¿Moriremos de nuevo?(18/01/10)

Vamos, en silencio, hasta el Louvre. No esperaba volver ni tan pronto... ni de esta manera. ¿Me dará Villón tiempo para explicarme al menos? ¿O me odiará tanto que me arrancará la cabeza sin miramientos? ¿Y qué pasará con la ciudad si los anarquistas se enteran de lo qué ha pasado? ¿y por qué, por enésima vez, estaba Alan en el territorio de Antón? Creía que era el que mejor sabía lo que le podía suceder si le pillaban... Lo cierto es que a pesar de que le estoy dando vueltas a muchas cosas, en cierta manera estoy serena. He hecho lo posible por proteger a los mios... y a mi manera, a todos los que pudiera. Pese a lo que piense Villón de mi, yo tampoco quiero que le pase nada a esta ciudad. Entiendo que él es el príncipe y no puede permitirse ciertas cosas... pero deseaba tanto poder crear para él, en esa casa, un espacio donde pudiera ser él... Sin eliseos ni intrigas donde tuviera que estar siempre alerta y a la defensiva. Creía que ese nuevo hogar lo sería. Bueno... creo que ya he admitido que todo puede salir mal. Tal vez por eso esté en cierta manera tan tranquila...

.... Todo por un evento inoportuno. Alan ha sido la guinda del pastel, para que todo se fuese a la mierda.

Ahora todos estamos de camino al eliseo... Me mantengo callado... en fin, para lo que vale mi boca solo es para dar problemas...

Ahora sólo pienso en mi familia... en mi padre, en berenice, en claire, mis hombres... y sobre todo en mi querida Emile...

Miro arriba...

*¿Es esto alguna clase de castigo?*

Los tipos rien y hablan entre ellos... os recuerdan mucho más a los perros de Pompignan que el otro que conocisteis.

Al llegar al Eliseo os hacen bajar, y conducen a empujones a los chicos de Miller y al propio Miller.

Al entrar, todo el maldito Eliseo se vuelve hacia vosotros, el triunfal lider de Azotes se abre paso hasta el Príncipe, que está sentado en una especie de trono que antes no habíais visto en la estancia principal.

.... mi orgullo ahora lo único que puede hacer es emporar la situación... antes que él está mi familia... me mantengo callado, y me dejo llevar.

No me importa que miren... ¿que importa ya todo? Sólo podemos depender de la buena voluntad de Villón... que no creo que haya esta noche.

¿Van a juzgarnos aquí? Lo preparan un poco más y venden entradas. Supongo que no queda más remedio que tomar todo esto con toda la serenidad que se pueda. ¡Maldición...! He fallado a Elliot, a Arnold, a Pit bull... a mi familia... y más importante...alzo ligeramente la mirada hacia Villón. Sí, a él. ¿Cómo explicarle que las lágrimas de antes... fueron porque me dio miedo perderle? No sé como hubiera podido seguir la cosa si hubiera matado a Curtis por un motivo que no entiendo. Rememoro como estaba en ese momento... temía también que se perdiera él. ¡Todo por no saber reaccionar en su momento! La bestia casi le dominaba... Supongo que fui una tonta al pensar que podía hacerle algún bien a un Príncipe. Y lo mejor de todo es que sigo sin entender cual es el verdadero con Claire. ¡Si es incapaz de hacer daño! Y tampoco entiendo que hace el lider anarquista en zona camarilla... en territorio de Antón cuando sabe que no debe y que se la juega. ¡No lo entiendo...! ¡Mierda! Que haya algo que pueda hacer...

Los chicos de Miller se mantienen detrás de él, mirando aturdidos a unos y a otros, todos vástagos reconocidos, todos con derecho a deshacerse de ellos.

Antón mantiene la vista baja y un brazo por sobre los hombros de Claire, que parece más sumida en su mundo que nunca.

Alan, en cambio, está con el pecho sacado y la cabeza alta. Podeis verlo en sus ojos: Pase lo que pase, no sentirá miedo, o al menos no lo mostrará. Nunca le verán de rodillas.

Por su parte, el Príncipe tiene firmemente clavada su mirada en Berenice, una mirada indescifrable que se mantiene ahí por varios segundos, hasta que finalmente cambia de objetivo, y va aumentando su sorpresa a cada uno por la que pasa. Frunce el ceño, parece primero algo sorprendido, luego se diría que incluso confuso.

Pero es Pompignan, poniéndose a la derecha de su señor, y con un gesto parecido al de este, quien habla:

- ¿Pero qué demonios está pasando aquí?

Lo gracioso es que, hasta cierto punto, me estoy preguntando lo mismo. Y no me creo que Pompignam no sepa nada. Primero el mensajito de Curtis a su cabeza, luego la primera redada. Y ahora esto. Intentemos al menos ser claros, concisos y objetivos...

-...Hace un rato, su coche-señalo con un ligero movimiento de cabeza a Alan.- Se ha empotrado en la entrada de la casa del señor Antón, y ha habido un tiroteo, señor.

Esto es cierto... Miro brevemente a Villón, pero bajo la mirada de nuevo. Maldición...

Si me preguntasen a mí no sabría por donde cojerlo... pero de igual forma que Berenice, eso es lo único medianamente lógico de la situación.

No digo nada... mientras no se me exija... o no sea imprescindible. Cada palabra que diga cada uno puede salvar... o condenar a la familia.

- ¿Qué hacía él allí y...? ¿Quién... es toda esta... gente? - pregunta finalmente el Príncipe.

-Pues... lo primero no lo sé, señor... lo segundo...-Miro a Antón, pensando que es mejor que lo explique él...

.... Quien mejor puede explicarlo es Antón.... Cierro los ojos.

¿Como hemos llegado a esto?

-... Estaba aquí porque tenía mi permiso... y esos hombres son mis sirvientes, al igual que esta mujer...

- Carlo... ¿Qué está pasando?

Antón no parece atreverse a responder. El principe, enojado, se vuelve hacia Miller:

- Responde tú, Lasombra.

-....

Dí lo que te preguntan... nada más.

-... En el refugio, tratabamos de adiestrar a los hombres cuando escuchamos un estruendo. Fuimos de inmediato y vimos el coche de Alan empotrado en la puerta. Los azotes le persiguieron hasta nuestra casa.

Me doy un segundo. Debo pensar que decir... pero debemos decir la verdad.

-... Alan tenía permiso para pasar por el territorio de mi señor... Tratamos de explicarlo a los azotes, pero estaban dispuestos a todo para conseguir a Alan...

>>... En cuanto le capturaron... entraron en la casa, reunieron a los demás y nos acusaron de complicidad... Sobre algo que no sabemos.

Miro lentamente a Cutis. ¿Qué es eso de que tiene permiso? ¡Si Antón no les soporta! ¡No iba a permitirle ir a la casa! Es decir, la cosa no era así... y lo de Claire no era... ¡maldita sea, será territorio de Antón pero Villón no iba a permitir algo así! ¡Cómo se le ha ocurrido cosa semejante! Estamos muertos...

-... Acércate - ordena a Miller.

Con sumo respeto... me levanto despacio y camino hacia él, con la cabeza baja. No digo nada... No me atrevo.

Los miro... miro como Curtis camina hacia Villón. Dios...

Cuando llegas a él te mira, como si esperase algo, pero al instante sientes un profundo dollor en los oídos que conoces bien, atrevasando tu cerebro como un picahielos.

Aguanto, procurando que no se muestre, y me pongo de rodillas.

¿Qué pasa? ¿Curtis? ¿Villón?

El sonido rebaja la intensidad, no es tan doloroso. Villon le atraviesa con la mirada.

... me aproximo, y a cuatro patas, me acerco, y le beso los zapatos.

Cuando terminas, te agarra de la nuca, agachándose y apretando con fuerza. Duele, y bastante.

- Siempre tan arrogante...

Les miro sorprendida. ¿Arrogante? Pero... si acaba de besarle los zapatos... Me muerdo el labio inferior, angustiada, y reprimo cualquier impulso de moverme. No quiero cagarla y que se enfurezca como la otra vez...

-.... Le... suplico perdon... majestad... -digo, dolorido.