yo...

-... ¿Y sigues en contacto con tus padres?

-... ¿Por qué fué sentenciado? -... y entonces empiezo a sospecharlo-... ¿Qué edad tienes?

... Dios...

-... Abrazar a un niño... es un delito grave.

Nunca se abraza a los niños por una buena razón. Tendrían la apariencia de un niño para siempre, y no solo eso. Puede que nunca llegue a madurar si no le enseñan a hacerlo.

-... ¿Qué pasó después?

... Siento verguenza por mi mismo... Tratar así a un niño...

-... Yo... tampoco tuve la oportunidad de elegir, chaval. Sé lo que es eso.