Adaptándose a la situación(19/01/10)

- Pero... me gusta dormir contigo...

-¿No quieres tener una habitación propia?

Niega con la cabeza y te mira con ojos de desvalido.

Leches... vaya carita de perrito abandonado... suspiro.

-Está bien... pero... debo avisarte de que mis pesadillas han empeorado. No creo que sea algo agradable de ver.

- Yo tambien tengo pesadillas ultimamente... me gustaría ver una cara amiga cuando despierte de ellas.

Le miro, ahora sí, terriblemente preocupada. No quiero que él tenga pesadillas. No quiero que él tenga que pasar por lo mismo que yo. Pongo ambas manos en su rostro.

-No lo sabía... ¿desde cuándo?

- Desde que te fuiste... - baja la cabeza.

Mi niño...

No puedo amar a Villón sin hacer un daño terrible a los demás.

Él me deja sola cuando más lo necesito... y ni siquiera me da algún tipo de explicación, ni una esperanza de que volveremos a estar juntos como antes. Me da un lugar seguro, sí, una mansión, sus criados... pero no me da lo que más necesito. No quiero volver a la misma situación que con mi padre.

Y lo peor de todo es que sé que Arnold nunca me hubiera hecho esto... Hubiera estado a mi lado, pasara lo que pasara. No. No pienses en Arnold.

-... ¿quieres hablar de ellas?-digo acariciándole un poco el rostro.

Niega con la cabeza.

- No, son horribles, pesadillas horribles.

Le abrazo con fuerza.

-Lo siento, Elliot, lo siento.-digo, tratando de controlar el sollozo.-Te he fallado.

- No, no es tu culpa... es culpa del Príncipe.

-¿Por qué? ¿Por lo que vistes ahí abajo?

- Te echó.

Le miro, seria.

-¿Qué fue lo que me hizo? Sólo sé que estaba dentro y de repente estaba fuera.

-Eso es lo que te da miedo, ¿no? Que tenga el poder para obligarme a dejaros. Es eso lo que te provoca pesadillas.

- No sé porqué las tengo... sólo las tengo.

-Ya me imagino, pero tal vez te ayude a superarlas el saberlo... no sé.-le abrazo con ternura.- Pero hoy estarás conmigo, ¿vale? No temas....

- Vale... no me dejes... - te abraza.

-No quiero abandonarte, pequeño... no quiero....-le acaricio el pelo con cariño. No quiero, pero lo cierto es que todo depende de la dicisión del Príncipe... me siento tan vulnerable... y él es tan frío conmigo... Yo solo quiero a los mios conmigo, que estén felices... no hago daño a nadie...

- Si lo haces... me moriré...

Me separo un poco y le miro.

-No, Elliot, no me digas eso. Te quiero y quiero estar a tu lado, pero si alguna vez pasara algo, prometeme que vivirás. Prometeme que te cuidarás, y que intentarás ser feliz.

No es capaz de responder y sólo se echa a llorar, buscando tus brazos. Es algo que bajo tanta presión, este niño no puede afrontar.

Le abrazo con fuerza y le acaricio al pelo.

-Sssh.... sssh.... cariño, no pasa nada. No he dicho que me vaya a ir. Yo nunca te voy a abandonar. Pero habrá veces en las que no podamos estar juntos. Tienes que aprender a confiar en ti y en tu fuerza. Siempre podrás contar conmigo, pero... me preocupa que al final dependas tanto de mi. No sería bueno para ti... y quiero lo mejor para ti. Sin embargo entiendo que todo esto... es demasiado. Yo también tengo ganas de echarme a llorar y olvidarme del mundo.

Él resposa en tus brazos un buen rato y luego se separa un poco, limpiandose la cara con un pañuelo.

- Seré fuerte...