Fuego en el alma (23/01/10)

Vuelvo a mi refugio... siento cierto alivio cuando la he dejado con los anarquistas. Sin embargo, ¿por qué siento que todo mi mundo se desmorona poco a poco?

Voy llegando y... No...

No puede ser...

Detengo el coche de cualquier manera y observo como la casa de mi señor, la casa de Anton, está en llamas.

Los bomberos están llegando. Sacan las mangueras y empiezan a intentar controlar el incendio. Al menos no parece extenderse.

Bajo del coche corriendo. Berenice se fue con el príncipe.

Mierda, ¡Los ventrue y Elliot!

Corro, en dirección al fuego, pero sin llegar a él.

-¡¡¡Elliot!!! ¡¡¡Arnold!!!

Nadie responde.

Grito más fuerte, intentando acercarme más al fuego sin quemarme.

-¡¡¡¡¡¡EEEEELLIOOOOOT!!!!!!

- Retírese, señor - los bomberos te hacen retroceder.

-¡Espere! ¡No lo comprende! ¡Hay gente dentro!

Intento ver si hay oportunidad de entrar... esto me recuerda al incendio donde estaba Basile.

Los bomberos te impiden entrar //FdI: A no ser que uses dotes sobrenaturales// a la fuerza.

- Retírese, ya han entrado compañeros a buscar supervivientes.

-... NO.... joder...

No me resisto, porque no puedo entrar. No tengo ninguna opción contra el fuego.

*No se que hacer... no puedo hacer nada...yo...*

-¿Cómo ha pasado esto?

- Fuego intencionado, hay acelerante por toda la casa. Es el tercero de hoy, debe haber luna llena, estamos desbordados, asíque déjenos trabajar.

-.............. Intencionado...

Doy un par de pasos atrás... Entonces me aparto y hago una llamada a Berenice.

"El movil etá apagado o fuera de cobertura en este momento. Por favor, inténtelo de nuevo más tarde."

-....

Espero... Lleno de angustia. ¿Estoy sólo?

Me quedo ahí, mirando el incendio... Con la ingenua sensación de que podría quedar algo con vida ahi dentro.

De pronto notas un dolor intenso y penetrante en tus oídos.

.... Qué cojones...

Me pongo las manos en los oidos.

-... ¿Has sido tú?...

No hay respuesta.

Intento aguantar, y mirar allí... Tampoco tengo a ningún otro sitio a donde ir.

A los pocos segundos el ruido cessa. Parte de la mansión ya se ha venido abajo, y el fuego aún no está extinto.

Berenice está con el príncipe, pero eso no me ayuda nada... No sé qué hacer... Maldita sea. Estoy sólo... Pompingan no ha hecho esto.

Jehovah... Hijo de puta... Todo lo que mi padre construyó...

Tendré que hacer un pacto con el diablo.

Entro en el coche de nuevo, y me quito el colgante.

-Pompingan, ¿qué demonios ha pasado?

No obtienes respuesta.

-... Muy bien...

... Con que estoy sólo, ¿no? Bien...

Guardo el colgante en un bolsillo y salgo del coche. Vuelvo hacia los bomberos.

-¿Habéis encontrado a alguien?

- Un par de peronas. Están camino del hospital general.

No puedo perder el tiempo.

-¿Estan vivas? ¿como eran?

- Sí, vivas, pero graves.

-¿Dónde está el hospital? -pregunto, rápido y tenso.