Herencia (21/12/09) (Miller)

-Nada. Sólo quiero llevarles a esos Sabbat esa destrucción que tanto adoran.- Se acabó, Arnold. Si crees que esa secta que te ha metido en la cabeza que debes cometer actos atroces es más importante que cualquier otra cosa, te voy a enseñar lo que es sufrir en tus propias carnes esa destrucción. Y ante todo, no voy a permitir que toqueis el pelo a ningún inocente. No va a sufrir nadie más por estar en el sitio equivocado en el momento equivocado.

Su determinación es nueva, no me creo esa respuesta, pero no voy a oradar más. Determinación es lo que necesito.

Guardo los cuchillos en la bolsa.

-Mejor...

Basile llega al cabo de un rato.

- Ey, tío, cuánto tiempo - dice dándote un caluroso abrazo - Y tan elegante... Antes no vestías así ¿eh?

No puedo evitarlo, sonrio, y acabo abrazándole también. Pocos amigos voy a tener como él.

-Mi ropa de calle está en la tintorería -le digo, antes de separarme de él-... Me alegra que estés bien.

Entonces le miro.

-Tenemos trabajo, Basile, y no será fácil.

- Estoy informado - dice guiñándote un ojo -. ¿Quién es tu amiga?

-Ah, em... Te presento a Berenice, de los Toreador -luego me giro a Berenice-... Este es Basile, de los Gangrel, un hombre en el que se puede confiar.

-Un placer, Basile.-Digo ofreciéndole la mano.-Ojala nos hubieramos conocido en otras circunstancias, pero es lo que hay.

Él te da la mano, sonriendo.

- Nunca se conoce a nadie tan bien como en las peores circunstancias.

No puedo evitar una sonrisa. La alegría de este hombre es contagiosa.

-Tienes más razón que un santo.-Miro a Curtis.-¿Nos vamos?

Espero que se lleven bien... Será mejor asegurarnos de que está al tanto.

-¿Qué sabes hasta ahora de lo que pasa, Basile?

- Que unos sabbats que destriparon a 7 de los nuestros han dejado atrás un refugio que vamos a investigar, resumiendo.

-Ocho, fueron ocho.-¿Qué pasa, que mi padre no pinta nada aquí o qué?

Veo la reacción de Berenice... Ya veo...

-Tú y yo tenemos que hablar... -le digo, dándole una palmada en el hombro-... Vamos a ir al refugio de mis hombres, tendrás que seguirnos con tu coche.

- Vamos, pues.

Recojo las cosas del suelo, la bolsa llena de armas y los lanzallamas.

-No somos los reyes magos -digo, cargando las cosas-... y no vamos a repartir juguetes.

Salimos de la casa, y guardo las cosas en el maletero, donde están la ametralladora y el cuchillo del ghoul sabbat.

Ayudo a Curtis con las cosas, y cuando todo esta guardado, nos subimos al coche. Arrancamos y nos vamos al refugio de los hombres de Curtis.