La exposición de los horrores 19/12/09

Otra vez. Me persiguen. La música suena atronadora en mis oidos... todos caen. Uno a uno. Huyo, mi padre solo sabe decirme lo avergonzado que está... Keven me pregunta por qué constantemente. Y cuando esa bestia va a agarrarme, cambia de opinión y coge a Arnold. "Esto es lo único que te queda que yo no he tocado, ¿verdad?" Lo tortura... grita... no puedo ayudarle... no me dejan... no, no ¡NO, NO NO NO!!

//Fdv//

El miembro 'Berenice' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 4, 3, 1, 9, 4

//FdI: Que día más bueno para fallar esta tirada xD//

Arnold está ahogando gritos de dolor, como siempre.

//Fdi: na, si ya tengo costumbre de que las mejores tiradas me salgan cuando no las necesito y viceversa//

Me incorporo un poco temblando, tratando de tranquilizarme, pero no puedo. Al verlo así es como si estuviera de nuevo en la pesadilla... ¿no habrá logrado introducirse en sus sueños y...? No, estoy divagando, estoy paranoica. Le abrazo fuertemente, susurrando su nombre al oido, como si fuera lo único importante en el mundo, rezando para que no le pase nada. Tengo mucho miedo... mucho.

Sigue retorciéndose, hasta que finalmente abre los ojos, con la respiración agitada, sudando sangre. No dice nada, se queda mirando al techo.

Sigo abrazándole. Todavía le veo... le veo llendo detrás de mí... a por lo que más amo.

-Arnold... Arnold... no dejes que te coja... no por mi culpa, por favor.-digo angustiada, medio perdida en mi pesadilla.

- ¿Qué dices, Berenice? - pregunta extrañado, con el humor habitual de las mañanas.

-Me persigue... me sigue persiguiendo, puedo sentirlo.... va tras de mi y todo lo que amo... te cogía, él... él... me eseñaba como... como... te torturaba... se reía ... no dejes que te coja, no por mi, no por mi...

- No digas tonterías.. sólo son estúpidas pesadillas, no son reales - se levanta - No puede cogerme. Voy a ducharme, hoy tenemos prisa.

Me quedo ahí un momento, intentando concentrarme. Es una pesadilla, solo una pesadilla... no van a cogerle. Espabilate: esta no es la mejor noche para ponerse así. Me levanto, y por última vez hago esa cama... centrate, centrate. Hoy tienes que estar concentrada. Tienes que estarlo. Si de verdad quieres que eso no suceda tienes que estarlo.

Él sale.

- Venga, vamonos.

-Sí.-digo dandome un suave golpe en ambas mejillas, para terminar de centrarme.

Arnold baja.

Voy rápidamente tras él y le pregunto:

-¿Y Lucía?

- ¿Eh? Ah, joder, el puto perro - se da la vuelta y sube - Venga, tira, coño - oyes que la dice desde arriba.

Lucía baja, malhumorada.

-Tranquila, Lucía. Hoy estamos todos muy nerviosos.-digo, esperando que Arnold nos guie a donde nos tenga que llevar.

Cuando bajais todos están preparándose. Hay dos automóviles, una furgoneta y un monovolumen.

- Subid a la parte de atrás de la furgoneta.

-Bien.-Cojo a Lucía de la mano y la meto conmigo, sentándola a mi lado en la furgo.

Los niños suben también con vosotras, con los bates de baseball.

- ¿Puedo pegar al perro? - pregunta uno de ellos, señalando a Lucía.

-No.-Digo suavemente, ya sin tenérselo en cuenta. Si es que son así.- Es mejor que te reserves para lo de esta noche, que parece ser muy duro, ¿no crees?

- ¡Va a ser genial! - los tres niños chocan los bates en alto como si fueran las espadas de los mosqueteros

-Ánimo.-Digo sonriendo a mi pesar. No puedo evitar pensar que me recuerda cuando de pequeña nos decían que nos ibamos a meter en el territorio de algún capullo para asegurar nuestro territorio...

Cuando llegáis, Arnold abre.

- Quédaos aquí, madre vendrá luego a buscaros.

- ¡Vale! - dicen los niños a la vez.

- Vosotras no salgáis bajo ningún concepto - os ordena Arnold - Si todo sale bien, vendremos a sacaros, si no, agachaos.

Madre... desde luego son como una familia... Miro a Arnold con decisión mientras le digo:

-De acuerdo. Y Arnold, ni se te ocurra morir.