En la cueva de los lobos - ¿?/¿?/10

- ¡No! Te necesito conmigo, no puedes abandonarme...

Ella es un bulto silencioso que no se mueve.

No puede depender tanto de mi... podría ganarme su odio por su bien pero eso podría acarrear consecuencias en sus siguientes relaciones.

- No me necesitas Paul y no te abandono, siempre estaré para lo que quieras. ¿Podemos hablarlo cuando consigamos rescatar a la mujer lobo? -

Así tendré tiempo para decidir como enfocarlo...

- Pero prométeme que volverás...

- Te prometo que volveré - al menos lo intentare... - Pero ¿te gusta este sitio? -

Se encoge de hombros, dando una pequeña patada a una piedra.

- Bueno... no sé... no hay cines, ni recreativos...

La lupina reprime una sonrisa, parece que sí que está escuchando.

Río ligeramente.

- Encontraras cosas que hacer ¿no hay mas niños de tu edad? -

- No me fio de ellos... son como el resto - tuerce el gesto con desagrado.

- ¿Por? ¿que te ha pasado con ellos? - pregunto mas curioso que preocupado, serán cosas de niños y las exagera. Ha tenido una infancia dura.

Se encoge de hombros.

- Dicen que soy la mascota de una sanguijuela.... cosas así... - hace una pausa, frunciendo el ceño - Quiero destriparles.

Otra vez mascota... ¿Por que no me lo imaginaba?...

- No tienen la culpa, se dejan llevar por los prejuicios de sus mayores... Aun así no todo el mundo tiene porque caerte bien, ni tu a todos ellos, y no por ello tienes que destriparles... Solo son bromas crueles de niños, Paul, ignoralas y se cansaran de ello. Juega con ellos y seras uno mas, acabaras haciendo buenas migas. - O eso espero... - En el colegio también te costo empezar y al final hiciste amigos ¿no? -

- No es lo mismo.... todos me odian... no soy como ellos... si me quedo aquí... - niega con la cabeza - No pasará nada bueno.

- Espero que los mayores se ocupen de que nada malo te pase - sino ¿para que se iban a tomar tantas molestias por rescatarlo y traerlo aquí? ¿para ahora dejar que sus cachorros abusen de él?... - pero... ¿lo dices por algo en concreto? ¿que crees que va a pasar?...- empezaba a preocuparme, aunque no se si es una estratagema para que lo lleve conmigo.

- Creo... que no podré contenerme... especialmente si no estás cerca... eres lo único que respeto - admite.

- Tendrás que intentarlo, puedes conseguir lo que te propongas. Yo creo en ti - le despeino un poco con la mano mientras muestro una ligera sonrisa. Aun depende demasiado de mi...

Suspira y asiente, para luego abrazarte.

La lupina se levanta.

- Creo que es hora de que le dejemos un poco conocer todo este sitio - dice con suavidad.

Correspondo su abrazo con fuerza y sentimiento.

Me giro hacia la lupina cuando da por terminada la reunión con Paul.

- Se fuerte Paul - digo mientras me levanto - volveré lo antes posible - prometo.

-No dejaré de esperarte - avisa, y notas cómo se emociona, cómo le recorre el miedo a perderte y que no regreses.

Un par de lobos se acercan y le escoltan de regreso.

Me quedo en el sitio observando como se aleja.

- Y que yo, con todos los problemas que le he causado, sea lo mejor que le ha pasado hasta ahora... - sin girarme ni moverme sigo hablando - Espero que lo trateis bien... -

- No se le hará ningún daño, ni permitiremos que se lo hagan - parece dudar, luego pregunta - ¿Estás bien?

La respuesta que esperaba, espero que lo cumplan.

- He tenido muchos problemas para sacar al niño de las garras de otros vampiros, jugando contra el filo y buscando enemigos para darle una vida mejor... Él me ha cogido demasiado cariño. Yo no podré estar siempre con él por mucho que me gustaría. Ahora que he conseguido que tenga un hogar, espero que un buen hogar, debo ocuparme de otros asuntos... hay mucho que arreglar... Pero no podré si él se niega a asimilar la nueva situación, no puedo dejarlo aquí e irme sin mas... -

- ¿Eso quieres hacer? ¿Dejarle aquí y dedicarte a tus cosas?

- No es lo que quiero, pero debo, por su bien. Aunque no lo haré hasta que se encuentre totalmente cómodo aquí. -

Un licántropo se acerca a ella.

- Necesitamos de tu consejo, hemos encontrado a uno nuevo - dice.

Ella asiente, luego te mira.

- ¿Crees que podrás no meterte en problemas duante unos treinta minutos?

Alzo los hombros.

- Supongo... -

¿A que se referiran con otro nuevo? ¿otro cachorro?.

Me quedo en el sitio mirando a los lados, observando como es su refugio.

Estais fuera, en un prado. Un licántropo se queda a vigilarte, aunque no te mira directamente. El bosque está tranquilo, peo tienes la desagradable sensación de que tras cada arbusto hay algo esperando a saltarte encima.