Buscando al burgomaestre. 29/I/2010

Son las diez de la noche y apenas acabo de llegar a la ciudad. El aire es frío y la noche negra salpicada de reflejos plateados por la luna.

Siguiendo las indicaciones de mi informador me he acercado hasta la zona del Louvre, quizá pueda encontrarme con un vástago con la buena voluntad suficiente para guiarme hasta donde pueda presentarme al burgomaestre.

*tirada de callejeo*

Siguiendo mi instinto agarro el barrote empujándolo para abrirme paso hacia el interior del bar.

//FdI: ¿Tirada de callejeo sin tirada?//

con tirada.

//FdI: Pues tira!//

Ast+callejeo

El miembro 'Gualdo' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 10, 9, 8

No te cuesta dar con un local que es propicio a la caza, y supones que allí habrá vástagos. Es una discoteca bastate grande.

//FdI: Deja el bar. Tira Per + Ocul//

Al entrar me invade una sensación que de primeras no alcanzo a distinguir como positiva o negativa.

*Tiro Per + Ocu*

El miembro 'Gualdo' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 3, 4, 10, 3, 3, 10

No te cuesta distinguir a un vástago, que se acerca a un puerta, el cual vigila unas escaleras y le da paso a la zona marcada como VIP.

Salgo del bar, que obviamente no es del estilo que busco y descubro justo al salir una discoteca moderna de esas que tan poco me gustan por lo que supongo que debe haber al menos un vampiro dentro. Tras apartarme del umbral de la puerta para no obstaculizar el paso y quitarme las gafas para ver mejor dentro de la estancia descubro casi sin querer esa escena que intuyo no hostil, tantos mortales divirtiéndose... No pueden ser Sabbat, así que me acerco a la zona VIP lo suficiente como para que me vean al salir pero sin que lo consideren una intrusión en su dominio y me vuelvo a colocar las gafas.

El puerta de la zona VIP te mira de arriba a abajo.

- ¿Deseaba algo?

Le sonrío aliviado y lo miro entero de arriba abajo desde el interior de las gafas.

-Sí, por favor. Estoy buscando al mandamás de la zona, soy nuevo y me gustaría presentarme.

- Supongo que lo que busca es el Louvre - dice, y te da las indicaciones pertinentes para llegar.

¡El Louvre! Que poco discretos, supongo que aquí no suelen lidiar con los malos muy a menudo.

Vuelvo a sonreir y le doy las gracias. Sigo las indicaciones y me encamino al museo, pero antes haré una paradita para tomar fuerzas.