Enojado (22/12/09)

Me levanto, no mucho más tranquilo que cuando me acosté. Sin embargo, me he hecho a una idea. No quiero seguir donde no me quieren.

Emile está a tu lado, recogiendo la mesilla de anoche.

- Hola, cielo...

Me revuelvo entre pesadillas... se mezclan las imágenes del Rave, Arnold, mi padre, Kéven, Ronald... no... no... ¡BASTA!

//Fdv//

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Me levanto rápidamente, y empiezo a vestirme.

-Deja eso, y recoje tus cosas, nos vamos -digo, seriamente.

Me levanto... curiosamente más despejada que ayer. Me doy una ducha rápida y tras arreglarme, lo primero que hago es mirar el móvil...

No hay nada en el móvil.

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Emile te mira, sorprendida, pero sonríe y no rechista, obedeciendo.

No aparece ni una sola sonrisa en mi cara.

Cuando termino de vestirme, abro el armario y empiezo a sacar cada uno de mis trajes, dejándolos sobre la cama. Me los pienso llevar.

Mejor. Parece que ha captado el mensaje. Echo un vistazo a mi herida en un espejo... buf, seguro que esto deja marca. Salgo fuera de la habitación, buscando a Curtis. Me gustaría bajar directamente al sótano... pero no me parece seguro ir despreocupadamente hasta allí. Seguro que Antón aún se está pensando si no debería haber evitado que Curtis me liberara... Joder, ¿pero qué fue lo que dije que le cabreo tanto? Curtis menciono algo de... que nadie habla de sus chiquillos... Mira, no sé que pasa, pero desde luego no hablé de los chiquillos de nadie. Menudo lio...

Salgo al rellano, y llamo a Raúl.

Raúl va hasta ti, cabizbajo.

- ¿En qué puedo servirle, señor?

-Necesito que me tú o alguno de los tuyos me... -noto la reacción de Raúl-... ¿Qué ocurre Raúl?

... Maldita sea.

-Oye... si es por lo de ayer te pido disculpas.

- No, señor - se apresura a aclarar - Es que he oído que os marcháis, señor.

Veo a Curtis hablando con Raúl en el rellano.

-¡Curtis! Ah, perdona.-Digo mirando a Raúl, esperando que terminen de hablar.

-... No puedo estar en una casa en la que no me quieren tener... ¿Por qué te abates? Lo único que he hecho es dar problemas desde que estoy en esta casa.

Entra Berenice... La ignoro medianamente, solo le digo buenas noches.

-Espera un momento... ¿he oido bien? ¿te vas?

- Buenas noches, señora - saluda Raúl, después se vuelve a Curtis - Vuestra presencia en esta casa ha sido más que bienvenida y... agradecida... por lo que ha... conllevado... - titubea, sin querer ser más claro.

... Le entiendo... He salvado las vidas de los ghouls desde que he venido aquí...

Joder... ahora me ponen en un compromiso... Aparto la vista de él, poniendome la mano en la cara...

-... Me cago en la puta...

Otra vez me he perdido varios capitulos....

-¿Pero qué ha pasado?

Raúl espera, cabizbajo, tu decisión.

Me quedo un momento pensativa.

-¿Y por qué te quedaste aquí en primer lugar? Creía que este era tú refugio... tanto como el del señor Antón. Tiene que haber aquí algo que te hiciera quedarte porque creías que mereciera la pena ¿no?

Se me atragantan estas palabras...

-... Por él... -digo, con angustia en la voz-... Porque lo veo como un padre, porque ví el estado en el que había degenerado e intento ayudarle...

Cierro los ojos...

-Pero ayer me dijo que me fuese... Raúl... ayúdame a meter mis cosas y las de Emile en el coche.

Raúl obedece, sin añadir nada más.

-Para un momento y piensa. Si Claire, Ronald, Lucía y yo seguimos vivos es porque algo estás haciendo bien. No pensarías que sería algo fácil, ¿verdad? Además, ¿estas seguro de que lo que realmente quiere es que te vayas?