Nuevos reclutas (14/12/09)

- Ehmmm..... ¿una qué? - pregunta Mario.

- Creo que se refiere a lo de no mostrarnos a los humanos - contesta Vic.

Suspiro...

-Supongo que no muchos lo sabéis... desde las cazas de brujas de la inquisición hace casi medio milenio, los vampiros fundaron la Camarilla y acordaron ocultar su existencia a los humanos... es por eso que ahora mismo no hay aldeanos con horcas y antorchas rodeando el edificio, ni tampoco cazadores fanáticos de la iglesia con estacas y gasolina.

Es curioso que un Ex Sabbat tenga que dar una lección de historia.

-Tenéis que ser discretos. Aunque penséis que algunos humanos tacharán de loco a alguien con la boca muy grande contándolo todo, otros no lo harían. Entonces sería el momento de correr.

- Comprendido - dice Vic.

El resto asienten.

-Bien.

Me paso la mano por el cuello, inclino un poco la cabeza y mi cuello cruje audiblemente.

-... Será mejor que me vaya por ahora. Procurad descansar un poco. Sed buenos... -y suelto una broma para relajar el ambiente-... y nada de golfas después de las seis.

Todos rien un poco, y efectivamente pareces distendir el ambiente.

- Ya has oído Mario - bromea Jorge también.

Mario hace un amago de golpe y ambos rien, parecen buenos amigos.

- Pase una buena noche, jefe - dice Vic, tras sonreír también por el ambiente humorístico, probablemente no podían relajarse así desde que les abrazaron.

-Llamadme Curtis -digo, antes de salir por la puerta.

/Retorno a la mansión, refugio de Antón (14/12/09)/