Extrañas conclusiones (15/12/09)

Llego a casa de Antón en poco tiempo. No sé que pensar de lo que he visto al llegar. Claire me preocupa... y cada vez estoy más de acuerdo con Antón.

Entro en la casa.

- ¿Ya estás de vuelta? - pregunta Antón, consultando su reloj de bolsillo.

-Cuando llegué, vi que no había nada que hacer... estaban preparándose, entrenando y ese tipo de cosas.

Pero tampoco es que llegue muy contento.

-Aunque son bastante humanos por ser jóvenes, en ciertas cosas no tienen reparos morales.

- ¿Como qué?

-... Le han encontrado una utilidad a la muda -acabo diciendo.

- Bueno, es normal, las alimañas no suelen tener mucha moral...

-Supongo... y supongo también que no me puedo sorprender si ella está de acuerdo.

Me quito la chaqueta.

-Me pregunto por qué habrían abrazado a cada uno... ¿Ha ocurrido algo mientras estaba fuera?

- No, Emile está practicando en la sala de música... nada más.

Alzo las cejas.

-La verdad es que cuando la escuché tocar en el concierto me dejó alucinado... Me sentí en un mundo distinto, no había escuchado antes música como la suya... de hecho, en Londres no se hablaba mucho de ello.

Paso al salón mientras hablo con él.

-Me cuesta adaptarme a esto. No tengo ningún talento que valga la pena aplaudir, y rodeado de esos vampiros ricos... noto como si sobrase. Sabes que de donde vengo los modales no son una virtud.

- Tonterias, yo creo que eres portentoso - sonríe - No me importa tanto para lo que vales, como lo que vales.

-... La verdad es que a veces siento cierta envidia de tu clan... lo que sois y lo que podéis hacer. Todo sería más fácil si fuese como vosotros.

¿Por qué cuento esto?

-Hablo por hablar, no me hagas caso... -trato de cambiar de tema-... ¿sabes algo de Basile?

- Le tengo trabajando - responde -, tiene que ganarse el sustento, ya sabes... Por cierto, en unos días hay una interesante exposición, deberíamos ir. No debemos descuidar tu cara al público... Pero antes... me gustaría conocer a tus perros de guerra.

¿Conocerles? Mal asunto.

-... Quieres decirles el motivo de su reclutamiento, ¿no? -pregunto con tranquilidad y aceptación, temiendome y esperando la respuesta.

- Quiero decir... conocerlos. Ya sabes, echarles un vistazo.

- Si les avisas no tiene demasiado sentido ¿no crees? Necesito saber su valía, su fondo, su modo de ser... Todo lo que pueda servirnos

- Sí, bueno, espeaba que vinieras... son tus perros.

Perros...

-... ¿Cuando iremos?

-... Mientras intentes ser... sutil... me doy por satisfecho.

Ya que hablamos del tema, creo que va siendo hora de informarme de los Tzimisce.

-... Creo que es hora de empezar a informarme de los Tzimisce... tal vez el li... Alan, ya tenga algo sobre ellos.

-Alan admitiría que su madre es Nosferatu antes que eso... A su juicio, no me debe nada.

Me paso la mano por la boca, pensativo.

-... Una ayuda para cargarse a los Tzimisce no la negará, pero eso no me garantiza que su información sera de fiar.

-... Pero saben lo que es sobrevivir... de eso sé bastante. Dudo que rechacen nuestra ayuda.

Paso mi lengua por los labios fugazmente.

-Sólo tengo que asegurarme de no convertirme en su carnaza.