Noticias (10/12/09)

Mi mano tarda un poco en dejar de apretar... Varias gotas de mi sangre se escurren al exprimir el cristal y caen al suelo... Una minucia comparable al dolor que sentí en aquel almacen...

-... No. Quiero que venga... -empiezo a decir, más calmado, pero serio-. Yo no me escondo... no más.

No he apartado la vista del fuego en ningún momento.

-... Cuando la vea seré un caballero... al menos aquí podré hablar con ella con tranquilidad. Tengo algo que decirle...

Se puede reflejar en mis ojos el fuego de la chimenea.

Antón suspira, preocupado, llamando con un gesto a un ghoul, que va por una venda.

- No quiero que te granjees enemigos... hazme caso, chiquillo, y no le eches nada en cara, ella no lo entendería.

-No le echaré nada en cara... sé por qué lo hizo. No será mi enemiga, pero desde luego tampoco mi aliada. Puede ser la tuya, pero mía no.

Noto cómo el ghoul atiende mi mano. Algo innecesario. Con sanarla los cristales saldrían de la carne por si solos... Pero no me apetece usar sangre ahora.

-... Por lo que a mí respecta, esa vástago no es nada.

- De acuerdo... ¿Podrás contenerte cuando la veas?

-Lo primero que haré será besarle la mano y preguntarle cómo le va...

*Dependiendo de como siga, veré cómo actuo*

No soy de los que toman venganzas, pero tampoco soy de piedra.

-Procuraré ser sutil.

- Me alegra oir eso, el estoicismo es una virtud encomiable... perdóname si la invitaión te ha parecido una ofensa, chiquillo...

-No hay nada que perdonar... -digo, quitándole importancia.

De hecho, mirándolo por otro lado, disfrutaré como un enano hablando con ella.

-¿Vendrá alguien más que conozca?

- Algunos de aquellos con los que hablamos en el Louvre... el resto no les conoces, pero es bueno que vayan conociéndote.

Suspiro, después de casi un minuto de silencio.

-... Necesito tomar un poco el aire...

- Márchate ya, si quieres... Te deseo suerte. Sé un poco más duro hoy... no digo que les mates, ya sé que eso no lo harás, pero son unos cobarde empedernidos, haz que eso juege a tu favor, no en tu contra.

No si... creo que ya tengo bastante mala leche para empezar bien la noche.

-... Descuida... Iré a despedirme de Emile antes de irme...

Empiezo a caminar, con paso enérgico, en dirección a la sala donde ensaya Emile.

Emile está revisando partituras, eligiendo, agobiada pero feliz, algo distraida no se da cuenta de tu presencia.

Me doy cuenta de que es mejor no molestarla... tiene cosas en las que pensar, como para que la distraigan. Vuelvo con cuidado sobre mis pasos.

Me acerco de nuevo a Antón... Para despedirme.

-... Procuraré volver pronto, padre.

El sonríe, no termina de acostumbrarse a que le llames así, y lo disfruta cada vez que esa palabra sale de tus labios.

- Te estaré esperando, chiquillo, no tengas prisa.

Asiento y empiezo a caminar en dirección a la salida.

Melissa... Esperaré impaciente a que aparezca.

Abro la puerta, y salgo.

/Los perdidos 2, calles de la fortaleza (10/12/09)/