¿Un segundo de paz? (12/01/10)

- No responde - te dice al cabo de un rato -. Mandaré a alguien a buscarle.

Mierda...

-... Espero que esté bien... -le miro-... Lo prioritario es mantenernos alerta... quizá deba llamar a Longland y decirle que no podré ir en persona y...

Lo pienso... No... no debo arriesgarme.

-... Joder... cada vez que pienso que las cosas se empiezan a arreglar, se complican más.

- Bienvenido al mundo de la Camarilla...

Suspiro, y me paso la mano por la cara.

//facepalm xD//

-Deberíamos doblar la seguridad... mejor que haya vigilancia toda la noche si hace falta...

Niego con la cabeza.

-Iré a ver cómo está Emile. Estará agotada de tanto trabajo.

- Yo me ocuparé de que mis hombres esten alerta - dice Antón - Y encotraré a Basile.

Asiento. Basile... hermano...

-... Si no lo encontráis, dímelo... Yo ayudaré.

Después de todo, lo encontré la última vez que desapareció... y la anterior.

Subo las escaleras... me detengo delante de la puerta, acordándome de nuevo de Triage. Entonces mando un mensaje con el movil.

"Triage... ahora mismo seguramente me considerarás el peor despojo... pero me gustaría hablar contigo y tranquilizar las cosas. Antes de que lo supieras no hubo problemas... incluso nos ayudamos entre nosotros. Por favor, contesta."

Inspiro y expiro despacio. Entonces entro en el dormitorio.

Finalmente recibes respuesta.

"Sea lo que sea que quieres, no. Deja de contactarme"

Emile sigue durmiendo.

Joder... Triage está cabreado.

"No quería nada de tí, sólo hablar contigo... pero está bien, lo comprendo. No volveré a contactarte si así lo quieres."

Es triste... es un Nosferatu bastante decente...

Salgo de la habitación, y llamo al número de Longland.

La secretaria te pasa.

- ¡Buenas noches! - te saluda él, directamente.

-Buenas noches, señor Longland -le digo, lo más cordial posible-... ¿Le llamo en buen momento?

- Siempre si es para recibirle ¿Qué necesita?

-Verá... -piensa las palabras-... Según los hombres de Pompingan, hay algún vástago suelto que está poniendo en peligro a los que están por debajo de mi señor Carlo Antón. Nos han dicho que estrememos la seguridad. Quería preguntarle si podría anularse o aplazarse la reunión... o enviarnos diréctamente los planos. Si no es posible iré como está pactado, entienda que sólo trato de que sea seguro.

- Ya veo... bueno... enviaré a uno de mos hombres allí... No cree que él pueda correr peligro ¿verdad?

- bien, me parece correcto. Buena suerte con su problema.

-... Le agradezco las molestias. Cuando hagamos las especificaciones para el local, si no tenemos problemas para entonces, le llamaré para concertar cita y así enseñarselas.

Me siento más tranquilo...

-Que tenga buena noche, señor.

- Buenas noches a usted - cuelga.

Cuelgo también, relajando un poco el cuerpo y apoyándome en una pared. Suspiro cansado...

La camarilla es un criadero de complicaciones... y son peores si se trata de un Lasombra.

No me preocupo mucho por Berenice, está a salvo con el príncipe... Pero Basile... Joder, lo echo de menos.

Entro en el cuarto, y me echo junto a Emile con cuidado... Espero un poco, a ver si hay suerte y despierta. A su lado mis demonios personales dejan de atizar con tanta fuerza.

Ella parece sentir tu presencia, y efectivamente se despierta... bueno, más o menos. Se acurruca en ti.

- ¿Ya es de noche? - pregunta.

-... Un par de horas o así tal vez... -le digo, besándola, y dándole las buenas noches-... ¿Dormiste bien? Debías estar agotada.

- Me acosté sobre las siete de la tarde... - bosteza, luego se acerca y te besa.

Mis manos pasan por su espalda, mientras correspondo.

-Trabajaste duro... ¿Cómo quedó al final? ¿hubo problemas?

Bueno, si está aqui, supongo que no... pero nunca sobra preguntar.

- Ningún problema... pero... aún no está acabado... he ido a comprar muchas cosas.

Sonrio... Entonces muerdo ligéramente mi pulgar...

-... Me alegra que todo fuese bien... trabajaste duro...

Acerco la pequeña herida.

-¿Qué compraste?

- Ya lo verás, cuando esté todo puesto... - dice con picardía.