En la linea de salida (21/12/09)

- Como siempre, hermano - responde.

Asiento. La asistente social... ¿no?

-Bien, tened esto muy en cuenta. Cuando estais peleando no solo estais vosotros y vuestro oponente. Teneis un entorno del que os podeis valer, ya sea para esconderos como para tender una trampa. Aprovechaos de todo lo que tengais a mano, cualquier cosa puede llegar a ser usada como arma. Una buena capacidad observadora y analitica puede llegar a ser tan útil como poder correr deprisa o tumbar a uno de un puñetazo. También conviene usarla para estudiar a vuestro oponente. Podriais encontrar un punto débil y usarlo en su contra o una apertura por donde podáis atacar. Por otra parte, es muy importante que sepais cuales son vuestros fuertes y vuestras debilidades, para que podais hacer un buen uso de ellas y que no os entorpezcan.-Paro unos segundos, para que asimilen lo que les he dicho.- Ahora, importante, ¿seriais capaces de clavar una navaja o pegar un tiro a alguien? No me refiero a capacidad de destreza, sino a conciencia. Sed sinceros.

- Puedo hacerlo - dice Vic.

- No es que sea un sádico, pero si me atacan me defiendo ¿sabes? - dice Mario, despreocupadamente.

- No lo sé... - responde el estibadur - Nunca me he visto en la situación....

- Ni yo - añade Jorge, serio.

- No creo que pudiera... me temblarían las manos... - dice la trabajadora social.

¿Y pretendía Curtis mandarlos a pelear contra unos Sabbats?

-Sé que esta situación no es sencilla ni ha sido elección vuestra. Pero lo queramos o no, estamos aquí. Yo tampoco tuve elección en mi día, y hoy simplemente hay que seguir adelante y luchar. Además, no estamos peleando por fines egoistas. Vamos a proteger esta ciudad y la gente que nos importa. Admiro tu trabajo.-digo mirando a la trabajadora.-pero me temo que es muy ingenuo. Al menos en estas circunstancias. Me temo que no nos va a quedar más remedio que pelear con todo lo que tenemos, queramos o no. Por que sino, seremos aplastados junto con el resto de la ciudad. Bueno.-digo con una sonrisa.- Yo aún no he perdido la esperanza. Y me habeís dicho que puedo confiar en vosotros.-Cojo una pistola y se la tiendo a la trabajadora, seria otra vez.- Piensa que la gente con la que nos enfrentamos son unos asesinos sin escrúpulos. Jamas serán juzgados en ningún tribunal, y la única manera de detenerlos es esta. Si todavía tienes parientes vivos, de la misma manera que la casualidad te trajo aquí, podría provocar que se cruzaran con ellos, y no tienen en buena consideración a los humanos. No estamos peleando para matarlos, sino para defender a quienen queremos y lo que creemos. Miraos los unos a los otros, ¿seriais capaces de cargar con la culpa de que un inocente muriera por no ser capaz de acabar con el culpable? ¿o a un compañero por no haber sido capaz de disparar a tiempo? Ellos no... no se merecen nuestra piedad. Ni la han tenido ni la tendrán con nadie.-digo lo último con cierta tristeza.

Entramos en el momento que dan esas respuestas... Si dudan... tenemos un problema.

-Además, nuestra misión no es asesinarlos, caballeros, es detenerlos.

Avanzo un poco, hasta quedar a la diestra de Berenice.

-Matar a un vampiro de por sí es algo dificil. Sin fuego, luz solar u otros medios especiales, los medios tradicionales sólo los inutilizarán y dejarán en coma, a menos que su corazón o su cabeza sean destruidos por completo.

Miro a los que dudan.

-No dudéis cuando sea el momento. Esa fracción de segundo salva vidas si se usa correctamente.

Los (ya no tan) huerfanos, asienten, meditando vuestras palabras.

-¿Hay alguno que se atreva con las pistolas? Es recomendable que también lleveis escondidas alguna de estas.-digo señalando a las dagas y las navajas.-El elemento sorpresa suele ser el que más ayuda en una situción desfavorable.

-Sin duda -digo, mirando a Berenice. Mejor será ayudarla un poco-... Atended los que no sepáis.

Saco mi pistola, despacio. La miro, y veo que tiene el seguro puesto. No apunto a nadie, la mantengo siempre baja.

-Los modelos no son los mismos, pero la idea es la misma -empiezo a explicar. Señalo las partes del arma-... Culata, cañón, punto de mira y gatillo. No tiene misterio, se apunta y se dispara. Pero antes debéis estar seguros de que el seguro no esté puesto. Si no, pasa algo así.

Aprieto el gatillo, y se oye un "clic", no hay disparo.

-Mientras no debáis disparar, mantened el arma baja. Sed también conscientes del número de balas, porque mientras podáis disparar y el enemigo esté lejos, podréis evitar el cuerpo a cuerpo. En caso contrario es cuando el cuchillo y vuestras habilidades deben usarse.

Guardo la pistola.

-Los revolveres tienen seis balas, pero son más potentes. Las otras pistolas tienen más munición. En ambos casos, no se debe malgastar.

-Un par de consejos a la hora de disparar: Cuando apunteis mantened los dos ojos abiertos, y no apunteis a la cabeza. Si no teneis experiencia ni suficiente punteria es muy facil que falleis. Apuntad al torso. En comparación, la cabeza es un objetivo pequeño y dificil. Si fallais, gastais municion, le dais el tiempo suficiente a que reaccione, y la bala perdida puede dar a un compañero. Una bala en el torso puede dañar...-paro un momento, iba a decir "puede dañar un organo vital".- Lo suficiente.

Ellos escuchan vuestras indicaciones, con más o menos interés, pero todos con atención.

- Creo que podremos manejarnos, jefe - dice Vic.

-Esto... me imagino que tendreis un nombre aparte de profesión, ¿no?

... Cierto, casi nunca me acuerdo de sus nombres... Intento recordar los que me dijo Vic.

-... Soy fatal para los nombres... Creo que Saray... y Jeaneu.

-Bien, entonces vamos.

Ellos asienten, confirmándolo.

- Son todos algo timidos, ¿no? - te pregunta Basile.

Miro a Basile.

-En ciertas situaciones, ser así salva vidas.

Mando un mensaje a Triage, mientras hablo.

"Necesito la dirección."

Triage te envía el mensaje de vuelta, con la dirección. y añadiendo un "tened cuidado".

-Hora de irse -digo, guardando el teléfono-... Tenemos basura que recojer.

-Entonces vamos. Por cierto...-le comento la manera en que se me ha ocurrido hacer uso de Mario.

-Habría que probarlo primero...

Pero no tenemos mucho tiempo.

-Si después de esta incursión no tenemos nada, veremos qué tal le sale. Vamos, tenemos trabajo.