A solas con el Príncipe 23/01/10

- ¡¡¿¿ME VAS A DECIR LO QUE PUEDO Y LO QUE NO PUEDO HACER, LASOMBRA??!! - se levanta bruscamente.

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- Como tú, me temo...

Sonrio, con cierta resignación.

-Una cosa es querer esconder nuestra palidez de los humanos, pero esto es exagerado. Pero al menos estamos...vivos.-Miro a mi alrededor, con auspex activado. No quiero más malditas sorpresas.

....

Tengo que hablarle y no amilanarme o no me escuchará.

-Señor, ¿cree que le digo esto por gusto o para cabrearle? Mire a su alrededor. ¡Por una vez escúcheme, deje de mirarme como a un lasombra y mire a su alrededor!

Trago saliva.

-... Va a morir gente. Mucha gente inocente señor. Ha visto a la resolución a la que han llegado... han venido más de treinta detras de usted y berenice, han prendido fuego a mi refugio creyendo que allí estaría ella, seguramente a otros muchos tambien... Y claro que puede destrozarme ahora si le place por lo que digo... pero no puede hacerlo todo sólo. Tiene que dejar que lo ayuden. Yo estaría dispuesto a ello, y otros también...

Aprieto un poco la mandibula.

-Haré lo que usted diga, pero por favor, escuche lo que le digo... Berenice casi muere por esto...

Te mira, fijamente.

- Emile estaba en el Eliseo - lo suelta como una bomba, como si no hiciera falta decir más para que fueras consciente de la tragedia.

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No ves nada alrededor.

Vuelvo a intentar con Auspex.

El miembro 'Berenice' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 5, 9, 7, 8

.............

.....No.....

Todo se me derrumba... Emile... Dijo que la protegería... dijo...

Caigo de rodillas al suelo...

-...No...

No es verdad... no puede estar muerta.

-... ¿Está muerta?

- No lo sé. Pero cuanto más tiempo paso fuera del Eliseo más posibilidades hay de que no lo esté.

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Nada.

........................ Si llega a estar muerta, no lo dudaría. Me metería la pistola en la boca y apretaría el gatillo.

Emile me necesita.

Me levanto con decisión en la cara.

-Haré lo que usted diga, majestad.

Miro en dirección a donde debe estar Berenice.

-No podemos dejar a Berenice sóla. Tenemos que marcharnos de aquí señor. Tengo un coche cerca.

-...Al menos parece que ya no queda nadie.-tenía miedo de que ese assamita estuviera aguardando en las sombras, pero no veo nada. Miro los cadáveres, pero dudo que haya habido tanta suerte. Miro en la dirección en que Curtis se ha ido... vuelvo a intentar ponerme de pie, pero solo logro caer de forma aparatosa sobre mis rodillas. Mierda... no sé si estos dos han dejado de pelear, no sé si Curtis habrá llegado a ponerse en medio... y Pit bull, Arnold...Elliot. La casa estaba en llamas... tengo que... trato de ponerme en pie de nuevo.

Villon te agarra de la ropa y te arrastra a toda velocidad de vuelta.

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Vas a volver a caer, pero entonces, tras una ráfaga de aire, notas que alguien te sostiene. El Príncipe, te mira, tiene a Custis colgando agarrado por la ropa y lleno de polvo.

-¿Pero qué...?-suelto sorprendida. Veo como lleva a curtis como si fuera un fardo.-¡Curtis!

Joder, desde luego es sutil. Noto como mi cuerpo se llena de magulladuras y polvo conforme me arrastra con la velocidad de un formula uno.

Cuando llego, la miro.

-... Hola de nuevo... -me limito a decir, algo dolorido.

Suelta a Curtis, dejándole caer al suelo sin miramientos.

- Se ha escapado, el muy desgraciado, rata traicionera...

Toso un poco, mientras me levanto.

-... No tenemos tiempo, debemos marcharnos enseguida...

Entonces me acuerdo del estacado. Voy hasta él.

-Vámonos, rápido. El sol se encargará de limpiar esto. Tengo un coche cerca de aquí.

Se lo digo cuando retiro los tentáculos y me lo pongo al hombro. Podremos usarlo para que nos cuente lo que sepa.

-Es el único superviviente. Algo debe saber. Podremos utilizarlo.

-No me gusta tener que decir esto, pero si ha escapado tal vez sea por dos motivos. El primero que no quiere luchar, y menos matarte; el segundo que se de cuenta de que este no es momento para pelearse. No podemos entretenernos...-Miro a Curtis.-Curtis...¿Sabes algo de los demás?

-Berenice, te contaré todo lo que sé, a los dos, pero no aquí, no es seguro...

Miro a Berenice y a Antón. Luego miro al príncipe.

-Señor, por favor, ayúdeme a llevarles al coche.

- Sí... venga - te empuja con brusquedad y coge a Antón y a Berenice - A ver si puedes ir algo más rápido, estúpido Lasombra.

Hago uso de la celeridad que todavía late en mis venas, y busco el coche donde lo dejamos.

No hay tiempo para celebrar nada, lo de hoy ha sido una tragedia.

-Por favor, rebajemos las hostilidades al mínimo, ¡no es momento! Tenemos que cooperar para resolver este embrollo.-Digo mientras me agarro a él lo mejor que puedo, con una pequeña mueca de dolor (malditas quemaduras). Sí que pulió mi lengua padre, sí.

Cuando estais llegando donde el coche... veis que ha desaparecido.

-... Qué cojones...

Miro a mi alrededor.

-... Se lo han llevado... mierda...

Doy un pisotón al suelo, frustrado.

-Busquemos otro coche y larguémonos de aquí.

-Estamos en pleno bosque... a menos que nuestros perseguidores vinieran en coche, no encontraremos ninguno

- Puede que lo hicieran, pero si nos venían siguiendo desde el lago está lejos, y es un peligro volver allí.

-.......... Si hay problemas nos ocultaré con mis sombras. Tenemos que continuar hasta la ciudad.

Aprieto los labios por un momento.

-Yo no puedo ver más allá... tendréis que ser mis ojos para lo que no pueda ver.