Prisionero o rescatado (21/12/09)

- ¿Te refieres a si antes o después de su proposición de matarme? - pregunta con un tono indescifrable y sereno - Desde antes.

Frunzo el ceño, y me inclino un poco hacia delante, apoyando mis antebrazos en los muslos.

-... El miedo hace decir cosas que no pensamos.

- Cierto, pero no es el caso - responde -. Asíque no puedes ¿Eh? Si no lo harías ¿Mmm?

-Montas conclusiones demasiado deprisa -le digo, levantándome despacio, sin mirarle todavía-... He tenido un montón de oportunidades para matarte, y no lo he hecho. ¿Acaso eso no cuenta?

Suspiro.

-Si quisiera que murieras habría dejado que te desangraras esa vez para que esos niños te aplastaran la cabeza con los bates.

- Y sin embargo, y a pesar de todo, te tienta la idea - afirma, no pregunta -. Y de todas formas... te vas a marchar.

Me giro hacia él cuando dice eso, algo enfadado.

-¿Nunca te hablaron de lo que es la privacidad? -digo, con cierto enojo, me ha leido el aura. Hablo rápidamente-... ¿Cuantas veces me has visto hacer lo que yo quiero por egoismo? No eres el único vulnerable a la bestia, ¿sabes? No tienes ningún derecho a juzgarme por lo que pienso, mis actos hablan por si mismos ¿no?

- Sí - asiente -. Mañana te vas de esta casa - añade antes de salir del cuarto.

Pero que... que...

No tiene ningún derecho a pensar así de mí, ¡ninguno!

Me pongo una mano sobre los ojos... Cabrón...

Mi mano abofetea una de las lámparas de mesa que hay en la mesita de noche, cayendo al suelo.

¿Quiere que me vaya? Bien, me voy. Me pregunto por qué coño me estoy esforzando en nada, por qué permanezco en esta casa, por qué permito que la traten como a una esclava, por qué...

¿Por qué tengo que ir a la caza de Sabbats?

Que se maten. Que se maten Camarillas y Sabbats y me dejen en paz. Estoy hasta los huevos de tener que tragar mierda por nadie.

Me hecho en la cama y cierro los ojos. Mañana voy a hacer lo que tenía que hacer desde el principio, ser egoista.