Haciendo amigos. 29/I/2010

Las pistas me han traido poquito a poco y lentamente hasta esta zona, mucho menos estética que los alrededores del museo y de ambiente más turbio... De todos modos nunca me ha gustado la opulencia.

Mi compañero me vigila de cerca esperando cualquier señal mientras toco a la puerta de madera de una especie de caserío cuya blancura ha sido cubierta casi por completo por pintadas que observo desde fuera mientras espero que alguien me abra la puerta.

Espero que no sea muy tarde para los mortales, pues no llevo reloj. Aunque conociendo a esta gente dudo mucho que alguno de ellos se encuentre ya durmiendo.

Al rato, un tipo joven, de aspecto no muy cuidado, abre la puerta, aunque no del todo.

- ¿Qué? ¿Qué quieres? ¿Vienes a cobrar?

-Para nada, soy un camarada que se ha quedado sin sitio donde dormir, acabo de llegar a París pero unos compañeros de las B.A.F. de España me dieron esta dirección diciéndome que érais legales y que me echaríais un cable.

El muchacho no tiene buena pinta, así que finjo interés por su salud para intentar ganarme su confianza.

-Oye, ¿Te encuentras bien?

- BAF ¿Eh? - pregunta, mirándote fijamente. Luego de pronto se echa a reir - Habrá sido el marica de Ferrán quiente ha llamado ¿no? Qué cabrón, que mania tiene de colgarme el muerto... y sin avisar. Pasa, anda, pasa...

-Gracias. Digo mientras hago un discreto gesto con la mano a mi compañero para que se retire a la vez que paso.

-Si no fuese por la ola de frío que estamos soportando no me habría importado dormir en cualquier portal...

Un remordimiento me atenaza conforme hablo. Recuerdo aquellos a los que tuve que disparar. Simpatizantes de este joven que hoy me acoge. Si tuvieran idea de lo que tuve que hacer en aquella época...

Tras seguirlo observo el caserón habitado por otros chicos y chicas semivagabundos, al igual que yo, que descansan sobre sofás tan deteriorados como sucios, seguramente rescatados de la basura y colchones mohosos al tiempo que apuran sus pitillos abstraidos en una pequeña tele a pilas. Los que menos se percatan de mi llegada y me miran extrañado.

-...Por otra parte, aquí estaré en buena compañía.

- Ya creí que eras algún capitalista viniendo a por sus migajas de papel... - mira alrededor - Qué raro Tini y Toby siempre vienen a saludar - silva.

¿Perros? Mierda. Espero que no se pongan muy histéricos, y si así es, que no sean demasiado grandes.

-Jajaja para nada, tampoco soy periodista ni policía ni nada de eso. Me encojo de hombros.

Mi ropa no era la de un rico. Unos pantalones de pana marrones, una chaqueta de polipiel verde, unas botas de montaña y unos guantes de cuero beige mangados a un señorito en una cafetería.

-Anda, ¿Tienes perros? Me encantan.

- Sí... no sé donde andarán... Bueno, ¿quieres comer algo?

La pregunta casi me hace gracia pero me sorprende y no sé que decir durante unos segundos, esto no lo tenía planeado.

-No... Muchas gracias por la invitación, pero me he tirado casi todo el viaje durmiendo y no he gastado nada de fuerzas, además, justo al llegar a la estación me he comido un bocadillo que me había hecho antes de salir.

Y apresuradamente continuo.

-También me he bebido un botellín de agua que me ha sabido a gloria, el agua de Francia está mejor que la de allí abajo.

- Algunos me lo han idcho ya, sí... bueno ¿una cerveza?

No, no esque no tenga sed, esque no es eso lo que bebo...

-No. Soy straight edge y no consumo alcohol, además, no tenía sed, pero muchísimas gracias por tu hospitalidad. ¿Puedo llamarte de tú?

- Claro, hombre, estamos entre camaradas... pues pasa y acomodate donde gustes.

En estos momentos ya estoy como en casa, pero no conviene abusar de la confianza de estos muchachos, además no me gusta demasiado la gente y mi ghoul aún no ha podido pasar, y si pasara puede que se pelease con esos perros.

Me tiro un rato divagando sobre qué hacer con mi ghoul sentado junto a un punky en un colchón apoyado en la pared hasta que se me ocurre una idea.

-Voy a salir un momento.

Me levanto, e intentando no taparle la tele a nadie salgo un segundo a la calle para ver a mi ghoul que como había supuesto se había metido por un tragaluz roto que daba a un desván con la mitad del techo venido abajo.

Me espero un momento antes de entrar para no levantar sospechas y comprobar que nadie me observa. Acto seguido paso y vuelvo a repetir la operación.

- ¿Todo bien? -pregunta tu anfitrio, encendiéndose un cigarrillo.

Sep, todo bien. Con suerte esta gente esté relacionada con algún vástago con el que pueda hablar para empezar a mover hilos aquí en París. Aunque a unas malas me pueden detener, en tal caso estoy jodido.

- Bueno, ¿Y qué tal por España? ¿Siguen los Non Servium metiendo caña?

-Hace tiempo que no, están capitalizados, como casi todos. Es muy difícil mantener los principios, en cuanto se firma con la discográfica es casi una obligación prostutuirse musicalmente.

//FdI: Juasssss//

- ¿Qué dices, tio? La Non Servium Army siempre se ha mantenido en activo... ¿De que parte de España dices que vienes?

-Si, eso dicen, aunqe últimamente están cada vez más apalancaos, será la crisis.

Espero que esto no acabe en un debate sobre música.

-Yo soy de la región de Aragón, en el noreste de la península.

//FDI: Mi personaje lo único que sabe de Non Servium es que es un grupo de música xD//

- Ya, bueno... dan más palos en la capital.. - parece calmarse un poco.

//FdI: Él sí, pero el PNJ sabe más//

-Seguro, aunque no suelo parar mucho por allí. ¿Hay algún bolo interesante próximamente en la ciudad? Me gustaría comprobar si es cierto eso de que aquí os lo montáis mejor que nadie.

- No hay nada preparado... pero se agradece la fama - se rie.