Recluido con el pequeño lobo - ¿?/¿?/10

Sonrío de forma amarga cuando me estampa contra la pared.

- Muy listo no, sino no estaría aquí encerrado. El humor es algo que no debería perderse y en estos momentos poco depende de mi, bromear es casi lo único que tengo - alzo los hombros y pongo gesto serio. - Fingiré ser otro chupatintas serio del montón si lo prefieres -

- Como vuelvas a torearme, niñato, porque eres un niñato para mí como lo es el chiquillo de Jehová para ti, sacaré de sus casillas a ese cachorro y haré que te destroce, y que vea los pedazos en que te ha convertido cuando salga de su frenesí. ¿Entendido?

Basta de jugar, ya le he llevado muy al limite. De hecho creo que demasiado... quizás ya no lo vuelva a recuperar.

No respondo, le aguanto la mirada con gesto serio y dejo que el solo se calme para reiniciar la marcha.

- Camina - dice separándote y empujándote un poco, no lo bastante como para tirarte al suelo, aunque podría.

Camino de vuelta a la celda de Paul ocultando al exterior una sonrisa, aunque creo que me va a durar poco.

Paul sigue en su forma de licántropo, apoyado en la pared y con la vista oculta entre sus brazos.

Me acerco a Paul y le tiendo una mano sobre los hombros con ternura.

- Ya estoy aquí, ¿estas bien? ¿como te sientes? -

Te mira, intenta hablar, pero sólo sale una especie de gruñido gutural aterrador. Se golpea la cabeza contra la pared, frustrado. Resuena todo con ese golpe.

Me siento a su lado, manteniendo el brazo sobre sus hombros y sin mediar mas palabra. Lo conseguira.

- Quizás si le disparamos plata... - dice el Nosferatu.

Le miro por encima y vuelvo mi atención sobre Paul de nuevo.

- ¿Y por que eso iba a hacerle cambiar de forma?. En todo caso intentara defenderse. -

- Puede que le debilite y le ayude a cambiar.

Paul lanza un rugido hacia él, antes de volver a concentrarse, visiblemente más nervioso.

- Lo dudo. Le enfurecera y no conseguira cambiar. Solo necesita tiempo -

- Veremos - dice con cierta petulencia, pero en ese momento ves que el tamaño del niño empieza a reducirse, y el vello de su cuerpo a desaparecer.

No digo nada, paso del comentario del nosferatu y miro al pequeño mientras consigue el cambio. Tampoco quiero romper su concentración.

Consigue volver a su estado normal, y acto seguido se echa a tus brazos, sigue asustado.

- ¿Qué has sentido mientras estabas transformado? ¿A que nivel aumentan tus sentidos? ¿Cómo has conseguido volver a la forma humana?

Lo abrazo.

- Tranquilo, tranquilo...- palmeo su espalda - ya paso, relajate y responde cuando puedas. No hay prisa, piensa en la respuesta -

- Me he sentido... con ganas de... matar... y luego... estaba relajado pero... tenía miedo... y no podía dejar de... osea volver a ser humano. Todo era atronador... Y luego se me ha ido reduciendo la ansiedad... y todo ha pasado... - le mira - ¿Eso querías? ¡Dejame en paz de una vez, maldita sea! ¡Eres un monstruo!

Miro al nosferatu esperando que este satisfecho y tenga un poco de tacto. La verdad es que no puedo evitar pensar el monton de sentimientos que han pasado por la cabeza de Paul y la intensidad de estos... Tiene que ser muy dificil...

- Está bien, chaval, está bien... ¿Quieres una golosina? ¿Una salchicha?

- ¡No soy un perro! ¡Soy una persona! - se levanta de pronto y va hacia él, pero la cadena evita que le alcance, aunque tampoco parece ser esa su intención - ¡Mírame! - se señala con las manos, está llorando - ¡Soy un niño! ¡Un niño! ¡Tú eres el monstruo! ¿No te ves? ¡Tú, no yo! ¡Lárgate! ¡Lárgate de aquí! - le grita, impotente.

El nosferatu te mira, luego nuevamente al niño, y luego se retira, cerrando la puerta.

El pequeño cae de rodillas al suelo, y se lleva las manos a la cabeza, mientras repite como una plegaria "yo no, yo no".

Y tiene toda la razón, monstruos ocultos tras un telón de engaños.

Me levanto despacio, acercandome a Paul, acuclillandome a su lado para darle el apoyo que necesita.

- Tranquilo hijo, tu no eres el monstruo - lo abrazo - Yo soy el monstruo, ellos son los monstruos... - y te convertiran en uno si siguen asi... ¿como puedo evitarlo?...

Te abraza fuerte, llorando... está llorando mucho últimamente. ¿Cuánto tardará en endurecerse y transformar el miedo en ira?

- Tú no... No eres un monstruo, papá - dice cuando recupera aliento, sin soltarte -. Cuidas de mí... Pero he sido malo... por eso me pasa esto...

Lo mantengo en mis brazos.

- ¿Y por que ibas tu a merecerte esto?. No, ellos estan equivocados, te ven como el enemigo, pero se daran cuenta de que no es así.- al menos eso espero... - Piensa... piensa que estamos aqui como invitados, que intentan ayudarte con tu cambio, no dejes que te afecten -

- ¿Ayudarme? - te mira, sin entender.

- Fingelo... Lo que no quiero es que la ira te queme por dentro otra vez, si ocurre quizás ella te controle....-

Se me quiebra la voz al decirle estas cosas, no es nada fácil para mi pero... no consigo ver la salida a todo esto...