En tierra de lobos (19/01/10)

... ¿Estoy muerto?... no puedo pensar con claridad...

Notas un ligero escozor en los ojos, pero nada más, durante un par de horas, hasta que oyes ruidos de patas y pies acercándose. Al momento están retirando la arena y te sacan de tu agujero.

Esta vez unas manos son las que te agarran y te arrastran un poco por el suelo, dejándote bocabajo.

- ¿Pero es vampiro? - la voz suena joven, aunque no puedes ver a la propietaria -... no, ya, pero yo que sé, estaba puesto al sol ¿no?........ ¿Y porqué no se mueve?.......¿Que tiene qué?

Notas que te dan la vuelta, y entonces ves a una chica, de no más de 16 o 17 años. También ves allí al lobo, ambos te miran desde arriba.

- ¿Crees que será por eso?.... Vale, no me llames tonta - parece hablar con el lobo -.... pero no sabemos qué hará... Está bien, eso parece buena idea.

Entonces el lobo gruñe y envuelve tu garganta con sus fauces, parecen bastante fuertes, y los dientes están afilados y bien colocados sobre la yugular. Entonces la chica extrae la estaca y te mira, expectante.

Noto como recupero la actividad de mi cuerpo.............. procuro mantenerme tranquilo... miro al lobo... tiene razones para comportarse así... y luego miro a la muchacha.

Me siento hecho polvo.

-... Tú me salvaste la vida... -digo al lobo.

- ¿Qué eres tu? Responde - espeta la chica, con los brazos en jarras.

- ¿Qué es eso? ¿Qué son los Tremere? ¿Camarillas?

- ¿Mag...? Oye, no nos vaciles, lo-que-seas.

El lobo gruñe amenazadoramente en tu cuello.

-... No tengo motivo para mentiros... ni puedo escapar... -miro al lobo-... si quieres puedes soltar mi cuello o degollarme... no te culparía.

Total... ahora no sé si por mí mismo podré sobrevivir. Mi ama seguramente está muerta...

- ¿Pero qué eres?

-... Algo parecido a un vampiro... Me crearon así... O eso tengo entendido...

La miro...

-Y tú... ¿puedes hablar con lobos?

- Él es como yo, pero hablamos con todos los animales, sobretodo yo... ¿Porqué estabas ahí en el arbol?

-... Me dejaron morir ahi... para que el sol me volviese polvo...

Miro al lobo.

-... Me salvaste la vida... no teneis nada que temer de mí.

El lobo mira a la chica, la cual asiente, no sin añadir:

- Es muy rápido, puede cogerte así como si nada si te mueve mal ¿eh?

El lobo te suelta.

Lentamente me levanto... sin movimientos bruscos... Paso mi mano por mi pecho...y por mi ala rajada.

Entonces miro al lobo... parece... tan majestuoso... Lentamente me coloco sobre una rodilla.

-... Es la primera vez que veo un animal real... -sonrio un poco-... Me gusta.

- No es un lobo, es un gangrel, como yo - se rie - Pero no toma nunca forma humana.

- Sí, más o menos... de menos rango, según parece.

Me inclino un poco más... veo la cola... Tal vez tenga lado animal como nosotras las gargolas.

Muevo la cola un poco, sonriendo.

-Aun así está muy bien... Y además me ha salvado... ¿como os llamais?

- Pues a él le llamo Lobo, y a mi me llaman tú pero... me llamaba Liz.

-... Liz... y lobo... -procuro recordarlo.

Sonrio un poco más... me levanto un poco, despacio, y me acerco a lobo con cuidado... para despues agacharme otra vez.

-... Gracias... -digo, sincéramente.

El Lobo te mira y saca la lengua, parece contento.

No sé que es lo que tiene... pero me gusta. Tal vez sea su forma de animal... diferente... o esos ojos... distintos a los de un humano, como distinto soy yo. Me quedo mirándolos unos segundos.

-Parece muy noble... -digo, de mejor humor. Visto así... sin mostrar los dientes no parece tan amenazante... incluso parece... simpático.

Muevo la cola un poco, comportandome también en parte como la porción animal que tengo en mi interior debido a mi condición de gárgola... pero después recurro un poco más a mi lado razonal. Evito la tentación de tocarlo, dudo mucho que confie en mí hasta ese punto.

-Supongo que también entiendes lo que digo... Te debo la vida... Alguna noche te devolveré el favor.

Me levanto despacio... Me paso la mano por el pecho y los costados... aun me molesta la herida del pecho, y creo que tengo cardenales de las patadas de esos tipos... y los golpes en el maletero del coche.

Suspiro dolorido... Me quito los retales de mi disfraz, ya no me sirven llenos de agujeros por los disparos y la puñalada de la estaca. Miro a mi alrededor... y luego miro a Liz.

-... ¿Dónde estamos?... no hay ciudad... -digo, observando la naturaleza.

Ahora que lo pieso... puedo contar con los dedos de mis manos las veces que he salido de la misma... siempre con Jill, nunca sólo.

- No, en la ciudad nos matarían. Vivimos aquí, en el bosque.

-... Supongo que de momento a mí también...

Miro al cielo nocturno.

-... ¿Entonces vivís solos en estos bosques?