Derrotados... ¿o no? (26/12/09)

- Ya es hora de que aniquilemos a unos cuantos de esos anarquistas.

- Señor, yo...

- Una palabra más, basile, y correrás su misma suerte.

- ¡Pero será una masacre! ¡Para ambos bandos!

- Se acabó ¡a las celdas!

Mierda...

-... Basile, cállate, maldita sea...

Dejo la copa.

-... Acompáñame, Basile... y tú, Berenice, lleva arriba a Vic, con Mario y Jorge, ahora estoy con vosotros.

Asiento. Cojo a Vic, y en cuanto veo a Ronald le pido ayuda para subirlo. Después, subo como me ha dicho Curtis.

Basile va contigo, en silencio, mientras los demás acompañan a Berenice.

- Llévatelo a las celdas - advierte Antón, luego murmura - Ratas anarquistas en mi propia casa...

Procuro no contestar... Bajo con él al sótano. Cuando estamos solos, hablo.

-... Joder, Basile. Arriesgo el pellejo para sacarte de un hoyo y cavas otro más hondo con pico y pala.

Una vez arriba, apoyo a Vic contra la pared, y trato de despertarlo.

-Joder... no hagas esto, despierta.-Pero si la sangre no funciona no sé que más hacer.

- No lo entiendes, Curtis, son buena gente, por lo menos Alan... no quiero que los masacren por mi culpa... no otra vez... - se mete en una de las jaulas.

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Vic no responde

No, no... no puede estar muerto, no. Miro a los otros.

-¿Se os ocurre algo para despertarlo?

Tengo que parar a Antón. Cierro la celda.

-... Haré lo que pueda. Pero no vuelvas a hacer nada tan temerario coño -digo, volviendo a subir.

- Está muerto... - dice Mario, pasándose la mano por la frente.

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Antón está en el sofá, mirando el fuego con cara de pocos amigos. Probablemente, nadie puede acercarse con seguridad a él en este momento... excepto tú.

- ¿Qué? - pregunta, hoscamente.

-No. Tal vez sólo esté en letargo.-Vamos a probar... si tiene aura, tiene que estar vivo.

//Auspex 2 perc+emp, 1Fdv//

El miembro 'Berenice' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 8, 9, 10, 8

¿Como empiezo?

-... ¿Puedo hablar contigo ahora que nadie molesta?

Su aura tiene una luz muy muy tenue, a penas puedes captarla.

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- Habla.

-Está vivo. Su aura... es muy débil, pero está ahí.-Miro la botella. No puedo hacer que trague, necesito una jeringuilla.- Esperad un momento.

Busco a un ghoul, eso si, sin bajar al salón. Le pido que me traiga una jeringuilla.

-...

Me acerco, despacio. No me siento, me quedo a su lado, junto al sillón...

-... Sé... lo que la ira puede llegar a hacer dentro de un hombre... pero parece que lo tuyo va más allá... ¿por qué les odias?

- No creo que lleguemos a ninguna conlusión productiva con esta conversación - responde.

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Los ghouls se apresuran a traerte una jeringuilla.

-Gracias.

Cojo la jeringuilla y voy donde Vic y los otros.

-Ronald, sujetale como lo estaba haciendo Basile.

Mientras lo sujeta, me las apaño para introducir la sangre en la jeringuilla, y cuando lo tiene bien agarrado, se lo inyecto.

-Estaos vosotros también atentos...

Todos se ponen en tensión, pero no hay reacción aparente por parte de Vic.

-... Probémoslo entonces...

Le miro a los ojos.

-... Te he visto enojado otras veces, pero esas veces conseguía hacerte entrar en razón... sin embargo los anarquistas realmente los detestas, no quieres escuchar a nadie, ni a Basile, ni a Berenice ni a mi... Esto no es una simple cuestión de territorio o de respeto, me habrías matado nada más conocerme de ser así...

Le miro. Mi voz no es de interrogatorio, en mi cara se ve preocupación.

-... ¿Qué ocurre, padre?

- Cuando supe que... iban a matar al único chiquillo que me quedaba... preferí que dejase la Camarilla a que le quemasen vivo. Se lo entregue al antiguo lider anarquista, para su cuidado. Dos noches más tarde estaba envuelto en llamas en el Eliseo.

Me lo temía... sólo se enoja así cuando se trata de sus chiquillos... Seguramente por intentar esconderlo después de decretar su muerte, le quitaron el derecho a la progenie.

Lo siento por ellos... tuvieron que ser muy queridos... Tal vez sea hora de decirselo.


-... Padre... permiteme hablar con franqueza...

Me paso la lengua por los labios. Hablo con seriedad, aunque a veces me tiembla levemente la voz... puede que en parte sea un puto sentimental.

-Desde que te conocí he tenido tiempo para pensarlo. El dolor que sufriste... y que aun sufres por su muerte no lo puedo ni imaginar. No voy a hacer como que sé de lo que hablo, no sé lo que es perder un hijo...

Inspiro.

-... Pero... sé que el Antón de aquellos días todavía está ahí... debajo de todo ese odio acumulado durante medio siglo. Intento escarbar para desenterrarlo, pero necesito que me ayude por el otro lado...

"Menuda chorrada" estará pensando seguramente... pero espero que me escuche.

-Mira, no te estoy diciendo esto por ninguna razón egoista, ni para remover en llagas para hacerte daño, nada de eso... Tú mismo sabes que han pasado muchisimas cosas que me han llevado a odiarte, despreciarte, temerte, enfrentarte y muchas cosas más en el pasado... pero... -unos segundos de silencio-... Ahora tengo algo parecido a una vida, y tú formas parte de ella, de la gente a la que quiero.

Cht.

-Llámame estúpido, arrogante, gilipollas, todo lo que quieras, pero quiero salvarte, maldita sea. No dejaré que te pase lo mismo que a tu linea de sangre, porque desde luego no quiero perder a lo único que conozco que se parece a un padre.

Pongo una mano en su hombro...

-... Y cada vez que te creas enemigos... o intentas satisfacer a la Bestia... tengo más miedo de que eso pueda pasar...

Él sube su mano hasta la que tienes apollada en su hombro, conmovido.

- Demonios, chiquillo... - se queda unos segundos en silencio, luego palmea tu mano, con cariño - Está bien, está bien... no teñiré de sangre anarquista las calles de esta ciudad.