Vampiro con cuerpo de demonio (18/01/10)

El sol por fin desaparece... acurrucado de lado como estoy, me estiro y me incorporo un poco, quedando sentado en el suelo.

Me paso la mano por el cuello... crugiendolo a ambos lados, liberandolo por fin... como siempre, miro mis manos. Grises, de uñas largas, casi garras... siempre me he preguntado un poco por qué soy diferente a los demás, aunque no me interese demasiado.

Miro a mi alrededor... Gris como yo. Sin más luz que la de la bombilla colgando de un cable en el techo. Me levanto... y estiro de nuevo todos los músculos de mi cuerpo, desplegando mis alas en su totalidad.

Hoy es mi noche... todas son mis noches y voy a demostrar lo que valgo.

Me paso la lengua un poco por los labios. Tengo algo de sed...

Estás sólo. Tu chiquilla no ha dormido en el sótano.

No te preocupa, sabes que está con él y que volverá... pero también que cuando vuelva lo hará destrozada, como siempre.

.... Otra vez... mi cria... en manos del señor de mi ama... Cada vez que pasa, no puedo evitar sentirme mal por ella... y enojado con él... pero no puedo hacer nada.

Inspiro y expiro despacio... Siento mi cola agitarse despacio detrás de mí... No puedo salir, el sótano siempre queda cerrado... Pero eso no es un problema para mí.

Elevo la vista... intentando sentir... Esta casa es mi territorio... y como tal, debo saber lo que pasa en él...

//viscerática 1:susurros de la cámara, percepción + alerta 5, para notar a los que están en la casa.

El miembro 'Willy la Gargola' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 2, 3, 1, 4, 2

Oyes a tu chiquilla llamándote.

¿Como?

-........ ¿Kiriah?

No oyes nada más.

.... Quizá una mala pasada de mi mente... pero ha conseguido que me ponga nervioso.

Trato de extender mis sentidos de nuevo... esto no me había pasado antes.

El miembro 'Willy la Gargola' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 7, 5, 8, 3, 6

Escuchas la casa, los dos pisos, incluso el desván por donde están arrastrando un mueble. Escuchas también a tu señora hablando, aunque sin respuesta, puede que por teléfono, en el primer piso. En el bajo, escuchas la puerta de la calle abrirse.

Me mantengo atento a quien sea que está abriendo la puerta.

Oyes la risa de ese horrible señor, y cómo ordena bajar a tu chiquilla, mientras él sube a ver a tu ama.

Tu pequeña baja y abre la puerta... Entra cabizbaja y cierra tras de si.

Me acerco a ella despacio... Maldito...

-... Kiriah...

Se aleja un poco hasta el rincón y se sienta allí.

Me acerco... y me siento también... Sé de sobra lo que le ha pasado.

Yo la abracé... no puedo hacer nada. Lentamente la abrazo, acariciando su cabeza.

Unos segundos después la puerta de salida se vuelve a cerrar.

Al poco rato la puerta del sótano se abre.

- Levantaos, salimos

-... Sí, ama Jill... -digo, como siempre.

Ayudo a mi cria a levantarse... y pongo una mano en su hombro... tratando de darle ánimo... reconfortarla.

Mi ama... estricta, y a la vez indiferente.

- Vamos, no tengo todo el día - dice Jill, mirando con desprecio a tu chiquilla.

Comienza a subir las escaleras.

-... Ven Kiriah... no te separes de mí...

Salgo con ella, siguiendo a mi ama. Trato de pensar en otra cosa que no sea en el sire.

Jill os lleva arriba y os mando poneros esa ropa para salir que os mantiene bastante ocultos.

- Vamos al coche - se dirige a ese gran todoterreno elegante pero espacioso.

Seguimos sus instrucciones procurando ser rápidos... Gracias a los disfraces que nos proporcionó mi ama, podemos incluso parecer algo remotamente humano. La gabardina, el sombrero, la siempre molesta correa para las alas...

Entramos en ese "coche"... para mí siempre ha sido un amasijo de metal móvil. Unas buenas alas son más útiles que todo esto. Por desgracia... no es visto como algo muy normal.

Una vez dentro, con la cabeza baja, la oriento un poco hacia mi ama.

-... ¿Hemos de hacer algo, mi ama?

- Una exhibición. - responde escuetamente.

Una exhibición...

Procuro no hacer más preguntas... me imagino lo que puede ser... Tal vez me ordene combatir. Me mantengo en silencio, con un brazo tras los hombros de Kiriah, para mostrarle mi apoyo.

- ¿Qué tal anoche, esclava? - pregunta a tu chiquilla con una sonrisa de autosuficiencia. Es una pregunta retórica, sabe que no responderá - Otra vez te quedaste fuera todo el día... esa diversión te pasará factura.

Ella no dice nada, cabizbaja, dolida, derrotada y denigrada.

Jill desprecia a Kiriah... lo ha hecho desde que la abracé... Recuerdo la noche que lo hice. No sé por qué... no pensé... Simplemente lo hice. Y casi nos mata al no tener su consentimiento para esto.

Y sin embargo Kiriah sigue así... Con la voluntad de una niña... Supongo que los humanos pasan por algo parecido cuando tienen crias de modo irresponsable. Ahora se siente perdida... y necesita ayuda.

-... Mi ama Jill... le suplico un poco de piedad para mi chiquilla... -digo, en voz baja.