¿Un segundo de paz? (12/01/10)

- Parece muy muy buena personna... quizás demasiado. Parece que todo le afecta - guarda silencio un minuto -. Te ha llamado ¿sabes?

Trago saliva...

-... Tal vez no comprendí lo que quiso decirme... -Me paso la mano por la cara-... Está bien, iré con vosotros.

Ella te precede, subiendo a la estancia. Claire te mira cuando entras y sonríe ligeramente.

-... Disculpa... no te entendí bien, claire... ¿qué dijiste que querías...?

Sonrio un poco. Tengo que mostrarme amable...

- Ya lo... haces...

Mantenerla fuera... ¿mantenerla despierta?

Asiento, sonriendo un poco, esta vez de verdad.

-Intentaré mantenerte fuera... pero también necesitaré tu ayuda.

Entonces miro a Emile. Ya estoy de mejor humor.

-... Emile, ¿podrías tocar algo más, por favor?

Ella te hace caso, toca una canción muy alegre, y Claire sonríe.

Me siento en la primera silla que veo, viendola tocar... esa música me calma, y al ver la reacción de Claire, me siento más tranquilo aun.

Por suerte, el daño que le hice aquella vez entre Alan y los suyos no era irremediable.

Me dejo llevar por la música, como si fuese un toreador.

Cuando termina, todos aplauden, menos Claire, que no obstante muestra su aprobación.

- Gracias...

Antón le da un beso en la frente.

Aplaudo también. Estoy muy orgulloso de Emile.

-Bravo -digo sonriendo.

Menos mal que ha funcionado. Claire parece bastante más despierta que de costumbre. Incluso da las gracias. Miro a Claire y a Antón, con media sonrisa.

-Me alegra veros contentos.

- Gracias a ti, chiquillo... - suspira - Bueno, supongo que tendrás cosas que hacer.

Lo miro, me mantengo en silencio un momento. Supongo que querrán estar a solas. Asiento.

-Si nos necesitais sólo llamad -digo, de buen humor.

Le ofrezco la mano a Emile, para que me acompañe de vuelta al dormitorio.

ELla va contigo, sonriente, feliz de haber servido de ayuda.

Cuando llegamos al cuarto, no puedo evitarlo, y la abrazo mientras la beso.

-Estuviste fantástica Emile. Ya no sabíamos que hacer para que Claire volviera en sí. Tu don es increible... gracias.

Le recojo un poco el pelo tras la oreja.

Ella te devuelve el beso, apasionada, y acaricia tu espalda mientras la haces cariñitos.

Siento sus manos, la miro. Es sin duda una mujer escepcional. Despacio vamos y nos sentamos en la cama.

-¿Sabes?... Me sorprendió la reacción que le sacaste a esa muchacha con el mero hecho de hablar. La mayoría de las veces se pierde en sí misma, y lo que ví me hizo pensar un poco... creo que le vendría bien tener una amiga.

La miro, para ver su reacción.

- Sí... echo de menos el contacto con otros... los ghouls de Antón están siempre tan ocupados...

Cierto... quiza les siente bien la compañía mutua.

-Gracias... -digo, acariciando su piel despacio mientras hablo-... Seguro que os llevaréis bien.

Despues de besarla, continuo.

-Recibiremos los planos del local cuando sea de día seguramente, para así poder ponernos con el local...

- Perfecto... me hace mucha ilusión, Curtis.

-Lo se... -digo, acariciándo su pelo.

Lentamente me echo en la cama, bocaarriba, mirando al techo... me lo imagino, con mucha determinación y suerte, podría funcionar...

-Si el local triunfa ¿cual sería el siguiente paso?

- No lo sé... ¿Crees que eso serviría para estar integrados?

-Serviría para empezar...

No quiero desanimarla.

-No te voy a mentir. A mi lado va a pasar bastante tiempo hasta que me acepten y me den permiso... Pero no me voy a rendir por eso.

No voy a dejar que nadie, por muy cabron y poderoso que sea, se interponga entre mi meta y nosotros.

Ella acaricia tu pecho, dibujando círculos al azar sobre él.

- No nos rendiremos, ninguno.

Sonrio, y la beso, mientras una de mis manos pasa entre sus cabellos y otra acaricia su espalda. Siempre tan cordial, siempre tan comprometida, tan fiel, tan... No quiero saber si es cosa del vínculo o no. Ya no... sólo sé que quiero estar con ella.

Miro la hora.

Se ha hecho tarde, queda una hora para el amanecer