Vampiro con cuerpo de demonio (18/01/10)

El miembro 'Fam' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 9, 7, 3

//FdI: 2 de salud//

El que queda en pie te dispara, pero él con una ballesta.

El miembro 'Fam' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 10, 4, 10, 2, 8, 4, 2

Caes estacado.

Los tipos te dan un par de patadas, menos el que te ha estacado, que va a por Jill.

- Sólo ha empeorado la situación.

- Habría mejorado si no fuese por la ineptitud de mi gárgola - muy altanera, se deja conducir por el azote. Los otros dos salen tras ellos, escupiéndote.

Te quedas ahí tirado en el suelo, sin que ningún ghoul se atreva a hacer nada, hasta que al fin, horas después, ves al sire de Jill llegar.

- Coged esa cosa y metedla en mi coche - ordena él.

Los ghouls, con mucho esfuerzo, obedecen, metiéndote en el maletero. Notas baches en el interior, que te golpean la cabeza contra la puerta del maletero. Finalmente el coche frena y el maletero se abre. El sire logra sacarte a duras penas, estáis en un bosque. Te apoya contra un árbol, mirando al Este. Te da unas palmaditas en la cara y vuelve a subir a su coche para marcharse.

Esto es... lo que gano por ser un sirviente... esclavo... sin pensar en las consecuencias...

Mi mente alverga muchos pensamientos...

... Venganza... por el acto del sire de jill... desprecio por la actitud de mi ama...

Ahora... voy a morir... presa del sol... pero conforme mi angustia desaparece... recuerdo a Kiriah... y una lagrima escarlata vuelve a brotar de mis ojos...

*Inténtalo... intenta moverte... ella te necesita... van a ir a por ella...*

No puede acabar así...

Es imposible, no puedes moverte... tu desesperación aumenta a medida que la llegada del amanecer se acerca.

Entonces algo ocurre, ves por el rabillo del ojo moverse una sombra, un animal. Éste termina por entrar en tu ángulo de visión, parece un lobo, se acerca a ti con cautela y te olisquea. Quizás tengas la desdicha de que además intenten devorarte vivo.

El lobo te gruñe, no suenan como los perros, es un gruñido más profundo, visceral. Pero al no obtener respuesta alguna se sienta sobre sus cuartos traseros y ladea la cabeza, observándote. No es un comportamiento habitual de un lobo.

Luego mira al Este y vuelve a olisquearte. Se retira, saliendo de tu campo de visión, pero regresa. Parece indeciso. Finalmente se pone a tu lado y empieza a escarbar la tierra. Lo hace a una velocidad asombrosa, y en menos de una hora, cuando poco falta para que el alba despunte, ya ha cavado un hoyo, o más bien una madriguera ancha, bastante profundo.

Notas sus mandíbulas agarrar tus alas. Te duele, pero no puedes moverte. Entonces empieza a arrastrarte, notas como parte de tu ala se desgarra, y te coge de la otra para seguir tirando, hasta que te deja en la boca de la madriguera y entonces te empuja al interior. Resbalas como por un tobogán de tierra. Tu cabeza aún esta fuera, no cabe, cuando el sol te vence y caes dormido

Continua en En tierra de lobos (19/01/10)