El chico de Berenice (15/01/10)

Se levanta y pasa a tu lado, mirándote, con calma pero con un ligerísimo brillo de suspicacia, como si pensara que vas a atacarle en cualquier momento.

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- Bien, todo bien.

-Me alegro... espero que esto se resuelva pronto, de verdad. Por favor, salude a Basile de mi parte... espero que se reponga pronto. Estaba fatal la última vez que le vi.

Debería cumplir sus espectativas... pero no. Sólo le acompaño.

Una vez llegamos a la puerta de la casa, le hablo por última vez.

-Ten muy presente lo último que te dije.

- Está mejor, tranquila. Es un tipo duro. Las ha pasado peor.

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Asiente.

- ¿Puedo marcharme?

-Si, bueno, ya sé que es un tipo duro pero...-sonrio- Me alegra que este bien y no puedo evitar preocuparme. En fin, le dejo, no quiero distraerle más de sus quehaceres.

Él asiente y dicho y hecho, compruebas que tiene una buena veocidad, un poco menor que la de Antón, pero mayor que la tuya.

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- Tranquila, si necesitas algo más avísame.

-Gracias por todo. Que tenga buena noche.

*... Un cabron rápido ¿eh?*

Me meto en casa. Me da igual lo rápido que sea. Si se atreve a hacerle algo a Berenice... le arrancaré el corazón.

Voy a ver a Antón.

Antón está colgando en ese momento.

- ¿Por qué?

¿Que por qué?

-Participó cuando quemaron viva a la novia de Basile en su choza, intentaron provocar a los Anarquistas matando a Marcus y su hermana, yo ví como lo decapitaban... ahora torturan por diversión a Basile... y solo Dios sabe qué más habrá hecho con ellos.

Pensar en todo ello... me pasa por la cabeza, veo las llamas de la choza, la muerte de Marcus, el estado de Basile... me hierve la sangre... quisiera ir por el y golpearlo hasta que solo queden huesos humedos contra el suelo...

-... Sé que la va a engañar, como hizo el hijo de puta del chiquillo de Arnold... y lo he dejado salir como si no hubiese roto un plato en su vida.

Por mi cabeza pasa la muerte de Lucía... si no hubiese estado él... yo no la habría matado... mis ojos enrojecen... me arden... aparto la mirada de él, miro por la ventana.

-... Y no puedo hacer nada porque no puedo salir de aquí... ¡JODER! -digo con angustia.

Voy a explotar...

- Cálmate, muchacho. Te aseguro que volverá a estar en tus manos.

*Cálmate... cálmate... los impetuosos son los que acaban metiendo la pata... analiza las cosas, tómate tu tiempo, piensa con la cabeza fría.*

Conforme pienso eso, relajo mi cuerpo... todo a su tiempo. Ya habrá una oportunidad... sólo es cuestión de tiempo.

-... Está bien...

Poco a poco, el fuego se apaga.

-Quiero ver a Berenice... hay cosas que tenemos que hablar. No me gusta cómo quedaron antes de irse.

- Me temo que de momento seguimos confinados.

Confinados...

-... Un desgraciado cobarde no va a decidir por el miedo cómo debemos vivir nuestras vidas...

Frunzo el ceño.

-Cuando vuelva a llamarnos, le diré que iré a verla.

- Pero sólo si vas con seguridad.

Joder...

-... ¿Sabes lo que creo?... que en una ciudad de antiguos tan poderosos, no puede ser que un cabrón esté escondido a sus anchas. Creo que ya lo han capturado o que ya ha salido de la ciudad... y que el príncipe está usando ese tiempo para hacerse con Berenice usando su encanto.

- No lo sé... él podría hacerlo igualmente... incluso sin esa excusa

Si supiera las cosas que he visto... le gusta guardar las apariencias y no usar su cargo. Manipula a los demás, y estos guardan silencio ya que les conviene... y queda ante Berenice como alguien que no ha roto un plato.

-... He visto lo suficiente para saber que ese no es su estilo.

Frunzo el ceño.

-Me es indiferente, como si tengo al mismo Caín ahi fuera buscando mi pellejo. No voy a vivir dejándome llevar por el miedo. Cuando ella llame, intentaré quedar con ella, y si por el camino aparece ese hijo de puta que nos amenaza, le arrancaré lo suficiente de su cuerpo como para que no vuelva a intentarlo.

- No te dejaré salir sin seguridad.

-... Tampoco soy tan negligente, padre...

miro por la ventana.

-... Me llevaré a mis hombres cuando pase...

- ¿Crees que sabrán protegerte?

Le miro... sopeso mis opciones.

-... Los únicos con más poder que yo en esta casa que puedan protegerme sois Basile y tú... pero no voy a arriesgar a nadie de mi familia.