Dos por uno 09/01/10

-Todavía no está muerto... todavía queda alguna esperanza, pero no sé....-ahogo un sollozo.- Tan buen chico, tan cariñoso... lo siento, Arnold, lo siento... por favor, no me odies...

- No puedo odiarte... gracias a ti... - se calla, seguramente un recuerdo fugaz del muchacho ha desviado su atención, y le deja mirando al sueo, absorto, apesadumbrado.

Le abrazo de manera que su cabeza quede apoyada en mi pecho.

-En el poco tiempo que he estado con él he llegado a querer a ese chiquillo... rezo para que se apiaden de él... que nos devuelvan al pequeño Elliot...-y que Curtis no haya quedado muy mal, por Dios...

Él se mantiene ahí, sin decir nada... él ni siquiera puede rogar que se apiaden del niño.

Tengo... tengo que decirselo...

-Arnold... el... el Príncipe se ha... enamorado de mi... pero... pero a mi... ¡no me interesa una eternidad si no puedo vivirla contigo!-Digo, envolviéndole aún más fuerte en mi abrazo, bajando mi cabeza hasta la suya, hasta que noto la suavidad de su cabello. Se deslizan lágrimas silenciosas por mis mejillas, pues sé que esto durará el tiempo que el Príncipe quiera, hasta que se aburra, hasta que se de cuenta de que no puede tenerme, al menos no por voluntad propia... y entonces tal vez lo mate a él y a mi me obligue a ser su juguete por la eternidad...

- ...Lo comprendo - es lo único que dice -. Deberías... elegirle a é, mi señora...

-Déjalo... déjalo, por Dios, deja de llamarme señora... al menos no cuando estemos los dos solos... No soporto que me llames así, Arnold... quiero que me llames por mi nombre, adoro escuchar mi nombre en tus labios, casi tanto como pronunciar el tuyo...

- Y sin embargo... no es lo mejor, señora.

-Estoy harta de lo que sea lo mejor...¿por qué no puedo estar contigo... por qué?-Me inclinó hacia él y le beso... quitámelo. Quitame el sabor de los labios de Villón. Yo sólo te quiero a ti... sólo quiero el sabor de tus labios... ¿¡Por qué no podemos estar juntos, por qué!?

- Es lo más seguro... para los dos - dice, separándose con deicadeza, para no herirte.

No...

-Pero Arnold... por favor... yo no quiero lo más seguro... aunque... claro, tú no quieres arriesgarte más, ¿verdad? Tienes miedo... del dolor... de cualquier tipo de dolor...

No responde a eso, ni siquiera te mira.

Me cuesta... pero finalmente me separo y me levanto.

-Está bien... tampoco quiero que te pase nada malo. No te voy a pedir que te arriesgues si no quieres.-Salgo de la celda y la cierro. Doy unos pasos en dirección a la salida, y entonces no puedo evitar girarme y decirle.- Cobarde... siempre ha sido así, ¿verdad? Incluso con Alice... fue más fácil asumir que eras un montruo, asumir que ese era el orden natural, que era un camino por el que te tenías que dejar llevar, un camino en el que no había una verdadera culpa... la bestia fue quién mató a tu hija, no tú. Ni tan siquiera fuiste capaz de asumir eso... de asumir que peleando por ello podías purgar lo que hiciste y darte cuenta que al final no fue tu culpa... porque solo podemos tener culpa de los actos que cometemos voluntariamente. Pero no te arriesgas... nunca te arriesgas... solo fui tu lujo... y yo no he hecho más que arriesgar desde que nos conocimos... ¡COBARDE! ¡ES MÁS FÁCIL HUNDIRSE EN LA MISERIA QUE AFRONTAR LAS COSAS PARA BUSCAR UN FUTURO MEJOR! ¡CAMBIARÍA MI ETERNIDAD, ESCUCHA LO QUE TE DIGO, MI ETERNIDAD POR PASAR UNA SOLA NOCHE A TU LADO! ¡Y TU TE ARREPIENTES DE HABERME CONOCIDO! ¿QUÉ NECESIDAD TENGO YO DE PASAR TANTO DOLOR, QUÉ NECESIDAD TENGO? ¡Y LO HAGO GUSTOSA POR TI! ¡Y NI TAN SIQUIERA PUEDES DECIR MI NOMBRE CUANDO TE LO PIDO PORQUE ES ARRIESGADO! ¡COBARDE, MÁS QUE COBARDE!-noto las lágrimas caer de nuevo. Me dirijo hacia las escaleras con bruquedad, destrozada, herida en lo más hondo. ¿Cómo me has hecho esto, Arnold? Solo con oirte pronunciar mi nombre soy feliz. Es una felicidad sencilla, que no pide más... Sabía que ibamos a pasar penurias, pero con solo un abrazo... aunque sea como el de hoy, en estas condiciones, aunque sea yo la que esté en la jaula... cómo me has hecho esto... Ahora Arnold puede permanecer a mi lado, como mi perro. Pero me ha abandonado... ha renunciado a mi con tanta facilidad... voy hacia mi habitación.

//FdI: Continúa//

No me encuentro a nadie en el camino y entro en la habitación. Me tumbo en la cama con la cara apretada en la almohada, reprimiendo las ganas de llorar. Ya he llorado demasiado. Pero es que Villón tiene razón. No que no tenga nada bueno en él... bueno, en realidad el que tiene más razón que un santo otra vez es Basile. Es un gilipollas. He intentado ayudarle... sabe que me tiene ahí para lo que quiera... pero se retrae, una y otra vez. Esto ya pasaba incluos antes de que Pompignam le hiciera eso. Ahora que lo pienso... incluso la vez que intente suicidarme con él... ¡iba a matarme! ¡Iba a matarme porque sabía que después él podría librarse de todo aquello! Menos mal que estaba Basile... joder, creo que he sido muy injusta con Villón. Cierto que el hombre se pasa en ciertas cosas, pero Arnold ya me ha demostrado que lo único que quiere es que no le duela. Le da igual el daño que pueda causar con eso. Ahora me siento incluso peor. ...Creía que Arnold quería, en el fondo, salir de todo eso, de toda esa tristeza, de las pesadillas y demás... que solo necesitaba un empujoncito... pero no. Solo he estado nadando a contra corriente. Tampoco estoy tan segura de que me ame. Al final es como si solo fuera lo que le aligera el dolor. Tal vez me aprecie lo suficiente como para que quiera que esté más o menos bien... pero no para intentar ser mejor persona por mi. Eso es pedir demasiado. Me incorporo. Seguiré ayudándole. Seguiré ayudándole en la medida de lo posible. Pero no renunciaré a la oportunidad de estar con alguien que realmente me gusta y que no me produce tanta desesperación por estar dándome con una pared. Además, sé que Villón se esfuerza por mi... aunque me temo que lo de Curtis va demasiado lejos... ais. Pero el Sabbat es el Sabbat, y tras tantos años peleando con ellos... supongo que es normal. Solo puedo intentar enseñarle a mirar a las personas un poco más de cerca... pero eso no me asegura que llegue a ver a Curtis como algo más que un exsabbat. Pero de verdad que me preocupa que ese odio le haga daño... doy una palmada enfrente de mi cara. Se acabó. Nada más de hombres esta noche. Necesito relajarme. Miro el bolso un momento... ¿cómo estará Basile? Podría llamarle, pero no sé en qué trabajo le ha metido Antón... y casi prefiero no arriesgarme. Mañana veremos. Ahora que lo pienso... cojo el ordenador y me meto en el foro. ¿Me habrá respondido el mp? Solo rezo porque sea una mujer... ya tengo demasiados hombres de los que preocuparme. Como me vendría de bien tener ahora una amiga para alejarme de hombres durante un rato... cht.

Efectivamente, tienes una repuesta, aunque corta

"¿De qué vas con ese nick? ¿Qué eres, una niña pija?"

//Fdi:XD//

Frunzo el ceño. Soy la autora de la obra que tanto te gusta, pedazo de cabrón.

"Lo siento, pero es que todos los nicks de machote duro estaban cogidos. ¿Y tú qué, eh? Te crees la polla por llamarte Shit, ¿verdad? Además, ¿que coño importa el nick? Noo, mejor uno de esos macabros, como ese... ¿Lord_Sangriento? Perdona, no sabía que había que ponerse un nick especial para poder hablar contigo. Además, ¿sabes qué cojones significa el nick o porqué me lo he puesto? En fin, es una pena, pero con un "no" hubiera bastado."

Tras mandarlo cierro todo y apago el portátil, cabreada. Joder, ¿es que nada sale bien? A la mierda...

Suena la musiquita de windows.

//FdI: xD Declara accion//

Uf... de verdad me gustaría hablar con mi hermano... pero joder, seguro que no sabe ni lo que ha pasado. Además, no es como si no tuviera cosas que hacer... ¡ah! es verdad, tengo que hablar con Antón sobre mi presentación formal ante la corte... Bajo al salón haber si hay suerte.

Antón no está en el salón.

Estará con Claire... anda, vamos a dejar que se relaje. Ya está pasando bastante mala noche, y la verdad, yo también estoy buscando distraerme. Ay, porras, lo que me gustaría ir a darme una vuelta... del cabreo que tengo me siento hiperactiva. Pero claro, sal, cruzate con cualquier gilipollas, liala y que Villón se cargue a Antón... uff... a la porra. Subo a la habitación y mando un mensaje a Basile. Espero que sea lo suficientemente listo para tenerlo en vibración. Además... tampoco lo mandaría a una misión mortal, ¿no?

"Buenas noches, hermano, ¿cómo te va?"

"Ocupado, la verdad... ¿Qué tal todo por ahí?"

"No demasiado bien, la verdad, pero actualmente ya hemos hecho todo lo que pudimos y solo nos queda esperar. Así que por favor, sigue con tu trabajo y no hagas ninguna tontería. En serio... recuerda lo que pasó la última vez que no seguimos lo que dijo Antón. Ya te contaré cuando regreses... que por cierto, ¿tardarás mucho en volver?"

"Un par de semanas, quizás, cuatro días, tal vez, quién sabe. ¿Ha pasado algo más desde que me fui?"

"La pregunta es que coño no ha pasado. Sin embargo... es mejor que no lo sepas. Trabajaras más tranquilo, y con un poco de suerte ya este todo en su sitio para cuando vuelvas. Ya te lo he dicho, de momento la cosa está controlada" dentro de lo que cabe.