Noche Inquieta(20/01/10)

Una vez más, las pesadillas se vuelven peores. Veo el Rave. Veo la reunión en la que Antón nos nombró su familia... y como acto seguido le cortan la cabeza. Villón entra y coge a todos con cadenas al cuello, y las propias cadenas los arrastran fuera de la casa. Basile se libra y me mira. Me pregunta si quiero ir con él. Yo miro a Villón.... no, no puedo. Él insiste..."sabes que no quieres quedarte aquí, que ese hombre no puede hacerte feliz. Puede asegurar tu seguridad, pero no te dará lo que más necesitas". No... no, Basile, vete. Tengo que quedarme... no dejes que te coja... Y se va. Después me giro a Villón... me acerco a él... y él me separa con su fría cortesia. "Quédate aquí. Yo te cuido". Da media vuelta y sale. Veo como se marcha... parpadeo y por un momento no es Villón, es mi padre... ¡NO! Trato de alcanzarle, pero la puerta se cierra en mis narices. Solo que no es una puerta, son los barrotes de una jaula.

-¡NO POR FAVOR! ¡NO QUIERO PASAR OTRA VEZ POR ESTO, NO ME HAGA PASAR OTRA VEZ POR ESTO! ¡POR FAVOR!

Veo como según avanza, Arnold corre hacia mí, se cruza con él y Villón lo mata, sin miramientos.

-¡NOOOOOOOOOOOOOOOOOO!

Escucho unos gritos, provenientes del piso de arriba. Es Elliot, que grita, incapaz de salir de sus pesadillas. No...¡¡¡¡NOOOOOOOOO!!!!

-Vamos... yo puedo liberarte...

Una cantinela que me suena... pero quien la dice... Me giro y veo a ese monstruo, a través de lo que parece un pasillo de oscuridad. Está agarrando a la otra por el pescuezo. Y detrás de él... brillan unos ojos. Parecen los ojos de un demonio...

-Berenice...-dice la otra. Ese maldito sujeto aprieta más fuerte su cuello.

-Ven. Vamos... es lo que más quieres, ven... ¡DEJA LIBRE TU ODIO Y QUITÁTE ESA ESTÚPIDA MÁSCARA DE UNA VEZ!

Se rie. Se rie como una hiena, como el monstruo que es. Yo solo soy capaz de sentir mi dolor... y rabia, una rabia que me sorprende a mi misma, sintiéndome increíblemente pequeña ante la presencia que hay detrás de él...

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'd10' : 8, 2, 6, 3, 8, 1, 6

Abro los ojos, respirando agitadamente. Un reflejo humano. Me incorporo. No estoy tan agotada como otros días, pero me siento muy asustada. ¿Por qué la otra estaba en manos de ese? ¿Y qué era esa presencia detrás de él? Y lo demás... Dios... no otra vez, no quiero volver a pasar lo mismo que con mi padre. Es demasiada angustia, y en esta situación, sin Lucía... y Arnold... él estaría dispuesto a estar a mi lado... para lo que pasara. Es un pensamiento amargo... ¿por qué villón no quiere estar conmigo? Si tanto sufre, ¿por qué no lo comparte conmigo? Si está enfadado ¿por qué no me lo dice? No soporto esta incertidumbre... es como con mi padre... Miro a Elliot, durmiendo tranquilo... le abrazo y le mezo en mis brazos hasta que despierte.

Cuando despierta te sonríe ampliamente y te abraza, notas que profesa un profundo sentimiento hacia ti, quizás porque después de todo es un niño, y necesita una madre.

Le devuelvo el abrazo...Tengo que aguantar por él, no puedo caer... ni dejar que esa cosa me domine.... Supongo que ahora es como si fuera su madre. No puedo caer.

-Buenas noches pequeño...¿cómo has dormido?

Sonrio un poco, emocionada. Sienta bien sentirse necesitada por alguien... en vez de necesitar tanto a otros y que no estén... Le sigo abrazando.

-Me alegra oirlo. No quería que tu también tuvieras esas pesadillas.

- Hoy no las he tenido, a tu lado - se separa - ¿Qué vamos a hacer hoy?

-Pues... había pensado en que ambos entrenaramos un poco. Ahora mismo no podemos hacer nada salvo esperar. Lo mejor que podemos hacer mientras es prepararnos para la próxima.-suspiro.-además, seria buena idea que te enseñara las tradiciones. Así evitaremos el peligro de que te equivoques por desconocimiento.

- ¿Entrenar en qué? - no parece especialmente ilusionado.

-En usar nuestras disciplinas. ¿Recuerdas ese día que te estuve enseñando sobre el auspex?

- Ya no recuerdo cómo se hace...

-Te volveré a enseñar, no te preocupes.-es normal, con todo lo que ha pasado...-Es algo que te resultará útil, ya lo verás.

- Vale... - suspira y se levanta.

-¿Qué tal si nos damos una ducha antes?-digo con una sonrisa.-¿entras tú primero?

- ¡Voy yo, sí! - corre a la ducha, parece necesitarlo.

Miro sorprendida como va hacia la ducha. No sabía que lo necesitara tanto. Cojo mi móvil, mirando a ver si tengo alguna llamada o algo.

Nada.

Que tonta. Claro, ¿cómo iba a haber nada? ¿Por qué iba a llamarme...? Y encima... han pasado dos noches desde lo del Eliseo...¿Seguirá todavía vivo Antón? A él no lo iban a ejecutar en público... ¿y claire? ¿Seguirá viva? ¿y curtis? Me llevo una mano a la cara, tratando de aguantar el llanto. No puede ser que estén muertos, no puede ser que vayan a morir... Sigo sosteniéndo el móvil en mis manos, con la esperanza de que suene... ¿por qué no me dirá qué le pasa conmigo? ¿es qué ya no me quiere? ¿está enfadado? ¿necesita estar solo? ¿quiere romper definitivamente conmigo? y el resto... ¿cómo está el resto? No puedo con esta incertidumbre...

-... ¿Pasa algo? - pregunta el niño, recien slaido de la ducha y vestido, con el pelo aún mojado.

Le miro. He sido muy descuidada.

-Perdona... verás, la noche que condenaron al señor Antón... dijeron que moriría en un plazo de tres noches y...-niego con la cabeza.- No quiero que mueran. Es mi familia... no quiero que les pase esto...

Baja la cabeza.

- Curtis tambien morirá... el principe le odia, casi tanto como a Arnold.

Agacho la cabeza.

-Necesito guardar la esperanza de que esten vivos...-Temo perder la cabeza si mueren todos.

- Yo... sigo aquí... no es mucho... pero...