En la linea de salida (21/12/09)

Llamé, avisando de que ibamos, antes de iniciar la marcha. Tardamos poco en llegar, y aparco como siempre, a una manzana de distancia. Una vez bajamos, me pienso seriamente lo que voy a subir... Dejo las armas grandes dentro del maletero y saco la bolsa. Es lo único que puedo llevar con la seguridad de que nadie vea lo que llevo.

-... No vamos a correr riesgos -me digo a mi mismo.

- ¿Les tienes bien adiestrados? - pregunta.

-Harán lo que les diga... pero no están muy curtidos todavía -digo, de camino al refugio-... Son cinco.

-¿Sabes al menos cuales son los puntos fuertes y los débiles de cada uno?

-... Tienen ciertas aptitudes... no muchas, pero es mejor que nada -digo, recordando cuando me hablaron de sus aptitudes-... Pero sus curriculums son flojos...

Ya subiendo las escaleras, hablo.

-Dos son fuertes, uno medianamente rápido, uno que parece un camaleón y una mujer... bastante resistente al parecer... Pero son un guarda de seguridad, un estibador, una trabajadora social, y no se que más... y al parecer, el camaleón tiene la boca muy grande.

- Bueno, es mejor que nada, amigo - te anima Basile.

Me quedo pensando un momento.

-Bien, entonces el guarda al menos sabrá disparar. Y al camaleón habrá que dejarle claro lo poco que le servirá que no le vean si le oyen. La que me preocupa es la trabajadora social. Recuerdo vagamente alguno que intentó ayudarnos por no se qué proyecto... y no acabó muy bien. Más que por no saber luchar, por lo importante que era para él ayudar. No tenía lo que hay que tener para sobrevivir en esas circunstancias, y si normalmente es difícil disparar la primera vez, no me quiero ni imaginar lo que será con esa mentalidad. Y no podemos dudar.

Lo que dice es innegable.

-Les dije que practicaran para el cuerpo a cuerpo... Algo habrán conseguido, espero.

Llegamos a la puerta, y toco.

Oyes la mirilla abrirse al otro lado, luego abren la puerta.

- Señor, buenas noches... Caballero... señorita... - saluda a todos.

-Buenas noches Vic... -digo, pasando despues de asentir a modo de saludo. Observo el ambiente.

Paso tras Curtir.

-Buenas noches.

No parece que estuvieran entrenando en este mismo momento.

- Buenas noches - saludan algunos.

Les miro a todos. No parezco alegre por esto, pero desde luego no parezco un señor psicopata y sin escrúpulos.

-Este es Basile. Nos ayudará también con la tarea que tenemos por delante -procuro ser breve-... Hemos sido informados... Encontramos el refugio... pero está vacío.

Les doy unos segundos.

-Vamos a ir allí... tenemos que investigar, a ver qué descubrimos.

- Bueno, mejor vacío que lleno ¿no? - dice Mario.

Basile le mira.

- Deberías aprender a contener tus palabras; algunos pueden tomar a mal tu humor - dice simplemente, consiguiendo que se calle.

-Será mejor que te tomes esto en serio, porque no podemos asegurar que esté tan vacío o que no nos espere una sorpesa. A ver, ¿cuantos de vosotros creeis que teneis mejor vision espacial y cuantos que os apañais mejor cuerpo a cuerpo? Y más importante, ¿Cuántos de vosotros os habéis metido alguna vez en una pelea seria de verdad, dode hayaís tenido que golpear bien fuerte a vuestro adversario?

Me mantengo en silencio, son preguntas que vienen en buen momento.

- Ehm... bueno, a mí no se me da mal el cuerpo a cuerpo, ni a él - dice Vic señalando al estibador -. Pero creo que ninguno hemos estado en una pelea.... mortal.

Todos parecen algo nerviosos ahora.

Miro su reacción... sabiendo cómo vivian antes, es normal que reaccionen así. No es malo tener miedo.

-Una pelea mortal... Es normal que tengáis miedo... -digo, hablando en general-... Muchos habéis pasado vuestra existencia inmortal escondiendoos. Sé lo que es eso, no os engaño.

Miro uno a uno a todos mientras hablo.

-Pero tened en cuenta una cosa. Los Sabbat... sólo conocen el lenguaje de la sangre, y no pararán hasta que París sea destruida y conquistada. He visto a inocentes arrastrados por ese egoismo de otros. Deben ser detenidos, ahora es el momento. Luego será demasiado tarde.

-Solo hay una forma para dejar de permitir al miedo dominar nuestra vida.

Inspiro un poco de aire.

-No voy a esconderme más... -digo, con convicción, y con voz firme-... Nadie tiene derecho a echarnos, destruirnos y cojer lo que quieran, arrastrando a los que no tienen oportunidad de defenderse a un lado. "Yo voy a luchar"... Vosotros os protejeis entre vosotros, porque nadie más lo hace... Entendéis lo que pasará si la ciudad es arrasada.

Los miro a todos.

-No somos animales, ni debemos permitirles hacer lo que quieran con nosotros -digo, firmemente-... No pienso vivir con miedo, y vosotros tampoco deberíais. Pelead a nuestro lado, y dejémosles las cosas claras.

>>¿Qué decís?

- Lucharemos a tu lado, jefe. - dice Vic, y uno por uno todos dan su aprobación.

Miro a Basile... ver su cara, sintiendo orgullo... teniendole a su lado y la lealtad de estos hombres... Viendo esa determinación en sus ojos, me hace sentir capaz de cualquier cosa. Asiento...

-Lucharemos.

- Precioso... ¿Nos ponemos en marcha?

Asiento de nuevo.

-Tenemos algo para vosotros -y paso la bolsa a Vic.

- Wow... - dice mirando en el interior. Coge un arma y pasa la bolsa.

-Tened cuidado con eso. No son juguetes ni aseguran al cien por cien nuestra seguridad. Lo que si lo hará será el trabajo en equipo y nuestra decisión de proteger lo que más amamos. No os hagaís los heroes y confiad los unos en los otros no queremos que nadie muera. Cada uno tenéis vuestros puntos fuertes, vamos a aprovecharlos al máximo. No voy a dejar que nadie muera, pero necesito que esteis concentrados, decididos y compenetrados. ¿Podemos confiar en vosotros?

//Fdi: Merito de voz XD//

Vic te mira.

- Puedes confiar en nosotros - luego se vuelve hacia Miller - ¿También es nuestra jefa, jefe?