Buscando opciones - 1:00 - 16/12/09

Llego sin problemas hasta la discoteca de Josephine, aparco y espero a que acabe la cancion antes de apagar el motor. Es entonces cuando desciendo y me aproximo hacia la entrada, dando al boton de las llaves que cierran el coche a la vez que se ilumina. Me encuentro con los porteros de frente, ignorando el resto de la cola.

- Me esperan... *aparta*- digo suponiendo que no tardara en dejarme paso libre, y solo era el primero de tres seguratas que deberia flanquear.

- ¿Nombre? - pregunta, imperturbable.

- Johan Dur...- no se si ahora que sabe el nombre se dara cuenta de que tiene delante. Lo que seguro que sabe es que no todos los mios responderian tan bien como yo a cosas como esta. Una vez me deje paso ire hasta el siguiente control, a ver si no me hacen perder mucho tiempo...

Él mira la lista, luego se aparta, alguiene en la cola se queja cuanto quita la cinta.

- Buena noche, señor Dur - dice inclinando un poco la cabeza mientras te cede el paso.

Paso y me encamino hacia el siguiente segurata. En el camino noto el palpitar de los corazones a mi alrededor, siguiendo un ritmo frenetico por debajo de la musica, incitandome... quizas luego los pruebe. Una vez llego al siguiente control doy mi nombre, a ver si no tengo que esperar demasiado.

El segura lo comprueba en la lista.

- Adelante, señor Dur, le esperan.

Y vamos directo al tercer segurata. Esta zona ya era mas tranquila, y llego en solitario hasta el tercer puesto de guardia. Le digo mi nombre y empieza a teclear la clave para abrir la puerta. Una vez la entra aquella sala privada se abria de nuevo frente a mi, mi mirada busca a Josephine para acercarme a ella. En cuanto doy con ella realizo una leve reverencia ya desde la distancia y luego comienzo a avanzar lentamente, con una sonrisa cordial en mi rostro.

- Buenas noches, Johan, qué alegría verte... - dice avanzando hacia ti, mientras sonríe igualemte. El pintor está al fondo de la sala, haciendo un cuadro de su dueña y señora. La hermana de Joseph también está allí.

- Buenas noches, el placer es todo mio querida... - y coloco mi mano pidiendo la suya, para besarla. Uso un tono entre formal y con cierta confianza, creo que ambos nos la damos mutuamente pese a lo sucedido anteriormente.

En la sala localizo a Lion, o lo supongo ya que no lo conozco, cosa que Josephine ya debe saber. A quien no veo es a Joseph... mis sospechas parecen mas reales.

- Que de tiempo, sus guardias ya no reconocen ni mi cara- bromeo ligeramente - ¡oh! veo que el artista esta trabajando... no querria ver nada que no debiera... - comento, como una disculpa anticipada, sabia que Josephine queria tenerlo solo para ella de momento.

- Sin duda- confirmo sus teorias - Ahora que hablas de eso, hoy me visito ... mmm... Rotweiler...- Autodisciplina, sus enseñanzas y de ahi a las mias, podia entender facilmente que era la continuacion de la conversacion - para comprobar si cumplia con mis enseñanzas en Paul - alzo un poco los hombros, queriendo indicar que no se porque dudaban, aunque si lo sabia.

- El "nietecito" de Pompignan... es un desgraciado que nos abe hablar sin decir una soez... ¿Qué tal te ha ido la cosa con él?

- Pues no ha sido muy agradable... pero podia haber sido peor... No le caigo muy bien al primogenito, el otro dia en el Louvre ya le asegure que estaba cumpliendo con mis tareas, pero tuvo que mandar a su lacayo a comprobarlo. O mas bien a ponerme a prueba...- digo tranquilo, como si solo fuera un incordio menor.

- Pompignan puede ser realmente desquiciante cuando quiere - sonríe - Cuando quiere. Sii no le caes bien te aconsejo que hagas todo lo que te diga hasta que se canse de provocarte sin obtener respuesta.

-Eso intento... eso intento- repito una segunda vez mas para mi - La verdad es que creo que se acordo de mi al verme en el Louvre, pero bueno, espero pasar su prueba pronto. - como si me quedara otra... - Bueno, ¿y a ti te va todo bien?-

Rio ligeramente.

- Si, ya veo... Oh... perdoname, se me ha olvidado por completo traerte ese especimen que te prometi. Para que probaras si la sangre influia en las aptitudes- concreto, y dejo que vea como miro alrededor, buscando - por cierto... ¿y Joseph?...- intuia la respuesta pero queria asegurarme, esta era la forma en que debia preguntarlo. Como si no me esperase nada, una parte mas de la conversacion, preguntas por curiosidad...

Si al menos me hubiera sido util... No estaba hecho para este mundo.

- Ah, disculpeme de todas formas por ello... y si, esperemos que Lion cumpla las espectativas- digo sin saber muy bien como solventar el asunto con palabras, aunque ella no me culpe - tengo una duda, si no le molesta, ¿por que escogio a Joseph? no conteste si no quiere- digo con el tono debido, entiendo que pueda ser doloroso o incomodo hablar de su hijo muerto, o... asesinado por ella misma...

- Tenía un gran talento pero... le faltaba rodaje, era demasiado... autónomo, me gusta mantener a mis chiquillos cerca ¿comprende?

Joder, si Joseph es el autónomo y la respetaba de esa forma, no quiero imaginarme su hermana... Y no me ha concretado el talento, que era lo que yo dudaba... por lo que imagino que seria buen pintor.

- Es del todo normal, querida... Escogemos a alguien entre tantos por unas cualidades concretas, dándole nuestra confianza y apoyo, sacrificando nuestro tiempo para ayudarles a mejorar e incluso tentando un poco a la suerte por si no se comportan como es debido... Pasa inevitablemente a ser alguien muy cercano y no es fácil separarse, del todo normal...- Aunque no a todos les cuesta tanto liberar a sus chiquillos. - Le deseo lo mejor para con Lion... - Bueno, le había hecho perder a uno y le había dado a otro... - ... esperando también que el cumpla como es debido, claro.-

- No es tan bueno como Joseph, pero tampoco lleva tanto conmigo, estoy segura de que mejorará enormemente,, tiene mucho talento que pulir. ¿Qué tal va tu vida, con respecto a lo demás?

- Pues no me puedo quejar, digamos que he conseguido aumentar mi negocio. - sonrío - ... ya te imaginas, negociar, mover unos hilos y zanjar. Lo difícil es encontrar al que este dispuesto a vender. Y bueno, también me he permitido pasar unas noches de ocio. Vamos, lo normal. A ver cuando se viene conmigo a pasar un poco el rato - le guiño un ojo, sugerente a la vez que bromista.

- ¡Ah, está aún lejos de disfrutar plenamente de mi compañía, señor Dur! - bromea (o no) ella también, riendo -. Esa cadena en la que tiene tan buenos contactos, es un dolor de cabeza para mí... - comenta, como de pasada, tras un breve silencio.

De momento se hace la difícil, pero he relajado aun mas la situación entre nosotros donde se me permite bromear incluso.

- ¿Si? ¿y cual es la razón?- digo un poco con sorpresa y con ganas de mejorar esa situacion. Aunque me ahorrare por ahora el "intentare arreglarlo", primero quiero saber que es lo que le molesta.