Noche Inquieta(20/01/10)

Le miro. Abro los brazos, invitándole al abrazo, y sonrio.

-Es muchisimo, Elliot. Pero entiende... que es difícil volver a perder a gente que considerabas de tu familia de nuevo... y tan pronto.

- Lo siento... pero yo sigo... siendo tu familia - dice en tus brazos - y te necesito... y te quiero.

Le acaricio el pelo con ternura.

-Gracias, pequeño...-no puedo evitar que se me escapen unas lágrimas.-Gracias...

Él te limpia las lágrimas.

- Yo no te voy a dejar. Siempre estaré contigo... ¿Vale? - te sonríe.

Sonrio. Al final va a resultar que ya es todo un hombrecito...

-Gracias, Elliot.-Le doy un beso a la frente.-Está vez lo haré mejor, ya lo verás.-Me levanto- Ahora me toca a mi darme un baño. Verás como me pongo bien en seguida, no te preocupes.

- ¿Puedo ver un rato la tele mientras?

-...por mi no hay problema, pero... no recuerdo haber visto ninguna televisión en la casa.-voy al portátil -Puedes estar con él, si quieres... además, la pelicula ya debe haberse descargado.

-Oh, vale.

Nadie te molesta en la ducha.

Me ducho... y mientras tanto reflexiono. Me pregunto qué pasará ahora... qué es lo que quiero de ahora en adelante... y, ante todo, debería recuperar la seguridad en mi misma. Lucía ya me lo decía... si no tengo claro lo que quiero y confio en mis capacidades, me pisotearan. Y lo cierto... es que yo creo que Claire es buena. Pero no sé como demostrarlo si Villón piensa en todo momento que es una estratagema. ¿Y por qué no se fia de Antón si fue su amigo? A, claro, la salubri le engañó. Tampoco parece que fuera a fiarse de mi criterio para eso u otras cosas... él ha vivido mucho, él ha visto mucho. Y quizá por eso, por esa confianza desmedida, es por lo que más pueden colarsela. Al menos, aquellos que estén lo suficientemente cerca para hacerlo. Y al único que conozco en esa posición es Pommpignam.... y claro, como es tan buena persona, puedo estar tranquila. Suspiro. Esta vez me pongo ropa cómoda... nada de vestidos ni de tacones. Cuando estoy arreglada salgo, y al salir, miro lo que está haciendo Elliot.

Elliot está en tu ordenador, viendo la película. Pero la para al verte salir para mirarte y sonreir.

- Estás muy guapa.

-Gracias.-digo, aunque me resulta extraño. No creo que sea algo en lo que se haya fijado antes.- Bueno, ¿terminamos de ver la pelicula y luego nos ponemos a trabajar?-digo con una sonrisa.

Asiente, y terminais la película sin que nadie os moleste.

Buscamos otra y la ponemos a descargar para mañana.

-Ahora vamos a practicar. Lo haremos en el auditorio, estaremos más agusto.

Bajais al auditorio, y un par de ghouls os interceptan para ofreceros sangre.

Vaya, esto no me lo esperaba...

-Gracias Rienald, Sernand.-digo aceptando la sangre. La voy a necesitar para lo que quiero practicar, aunque pensaba hacer luego una pausa para beber...

Parecen encantados de servirte, o quizás sólo finguen, no sabes. Llegais al auditorio.

Creo que Elliot nunca ha estado aquí. Voy hacia el escenario y me siento en el borde. Dejo la sangre al lado.

-Bueno Elliot, vamos a empezar. ¿Qué recuerdas de la última vez?

- Ehmm.... - piensa - recuero que me dijiste que Madre podía hacerlo, así que yo también... pero no recuerdo qué.

-Deberías prestar más atención... Escucha: auspex es una habilidad que te permite potenciar tus sentidos. En el primer nivel, puedes ver y escuchar más lejos de lo que acostumbras, tu olfato es más fino, incluso el tacto y el gusto se potencian. Pero tienes que tener cuidado cuando lo usas: si te llega un sonido que es muy fuerte sin necesidad de que estes usando auspex, podrías quedarte sordo un rato, igual que si ves una luz muy brillante quedarías deslumbrado.

- Aaaahhh.... Vale, lo tengo.

-Bien-sonrio.- Ahora intenta recordar como funcionaba. Casi lo tenias la última vez. Tienes que sentir el poder de la sangre, como cuando la usas para fortalecerte, pero sin llegar a consumirla. Tienes que concentrarla en en tus sentidos y después dejar que ese poder los expanda. Mira-digo señalando la puerta que hay en el otro extremo.-Concentrate en el picaporte. Intenta verlo como si lo tuvieras lo suficientemente cerca como para abrir la puerta.

Ves cómo el niño se concentra, y lo intenta.

- Es muy dificil - dice con el ceño fruncido.

-Recuerda el poder de la sangre. Tienes que sentirlo. Percibelo en tus sentidos, nota el poder que te otorgan, de la misma manera que lo notas cuando te fortaleces. Usa tu voluntad y tu sangre para ir más allá.

Aún pasais unos largos minutos hasta que conseguis un breve resultaod.

- ¡Lo tengo! - grita, y al momento maldice - Mierda, se me ha ido.

-Esa lengua.-le regaño levemente, aunque se me hace raro.- Al menos lo has conseguido una vez, ese es el primer paso. Al principio necesitarás mucha concentración, luego te saldrá de forma natural. Intentalo de nuevo.