Callejón sin salida (18/01/10)

Escucho, en silencio... yo no he estado en ninguno de esos momentos. Espera... ¿se refiere a cuando habló por lo de Vic? Pienso en mis experiencias en esta casa.

-Si que las tengo... y recuerdo el día que habló Claire. Fue valiente. Fue increíblemente valiente. Recuerdo el día que regresó. Me sentí contenta de que estuvieramos todos juntos, de que pudieran estar juntos. Usted estaba... tan triste sin ella, y ella le echaba tanto de menos...-sonrio un poco, recordando.-También, en una ocasión, cuando yo estaba tan mal por lo de Lucía... Basile me devolvió la esperanza. Estuvimos hablando, un rato... tiene una energía interior que es contagiosa. También...-añado con algo de tímidez- cuando dijo que eramos una familia. Fue... un momento algo confuso para mi pero... importante para mi. Y ... hubo un momento... con Arnold y con Elliot, viendo una pelicula... No son los únicos. Creo que en esta casa cada pequeño momento de paz, cada momento de alegría ha sido un recuerdo feliz para mi.-Sonrio algo más.- Quién lo iba a decir, ¿verdad? Con la entrada tan accidentada que hice a esta casa y las ganas que tenía de volver aunque solo fuera de visita. Os he echado mucho de menos..

-... Recuerdo cuando... pintaste aquel cuadro... y cuando me regalaste este anillo... -sonrio-... Nunca me sentí tan honrado como cuando lo hiciste.

- Recuerdo cómo me daban las gracias los ghouls por haberte devuelto a la casa, Curtis, y cómo cuchicheaban asombrados sobre tus dibujos, Berenice.

- Yo... recordaré... esta noche - dice Claire - Estos recuerdos... Esta paz... todos juntos...

Antón se vuelve y la besa, emocionado.

Abro un poco los ojos, sorprendida cuando menciona lo de los dibujos. ¿Cuándo los han visto los ghouls? Luego escucho a Claire. Sonrio, ojala pudiera darle esta paz y tranquilidad siempre, a ella y a todos... También desearía que estuviera aquí Basile. A fin de cuentas, esto es una despedida, ¿verdad? Quisiera poder despedirme de él, pero al menos está lejos, a salvo... o eso espero. Y él va a salir adelante, pase lo que pase, lo que me tranquiliza mucho.

-Oye Curtis... perdona lo de antes, estaba muy nerviosa.

-... No importa... -digo, bajando la vista, y dando un trago.

Tiene razón...

Doy un trago... y miro mi anillo... La herencia de mi padre... pude evitar que cayese víctima de la bestia...

Acaricio la joya roja... y luego miro al cuadro... sonrio al ver a Emile...

*Quizá sea un iluso pensando que queda alguna esperanza... Pero no pienso rendirme.*

Se hace un denso silencio.

No se me ocurre nada más que decir, la verdad. Me alegra poder disfrutar de su compañia, y tal vez las palabras ahora lleguen a ser un estorbo, más que otra cosa. Por otra parte, no puedo evitar preguntarme como es que Pompignam, o alguno de sus perros no se ha presentado aún aquí. Tal vez quiera hacernos sufrir con la espera... pues lo siento, pero cuando llegue, llegó, ahora estoy con mi familia y voy a disfrutarlo.

-... Puede que no lo diga muy a menudo... -digo, mirando a Berenice, recordando sus palabras-... Pero quiero muchísimo a esta familia.

- Y yo os quiero a todos...

- Y yo.

Sonrio.

-Yo también os quiero. Le habeis dado a mi vida un color que no tenía en San Francisco.

-... Que sepas... que si alguna vez digo que te voy a matar... no debes tomarme en serio, significa que te aprecio -digo... tratando de introducir un poco de humor si cabe... pero incluso me cuesta hablar.

Rio un poco.

-Eso funciona bien en la calle, pero en estas circunstancias es muy bruto. Tienes que pulirte un poco, hermano.

Claire y Antón sonríen un poco. Entonces oís cómo golpean la puerta con fuerza.

Me pongo seria.

-Parece que ya está aquí.

- Llevad a Claire arriba y ocultaros - dice Antón a los ghouls, no sin antes tobarla un beso y sonreirla, como si no pasara nada... pero todos sabeis que finge.

Vuelven a llamar.

-Daros prisa.-Me levanto.-Vamos, Curtis. No vas a ir solo.-Además, tengo una sospecha. Si Villón nos ha quitado la protección... ¿Quién me dice a mi que no son esos dos?

Los miro.

-... Juntos...

Vamos hacia la puerta.

Antón se mantiene a un paso tras vosotros.

Cuando abrís la puerta veis a cuatro tipos trajeados.

- Buenas noches, somos los nuevos azotes.

Es acojonante la velocidad con la que Pompignam los ha sustituido. ¿Los tendría de reserva o se los ha sacado de la manga?

-Buenas noches, caballeros. ¿Qué desean?-Calma.

Me mantengo en silencio de momento... por una vez... no quiero estropear las cosas más todavía.

- Una fuente fidedigna nos ha informado de que hay ciertas irregularidades en esta casa, debemos revisarla. - de momento parecen menos brutos que los anteriores perros de Pompignan.

Frunzo el ceño, sin entender. Creía que vendrían directamente a por Curtis... o quizá a por mi. ¿Pero revisar la casa? Dirijo una breve mirada a Antón. Sigue siendo el señor de la casa.

-Perdone, pero... ¿qué tipo de irregularidades?

-.... ¿Podemos pasar? - mira a Antón.

-... No.

Me quedo con la cara de los azotes... aunque conociendo a Pompingan, no tardarán en ser sustituidos de nuevo.

No digo nada aun.