Decisión 31/12/09

- No... no le he visto en la celda... - responde, algo pensativo, mientras se sirve otra copa.

¿Para qué salvar la vida de nadie... cuando ves lo que hacen con ella? ¿Para qué intentar hacer entrar en razón cuando no te escuchan?

¿Para qué pelear si no veo esperanza por ninguna parte?

Me siento en el borde del escenario... Sin saber qué hacer.

-Puede... puede que si le viera, entendiera mejor mis palabras, señor.

- Está bien, iré a verle... - se levanta.

-Gracias, señor, por tomarse la molestia.

Antón baja al sótano.

Bajo detrás de él, en silencio, seria. Sé que Basile no volverá a desobedecer, sobretodo por la manera en que fui yo quien le induje a hacerlo... Sólo espero que Antón lo vea.

... Quienes dominan marcan las reglas.

Si quiero marcar las reglas, debo dominar.

Y para dominar, necesito poder.

Voy a centrarme en el plan, y en nada más. No me voy a preocupar más de otras cosas. Estoy arto de sufrir.

- Déjanos a solas - te dice él.

-Claro, perdone señor.

Subo... y busco a Curtis. La mirada de antes... para él esto también le está suponiendo un duro golpe.

Y si voy a centrarme en el plan... más vale que empiece ahora.

Cojo el violín y empiezo a tocar. Me da igual las veces que destroce las notas. No Me importa cuanto tiempo tenga que pasar para conseguirlo mientras sepa que no he fracasado, y no sólo con la música.

Voy a ser camarilla.

Voy a ser implacable.

Lo encuentro en el auditorio. Al entrar, cierro la puerta tras de mí, y lo miro practicar, en silencio. Se nota que no lleva mucho con el violín, pero a fin de cuentas, debe haber empezado a practicar. Sin embargo, lo coge con tanto ahínco, y lo que intenta tocar lo hace con tanta fiereza, aunque no suene nada bien, que parece más bien que está intentando llegar a alguna parte llevándose por delante todos los obstaculos, con ese orgullo que le caracteriza. No interrumpo, sin embargo. Me quedo ahí, hasta que termine de tocar.

No dejo que la presencia de Berenice me quite la poa concentración que tengo. No llevo la cuenta de las veces que me he equivocado, pero al menos consigo que las últimas notas me salgan decentemente.

-... ¿A qué has venido? -digo, bajando el violín despacio.

-Puede... puede que el señor Antón reconsidere tener tanto tiempo encerrado a Basile.

Estoy cansado... muy cansado de preocuparme.

-Padre puede hacer lo que le venga en gana... siempre ha sido así.

Guardo el violín en su funda.

-No es lo que le venga en gana. Con este castigo quería enseñarnos a ambos cuál es nuestro lugar. Ambos lo sabemos, y si consigue ver que Basile lo sabe, lo soltará. Eso es lo que quiere, obediencia. Nunca ha tenido que ver el motivo por el que lo hicieramos.

-Eso lo ha dejado más que claro -dejo el violín con su funda en su lugar-... Todos debemos tener nuestro lugar.

per + alert//

El miembro 'Curtis Miller' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 10, 9, 7, 8

//perc+alert//

El miembro 'Berenice' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 4, 8, 5, 3, 10

A Berenice le parece oír un ruido extraño.

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Curtis escucha perfectamente como un sonido de pisadas en la pared de la casa, en la parte que da al jardín.

-Oiga... ¿No ha oido nada raro?-Juraria que he oido algo...

Pisadas.

Salgo corriendo del auditorio, esto es malo, esto es muy malo.

-¡¡¡CARLO!!! ¡¡¡TENEMOS PROBLEMAS!!!

Tengo que ir lo más rapido que puedo a por mis armas.

Estan trepando, maldita sea.

Mierda, cuando oigo a Curtis salir gritando, ya no me cabe duda. Salgo corriendo tras él.

-¿Aviso a sus chicos?