Disimulando en el Elíseo (13- 12- 2009)

//FdI: Viene de aquí//

Entro de nuevo, mirando atentamente lo que me rodea. Me siento fuera de lugar, con mis ropas "recicladas". Al menos procuro no ir harapiento, como Dorian... Lo mejor será buscar a alguien no demasiado superficial. Se supone que esto es lugar abierto a todos los clanes, ¿no? Igual encuentro a alguien como yo. Busco algún detalle en la gente que me recuerde a... bueno, a las peculiaridades de mi Sire.

/FdI: Tira Per + Ocul //

Percepción + Ocultismo:

El miembro 'Lucio (& Dorian)' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 6, 7, 9, 8

No tardas en dar con un pequeño grupo, dos mujeres y dos hombres, y sus... peculiares características (no tan llamativas como las de tu sire) te indican que se trata de miembros del clan Gangrel.

Me acerco a ellos y me quedo a una distancia prudencial, aunque sin esconderme, mientras olisqueo el aire. Esto es una lata, aunque a veces es útil. Me acerco un poco más y hablo.

- Buenas noches.

- Buenas noches... - titubean al saludarte.

Les tiendo la mano.

- Me llamo Lucio, encantado. Pertenezco al clan Gangrel, y he pensado que sería buena idea presentarme como es debido.

Hablo en un tono educado y poco llamativo, no me interesa que todo el Elíseo sepa mi nombre y mi clan. Paranoia otra vez, supongo.

Ellos parecen calmarse cuando escuchan tu nombre, y te dan la mano.

- Ya decía yo que era raro que uno de estos estirados se nos acercara - dice una de las mujeres, riendo.

Sonrío complacido y de forma sincera. Es curioso, me siento como con Dorian o mi Sire.

- ¿De verdad parezco un estirado? Bromas aparte, acabo de llegar con un compañero, buscamos un desaparecido, y monsieur Pompignan ya ha tratado de echarnos, así que no entro con muy buen pie, que se diga.

- ¿Y quién entra con buen pie con ese...?

Una de las mujeres chista al hombre, evitando que haga un comentario inapropiado.

- ¿A quién buscáis? - pregunta la otra.

- Un Gangrel que responde al nombre de Miguel. Es... mi Sire. Desapareció hace algo menos de un mes, y un Malkavian que viajaba con nosotros, el compañero que he mencionado, dijo que estaría aquí. Por norma general no me habría fiado, pero estaba realmente convencido. Además, es la única pista que tengo.

- No me suena ningún Miguel... ¿Y a vosotros? - pregunta el hombre.

Las mujeres niegan con la cabeza.

- ¿Es posible que no pasara a presentarse? - pregunta una de ellas.

- El simple hecho de que se fuese sin decir nada, y no sólo a mí, sino a mi compañero Dorian, ya me incita a sospechar que no ha venido de motu propio. Lo que no me imagino es quién podría estar interesado en él.

- Nos mantendremos alerta... ¿Dónde podríamos localizarte?

- Lo cierto es que no tengo refugio fijo. No solemos vivir demasiado en sociedad... Creo que en uno de los distritos al sur hemos visto un parque, Dorian estará allí, y supongo que es donde yo también descansaré hoy. En última instancia, yo puedo pasarme por aquí cada dos noches o así, por si acaso. ¿No sabréis dónde puedo conseguir un callejero, o algo que me ayude a localizar los puntos críticos de la ciudad?

- Pídeles a los ghouls un callejero - propone el hombre.

- Eso haré, mil gracias. Por cierto, no sé vuestros nombres, ¿cómo os localizo si vengo por aquí?

- bueno, no solemos estar por aquí, sólo esporádicamente.

- Nos encontraras mejor en los campos Eliseos.

- Entonces he tenido suerte de encontraros. Gracias por vuestro tiempo, espero volvamos a vernos pronto. Un placer.

Hago un gesto de despedida con la cabeza y me acerco a uno de los ghouls.

- Disculpe, me han dicho que usted podría proporcionarme un callejero de la ciudad. Acabo de llegar, y necesito saber localizarme, ya me entiende.

- Por supuesto - dice entregándote uno.

El callejero tiene detrás, anotados, los distritos que pertenecen a cada burgomaestre.

- Perfecto, justo lo que buscaba. Gracias, buen hombre.

Echo un vistazo al mapa y memorizo los lugares más importantes, y los parques de los alrededores. Nunca se sabe.

- ¿Tiene hora? No suelo usar reloj...

- Son las 4, señor - responde.

- Bueno, creo que no es tan tarde. Antes de aventurarme a la ciudad, ¿cuál es el territorio anarquista? No me gustaría acabar donde no debo...

- Ehm... bueno... Las Torres es uno de los lugares menos recomendables, señor.