El ensueño (05/01/10)

Extrañado, miro alrededor... esperaba una visita directa al Elíseo, contando con un salvoconducto de Alan. Aunque me huelo por donde van los tiros... Puede que sí que haya sido útil, tanto a la Camarilla como a los anarquistas, que mis sospechas sean ciertas y los Nosferatu no sean trigo limpio...

- ¿Melissa? pregunto, esperando una pequeña explicacion por su parte.

Cuando aparcais, se explica.

- Ella puede darnos la opción que necesitas, aunque no será gratis. Nada lo es con ella.
Comienza a andar, ya estais cerca.

¿La opcion? Ahora si que estoy perdido... La mujer que hace tres noches casi acaba con mi no-vida en una jodida mazmorra y que me provocó heridas que me dejaron convaleciente tres dias, ahora es la que puede salvarme el culo...

Por qué mi puta vida tiene que estar plagada de estas ironías...?

Avanzais aún unos metro más antes de que un grupo de cinco individuos os intercepte. Alan levanta un poco las manos, en señal de paz.

- Vengo a hablar, nada más.

El que parece el cabecilla, le mira con desconfianza.

Permanezco a la espalda de Alan, y levanto tambien las manos, en gesto de desarme.

- No queremos problemas...

- Ni nosotros.

El tipo se lo piensa.

- Adelante...

Dirijo una mirada cordial hacia los hombres que se interponen a la vez que avanzo. Me acerco a Alan.

- No se lo que se te pasa por la cabeza, pero no me hace ni puta gracia volver a encontrarme con esa psicópata...

- Calla, incauto... - advierte, antes de seguir adelante.

Entrais en el edificio y os conducen a la sala de espera.

Los nervios van haciendo mella poco a poco en mí, y puedo notar como mis manos comienzan a temblar levemente...

Con cuidado e intentando evidenciar que no es un arma, saco la baraja del bolsillo, y jugueteo con ella. Necesito relajarme...

- Cálmate, estoy contigo - susurra Alan, sin mirarte.

Al rato, os hacen pasar. Melissa está sentada tras una moderna mesa de ordenador.

- Buenas noches, señores, me alegra verles por aquí desarmados. ¿Cómo se encuentra, señor Fry? - saluda ella.

Miro levemente a Alan, y esbozo una sonrisa. El cabrón tiene carisma... ¿Habré encontrado mi sitio por fín? Es tan distinto al resto... Tan... Humano...

Vuelvo de mis pensamientos cuando nos hacen entrar, a la boca del lobo. Y me pregunta cómo me encuentro... Zorra sarcástica...

- Agradezco su interés. Mi recuperación ha sido más que favorable.- digo, mientras me quito el sombrero en gesto de cortesía.

- Me alegra saberlo... - dice, mirándote fíjamente, y algo te dice que sabe lo que acabas de pensar de ella - ¿Qué puedo hacer por ustedes?

- ¿Querías un acuerdo? Tengo una condición. Debes hablar con Pompignan y decirle que el acuerdo se ha realizado gracias a la interveción de este vástago.

- ¿Por él? ¿O porque no consideren a los anarquistas unos colaboradores de una Lasombra Camarilla?

- Ambas, ¿qué me dices?

Querrá algo a cambio, estoy seguro... Y más si cree que Alan lo hace por mí... Veamos las cartas de Melissa.

- ¿Y tendremos un acuerdo mutuo de no-agresión? - pregunta.

- Una tregua, sí.

-... De acuerdo - acepta.

- Bueno pues... - Alan parece algo desconcertado por la rapidez con la que ha aceptado - Es todo...

Miro tambien desconcertado, primero a Alan, luego a Melissa... ¿Ya está? Demasiado fácil... Podría haber gato encerrado...

-Si me permite la palabra un momento... Y no es mi intención exigir... ¿pero sería posible informarle esta misma noche? Siempre que disponga de tiempo y no sea un inconveniente para usted, por supuesto... -apunto, tímidamente. Apenas hace tres días que me la encontré, y mi vida vuelve a estar en sus manos... ¿Más ironías?

- ¿Le corre tanta prisa? - te pregunta ella.

-Bueno... lo cierto es que cuanto antes le llegase ésta información a Pompignan, mucho mejor. -respondo, sinceramente. -Por supuesto, este requisito es independiente de la propuesta de Alan, y tan sólo depende de mí. Y quizá podría recompensarla realizando algún tipo de trabajo para usted.

No puedo arriesgarme a que informe a Pompignan cuando ya esté dos metros bajo tierra, pero tampoco puedo manchar a Alan con esto. Espero que lo entienda...

- Si vamos a ser todos no-enemigo no ceo porque vamos a empezar nuestra sana relación jodiéndonos ¿no? Si ha de ser así, no creo que haya problema. - dice Alan.

Casi me ha leído la mente...

-Así es. Espero que no resulte una impertinencia este detalle por mi parte en la firma de la tregua. Y si pese a todo este plus requiere un pago, no dude en contar con mi entera colaboracion.

- No se preocupe - responde ella - No hay problema ¿Le parece que vayamos en un par de horas, señor Fry?

-Su magnanimidad no tiene límite -digo mientras le sonrío levemente e inclino la cabeza. -Cuando usted desee y disponga de tiempo, con informar esta noche es suficiente.

- Imagino que vendrá conmigo a hablar con Pompignan.

- No - reacciona, a la defensiva, Alan.

- No iré yo sola - declara -. Esperaré a que él pueda acompañarme... la semana que viene o cuando le venga bien

Miro a Alan ante la repentina negativa. ¿Por qué no quiere que vaya?... A no ser que sea eso lo que pretende, ofrecerme en bandeja de plata a Pompignan...

-Si es necesaria mi presencia, no veo por qué no... -digo, aunque no muy seguro...

- Perfecto - dice ella.

Alan no parece contento, pero lo acepta, sin otra opcion.

- En ese caso, permítame algo de tiempo para vestirme adecuadamente, y nos veremos en el Louvre en dos horas.



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FdI: te puedes creer que se me entremezcla el "usted" y el "vuesa merced" de la edad media por la mierda de las CdT? xDDDD