El chico de Berenice (15/01/10)

Me acerco, y me siento a su lado.

-Culpa mía... la próxima vez te mandaré un mensaje diciendo dónde estoy -trato de disculparme.

Le miro atentamente.

-... Hacía bastante que no te veía así de pensativo... ¿ha pasado algo?

Niega con la cabeza.

- ¿Qué tal tu paseo?

-... Una vuelta... unas cervezas... alimento... una noche tranquila... De hecho Basile se lo ha pasado mejor que yo.

Tengo que decirselo... Acabo suspirando.

-... Y a la vuelta... me he tropezado con dos escoltas.

- ¿Escoltas? ¿En mi territorio? ¿De quién?

-Escoltas de Villón... supongo que es algo que debo agradecer a Berenice... -me paso la mano por el pelo-... Bueno, uno era del príncipe, el otro... dijo que su jefa es una vieja amiga, y me mandó un mensaje.

Mi señor se merece la verdad después de haberme ayudado tanto.

-Caminabamos de regreso, y en la oscuridad un nosferatu (creo) estaba ahí. Trató de mandarme el mensaje. Al principio no le escuché... pero cuando estuve dispuesto, apareció el otro, tratando de callarlo. Yo insistí en que quería saber el mensaje.

Cierro los ojos.

-... Nos usan como cebo.

- ¿Qui... Quién os usa para cebo? ¿Para quien? ¿Quién era el nosferatu? ¿Quién le enviaba?... Te explicas muy mal...

-... No podemos confiar en nada de lo que nos digan esos desconocidos padre... pero si es cierto... Villon o Pompingan nos utilizan para que los asesinos salgan a la luz y poder capturarlos...

Frunzo el ceño.

-No obtuve información... ni la dí, no les dije nada... El nosferatu no mostró su cara ni dijo su nombre, el de Villón no dijo el suyo tampoco... por lo que yo tampoco dí ninguno... Lo único que dijo el nosferatu es que su jefa es una vieja amiga... Y yo no tengo viejos amigos... La única que se me ocurre en toda esta ciudad es Melissa.

No suena muy bien.

-... Empezaré de nuevo... estoy paranoico y no paro de darle vueltas a la cabeza... Cuando volvíamos de alimentarnos, a Basile y a mí nos sorprendió un tipo desde las sombras... Al principio decidí de irme aquí corriendo... pero no parecía tener intención de atacar.

- Vale, ahora lo entiendo. No vas a volver a salir ¿comprendido?

-... Comprendo...

Mejor sigo contando.

-Le pregunté quien era... consideré que podía ser una pista hablar con ese tipo. Me respondió con evasivas diciendome que hacía un recado para una vieja amiga... Entonces, cuando me lo iba a decir, apareció el segundo tipo...

Me froto un poco los ojos con el pulgar y el indice.

-No sabía tampoco quien era. El recien llegado le dijo al primero "Se supone que no puede haber contacto, son las órdenes", y este le respondió "Tu jefe no es el mismo que la mía."

Todavía tengo caliente la conversación en la cabeza.

-Pregunté quienes eran ellos, el segundo dijo que me fuese... pero el que estaba oculto seguía metiendo cizaña. Entonces le pregunté y, incluso bajo la amenaza de que le quitarían de la "vigilancia", me dijo que me usaban de cebo... -procuro hablar despacio todo el tiempo-. Aquello molestó al segundo. Dijo "Maldito Nosferatu embustero, lárgate de aquí antes de que dé parte al Príncipe, y dile a esa bruja entrometida que tendrá noticias nuestras."

Me recuesto en el sillón.

-No quise escuchar más. Me marché directamente con Basile, y vinimos para acá.

- Pues... sólo se me ocurre Melissa, sí.

-... No creo que sea prudente contactar con nadie, y menos con melissa... lo último que necesitamos es una trampa urdida por esos bastardos si es que ese es el caso.

Me paso un dedo por la sien izquierda.

-... Tenemos que ir y preguntar por Berenice... tengo que verla. Asegurarme de que está bien...

- No, no saldrás de la casa. En la casa estás seguro.

Joder... y no puedo decir nada porque tiene razón...

-... Está bien...

Miro al fuego.

-... ¿Hubo alguna noticia de Berenice?...

- Puedes lamarla.

-... Si no hay noticias de ella... la llamaré mañana.

Esto es una pedazo de mierda...

-¿Qué tal está Claire?

- Parece bien, como si nada de esto la afectase...

Le miro unos segundos... "¿parece bien?"

-... Pero no ha pasado nada, ¿No?... Ya se me hace casi raro no veros juntos.

- A veces... - tuerce un poco el gesto - necesita descansar de mí... es como si fuera una carga para ella. Sobretodo cuando estoy enfadado, aunque no sea con ella.

Tambien es verdad... por muy santa que sea, también necesita respirar un poco... pero cuando dice lo de la carga...

-¿Carga? -pregunto sorprendido-... Padre, ¿cómo vas a ser una carga? Está bien, tienes tus momentos de mal genio y demás... pero desde luego eres mucho mejor que antes. Y recuerda que fue ella la que prácticamente rogaba por volver.

Suspiro, acariciandome la sien izquierda.

-... Las mujeres, humanas o vampiras, son complicadas padre... Y ella es muy sensible, empática. La proxima vez que vayas a ella de buen humor ella tambien lo estará.

- Sí, suele pasarle... - dice, pensativo, pero luego te mira y sonríe - ¡Mujeres! ¿eh?

Sonrio también.

-A veces las cosas sólo tienen la importancia que nosotros les damos al preocuparnos demasiado -le digo, de buen humor-... Ya verás cómo está bien.

Miro al fuego.

-... Me pregunto si Emile está bien.

- ¿Porqué no iba a estarlo? - parece extrañado.

Apoyo la cabeza en el reposacabezas del sillón.

-No estuve con ella hoy ni un momento... Y me siento mal por tenerla encerrada con nosotros, aunque hayan buenas razones para ello.

Inspiro y expiro despacio.

-Emile es maravillosa... y te pondré un ejemplo Toreador. Un pajaro cantor encerrado en una jaula. Lo hacemos porque canta divinamente, y sentimos afecto hacia él... pero a la vez se olvida de lo que es ser libre y se marchita.

Me froto un poco los ojos.

-¿Hago lo correcto... padre?

- Fuera, matarían al pájaro. Haces lo correcto. Y no lo haces por egoismo.

Por lo menos alivia... aunque suene así de rudo.

-... Gracias padre.

Me levanto despacio.

-... Voy a verla... Veré cómo está... -y sonriente, apoyo una mano en su hombro-... Gracias por la charla.