Pequeño Paul - 10:00 - 18/11/09

- Pues yo vivo cerca... - sonrei sugerente.

Preferi omitir de momento que un niño estaria alli durmiendo. Aun tenia que decidir como le presentaria ese problema o si lo mencionaria...

- Atrevido... - comenta - Me gusta... Pero prefiero jugar en mi terretno. Vamos - dice levantándose y cogiendo el bolo

- Me arriesgare - rio ligeramente.

Me habia librado de explicar lo del niño, pero empezaba a pensar si me estarian preparando algo entre Freddy y ella en su casa. Quizas una emboscada, daba igual, serian mi cena.

Camino al lado de Caroline, dejando que ella guie y continuando la conversacion.

- Bueno, antes de que te deje entrar en mi casa, cuéntame algo de ti - dice ella, caminando lentamente.

- Pues suelo estar siempre en movimiento, de una ciudad a otra por asuntos de negocios. Soy el representante de mi empresa y por ello tengo que ocuparme de numerosos asuntos. Negociar con otras empresas, intentar expandir el mercado... bueno, ya te imaginas. Tampoco quiero aburrirte - Sonrio - ¿Que mas quieres saber?-

- ¿Familia? ¿Amigos? ¿Estás en París por negocios o por... placer? - pregunta insinuante, aunque curiosa.

- Por ambas- respondo jugando con su mismo tono - nunca ha de olvidarse el placer. Y el trabajo por desgracia, es necesario.- Hago una breve pausa para pasar a sus otras preguntas - Tengo algun amigo aqui en Paris y ahora intento ampliar ese numero, nunca esta mal conocer gente- amplio mi sonrisa y acabo. Espero que entienda que no tengo nada que comentar de la familia, mas bien por no tener que inventarmelo...

- Bueno, puedes contar conmigo como amiga - dice guñándote un ojo y chocando levemente su hombro con el tuyo.

Rio ligeramente, siguiendole el juego.

- Tomo nota. ¿y tu? ¿a que te dedicas? -

- Bueno, un poco de todo, ya sabes, a lo que... surja - parece ligeramente avergonzada.

- ¡Uo! Eres una chica resuelta. Claro que si, para que te quieres atar a un trabajo- respondo, apoyando su forma de vida.

Echo una ojeada al reloj, esperando que no estuviera muy lejos su casa. De todas formas segun mis calculos tenia tiempo de sobra para pasar una buena noche con ella y despues volver a mi refugio, no pensaba quedarme a dormir... No quiero que me despierte la luz del sol atravesando una de sus ventanas.

Aún es temprano, quedan horas para el amanecer.

- ¿Tienes prisa? - pregunta ella al verte mirar el reloj.

- De momento no, que tengo muy buena compañia - Le sonrio ampliamente - Casi miro el reloj por mania, la verdad, muchas veces lo miro y no me fijo ni en la hora - rio levemente.

- Ah, un hombre de costumbres ¿eh? Bien, bien, así hay ue ser para legar lejos - dice sacando de un bolsillo las llaves y abriendo el portal de su casa.

No parece un sitio muy acomodado, pero es lo que hay.

- Eso, saber con quien tratar y tener suerte - añado a su comentario.

Espero que ella entre, apoyo mi mano en su cadera para que pase delante mio y la sigo, empiezo a buscar mas contacto. Es una pena que no tenga ascensor para proponerle algo indecente en lugares fuera de la norma.

Subis las escaleras hasta el segundo piso. Es un interior que da a un patio minúsculo y poco iluminado, y el piso es pequeño pero no está tan desordenado ni sucio como podías esperar encontrarte.

Cuando va a abrir la puerta de su piso apoyo mi mano en la suya, impidiendoselo. Acerco mi rostro a su nuca, haciendole notar mi respiracion, y todo mi cuerpo en contacto con el suyo. El otro brazo le rodea la cintura. Saco la lengua, dandole un lametazo por el cuello, y suelto lentamente su mano para que pueda abrir.

- Soy muy impaciente- le digo sonriente mientras cruzo la puerta de su casa, cerrandola a mi espalda. La hago girar, para que quede frente a mi, cerca. - ¿y tu?- añadi, aproximandome mas aun.

Te responde con un apasionado beso, mientras introduce las manos debajo de tu ropa y te arrastra hacia su cuarto.

Me dejo llevar a su habitacion, manteniendome muy cerca, besandola. Me quito la chaqueta por el camino y obligo, entre besos y caricias, que ella se quite la suya, dejandolas por el suelo. Recorro todo su cuerpo con mis manos, de manera suave, insistiendo en los puntos mas sensibles. Cuando llegamos a su cuarto me quito la camiseta, le beso el cuello y echo una ojeada a la habitacion, alerta, pero sin que se note. Mis manos se cuelan por debajo de su camiseta, subiendo por sus costados, arañandola levemente y tirando de la ropa hacia arriba, empezaba a molestar. No puedo evitar una sonrisa picara.

Poco despues nuestros cuerpos estaban desnudos bajo las sabanas de la cama. Voy lamiendo su cuello despacio. Noto sus pulsaciones en mi lengua y acerco mas mi boca, la abro dejando que sienta poco a poco la presion de mi mandibula contra su piel, hasta que la perforo. Bebo despacio, prolongando al maximo el extasis que le produce, jugando ademas con mis manos. Pero decido que por hoy ya esta bien la diversion, toca volver al refugio... Paro de manera progresiva antes de ponerla en peligro y ella queda inconsciente.

Cierro la herida, me levanto, me visto y busco un boligrafo y un papel.

"Ha sido una noche increible. Me hubiera encantado despertar junto a ti, pero el maldito trabajo me reclama. Te dejo mi numero, quizas la proxima vez me pueda escaquear jeje.

Un beso

Johan

PD: 6******** "

Deje la nota en la mesita de noche y abandone el apartamento lo mas sigiloso que pude, que es poco. Espero que Paul no tuviera ningun problema en mi refugio, me dirijo hacia alli con paso algo acelerado.