La exposición de los horrores 19/12/09

- No está en mis planes - dice cerrando la puerta.

-Bien.-susurro para mí con una sonrisa. Aún así activo mi habilidad Auspex para ver si oigo algo o lo que sea. Odio las esperas. Y ahora no me queda más que esperar.

Empiezas a escuchar cómo llegan los coches, al menos siete. Los niños están excitados, intentando mirar por las ventanillas sin delatarse, pero los automóviles no pasan por allí.

Indico a Lucía que se agache un poco. Me asomo lo justo para que no me vean y ver que pasa fuera.

No se ve nada de interés desde el callejón en el que estáis, como mucho un coche o alguien pasando por delante.

Vuelvo a sentarme como estaba. Tal y como están las cosas, mi oido será más útil que mis ojos. A seguir esperando.

Oyes cómo alguien da la bienvenida a los invitados, y luego pasan al interior, donde no puedes escuchar casi nada.

Mmm... sólo queda estar alerta. Sin embargo, no puedo evitar que la preocupación asome en mi rostro.

De repente, comienzan a oirse disparos en el interior, y las puertas de la furgoneta se abren.

- Vamos a jugar, niños - dice Petra, y los chicos salen corriendo y gritando, eufóricos, en dirección a la masacre. Su "madre" cierra la puerta y les sigue.

-Lucía, ¡Al suelo!.-digo cuando se han ido. Miro con cuidado por las ventanas, procurando que no se me vea. No, si desde luego se han montado una buena fiesta. Lo que daría por tener un arma...

Las balas, de momento, se limitan al interior del edificio, ninguna ha tocado la furgoneta todavía.

-Lucía, busca a ver si encuentras algo que nos pueda servir para defendernos.-Confio en Arnold, pero nunca viene mal ir preparada. Además, algo habrá en la maldita furgoneta...

Lucía busca hasta dar con vuestros objetos personales. Entre ellos, está el arma que trajo Lucía.

-Bien, estate preparada...

/Fdi: ¿Qué arma es? presupongo que una pistola, pero tú dirásXD//

//FdI: Sí, una pistola //

Noto como mi cuerpo se pone en tensión. Aunque ha pasado mucho tiempo desde la última escaramuza, aún recuerda como va la cosa. Da igual lo que pasara en mi pesadilla. Estaré preparada para lo que venga.

Finalmente, los tiros dejan de oirse y reina el silencio.

Vuelvo a mirar, intentando ver si Arnold o alguien a salido del lugar.

No ves nada, todo está (¿demasiado?) silencioso. Recuerdas la pesadilla... no puede ser pero... no puedes dejar de recordarla. ¿Estará bien Arnold?

Me muerdo el labio, angustiada. Si se trataba de una operación rápida ya deberían haber salido. Que no haya movimiento después de tanto ruido es de lo más sospechoso... pero él dijo que no nos movieramos. El dijo que no moriría. Qué hago...

-Lucía, ¿tú que opinas? ¿Estarán bien?

- ¿Cómo quieres que lo sepa? - pregunta Lucía.

-Yo... no sé que hacer.-Cuando sabiamos que alguno de nosotros corría peligro, íbamos a ayudarle, pero también sé que peligroso puede ser prestar una mala ayuda. Pero si le pierdo... sea como sea, esto parece que va a acabar muy mal.-Lucía, voy a salir. Y tú vas a hacer una cosa, ya te has metido demasiado en esto. Dame la pistola, sal de la furgoneta y escóndete en un sitio seguro hasta que vuelva. Con un poco de suerte, me encontraré con Arnold y volveremos. Y Lucía, hazlo, si no sé que estás a salvo no podré moverme bien y podría ser peor. ¿entendido?

- ¡No! No te dejaré ir sola...

-¡Vas a dejarme! Criaturas como estas acabaron con la vida de nuestra familia así sin más, y no eran los únicos humanos que murieron. Al ser una de ellos tengo alguna ventaja, pero tú eres humana. Lo que yo pueda aguantar a tí te matará. No me hagas cargar con tu muerte, porque no se la locura que haría.

Ella frunce los labios, te da el arma y sale, obedeciendo.