Anarquía, única posibilidad (23/01/2010)

Llego con el coche al lugar de encuentro... Noto un nudo en el estómago que no se me deshace.

Esto es desesperante.

Aparco cerca, en la parte de atrás, y quito el contacto.

-Vamos a hablar con alguien importante. Procura mantenerte callada a menos que te hable directamente ¿de acuerdo?

Asiente repetidas veces y te sigue, muy cerca de ti.

-No te separes de mí.

Voy por la parte de atrás, y toco la puerta.

Notas que dentro hay mucho ruido, posiblemente no te oigan.

-Cuidado.

Abro la puerta y entro.

Parece que los anarquistas, en estado de obvia embriaguez, están cantando una canción de piratas. Por supuesto, puedes imaginar quiein hace de capitán.

*Dios, con la suerte que me das mejor estate quieto.*

Mierda, ¿por qué, por qué a mí?

-Espera un momento...

Ella se pega a ti.

... Lo que me faltaba. Quizá habría sido mejor dejarla morir.

La dejo, pero no la miro. Permanezco mirando, a ver cuando terminan... Pero pienso en Emile. Joder... ¿que pensará ella de esto cuando lo descubra?

Cuando terminan de cantar, ALan te ve, baja de la mesa en la que estaba subido y se te acerca.

- A ver, sombra de los cojones ¿qué te pasa ahora?

- ¿Tú te has creído... que puedes venir aquí... a hablar conmigo cuando te sale de los cojones? - evidentemente está ebrio - ¿Quien te hs creido que eres? ¿Eh? No, respóndeme. ¿Quién mierdas eres tú?

Está borracho, tal vez pueda usar eso.

-... Soy tu amigo, y necesito tu ayuda.

- ¿Mi amigo? - bufa con una risa - ¿Cuántas veces te has pasado por aqui a ver cómo estaba? ¿Cuántas veces me has ayudado tú? La relación de amistad es de ida y vuelta ¿sabes? No soy tu amigo, soy tu jodida niñera.

- ¿Y cuántas te he salvado y ayudado yo? ¿Eh? Rapaz, tu ayuda no me sale rentable.

Le miro serio... luego bajo un poco la vista.

-... Antón está muerto... No puedo recurrir a nadie más.

- Tira para adentro - te agarra un poco de la nuca, probable con más fuerza de la que pretende, y te empuja hacia el interior, en dirección a la puerta de su pequeño despacho, el cual ya conoces. La chica, asustada, te sigue.

... Borracho o no siempre ha sido un bruto. Supongo que me tendré que acostumbrar.

-... He quedado al mando de la casa de Antón. Me ha designado como su heredero.

- Ese loco estúpido - cierra la puerta cuando ya habeis entrado los tres -. A ver ¿Qué coño te pica?

Algo se revuelve en mí cuando se refiere así a Antón, pero no digo nada al respecto.

-Necesito que protejas a alguien.

- ¿Otra vez? ¿A quién? - mira a la mujer.

-Se llama Alicia. Si la encuentran y descubren que es un abrazo no permitido, la matarán.

La miro un instante, luego vuelvo a él.

-En la Camarilla no tiene futuro. Pero con vosotros sí tiene una oportunidad.

La mira. Te mira. Vuelve a mirarla.

- ¡No será cierto! ¿Es tuya? - brama.

-No la hice a propósito. Traté de salvarla de un vástago que la estaba destrozando la garganta de un animal, pero no salió bien.

Frunzo un poco el ceño.