Sangre al despertar (11/12/09)

Aquel susto fue suficiente para que volviese a la realidad. Antón no quería verme con ella... formaba parte de su naturaleza megalómana...

No pude tocarla esa noche... solo quería dormir...

Despierto cuando vuelve a caer la noche.

Emile no está en la cama contigo.

Me sorprende que no esté... pero no quiero pensar mal. No debo preocuparme tan pronto. No se qué ha pasado.

Me visto y bajo las escaleras.

La sala de música está vacía.

Antón está en salón, sentado en su sillón frente a la chimenéa, con una copa en la mano.

-... Sí... pero me he sobresaltado un poco al despertar...

Me mantengo en silencio unos segundos. No estoy enojado, pues no se que ha pasado, pero no doy ninguna evidencia de estar contento.

-¿Dónde está Emile?

- Pasó todo el dia practicando, según me han dicho mis ghouls... ahora esta redecorando el salón de actos a su gustoo, como le di mi consentimiento de hacer para que se sintiera cómoda... - hay unos segundo de silenciom luego se da la vuelta para mirarte, percatándose de tus inquietudes - ¿Por qué lo preguntas con tanta gravedad?

... Menos mal... solo estaba viendo fantasmas donde no los había.

-... Nada padre... solo me alarmé... normalmente despierto junto a ella... Pensé que había pasado algo.

- Estáis bajo mi protección y en mi refugio. ¿Algo como qué? - insiste.

-... De nada... es solo mi mente paranoica...

Tiene razón, pero debo estar abierto a cualquier posibilidad. Ya ha sido sorprendido en el pasado y ha estado a punto de morir.

-Pensé que si le había pasado algo a ella era porque también le había pasado algo a usted.

- ... Ya... - responde con suspicacia, luego vuelve a mirar al fuego, en silencio.

Admito que también sentía miedo... por el autocontrol de Antón...

Y ahora me siento avergonzado.

Empiezo a caminar, en dirección al auditorio, en silencio.

El salon de actos está muy cambiado, recién pintado, con un tlón nevo, los tablones arreglados... Emile dirije toda la operación, mientras los ghouls complacen sus caprichos.

Tengo que disculparme con Antón... sé que puede ver a través de mí... pero siento verguenza por mi mismo...

Espero que si ve a través de mí, vea también que me siento mal por desconfiar.

Intento olvidarlo, distraer mi atención centrándome en el espectáculo que hay en el auditorio, con Emile dirigiendo la preparación.

Cuando te ve se acerca a ti.

- ¿Puedes creerlo? Puedo cambirlo como quiera... lo primero que he hecho ha sido quitar la trampillla y la soga - susurra.

Me alegra ver que está bien.

-La soga no será necesaria en el concierto, y si es posible, no lo será nunca más... -digo, besándola.

- Ojalá tuvieses razón... pero no creo - responde, abrazándote - ¿Viste cómo me miró anoche? Ese monstruo me odia...

-No... no te odia... -digo, abrazándola tambien unos segundos-... Te lo explicaré más tarde...

Miro el ambiente. Parece que falta poco para estar todo preparado, y aún faltan dos días. Vuelvo a mirarla.

-... Cuando el concierto termine, te haré un regalo.

- No creo que puedas darme aún más de lo que me das - dice besándote de nuevo.

-¿Qué te apuestas? -pregunto, sonriendo.

Miro a mi alrededor.

-Te está quedando genial la sala.

- Sólo espero poder borrar el mal recuerdo que tengo de este lugar - se abraza un poco a si misma, como si le recorriera un escalofrío.

Me coloco a su espalda, colocando mis manos alrededor de ella.

-Al final solo quedan los buenos recuerdos... -susurro a su oido... y entonces coloco mis labios en su cuello, bebiendo de ella un poco, lo justo para que no se sienta cansada o mareada.

- Sí... creo que esto no lo olvidaré... - responde ella cuando terminas.

Paladeo un poco la sangre que queda en mi boca poco después de terminar y trago. Es increiblemente sabrosa... Esta chica es maravillosa.

La beso en la mejilla, y vuelvo a centrarme en el escenario.

-¿Qué es lo que falta?