Reencontrándome con mi hacedor 27/XII/2009

Eso supondría volver a tener que dar explicaciones, aunque por otro lado es mayor seguridad. Mayor seguridad y no tener que tener tanto cuidado con mis ghouls. Ciertamente las cosas serían más fáciles. Probemos, quizás el estar bajo el control directo de alguien no sea tan malo, si él cree que lo tiene, aunque no sea el caso.

-De acuerdo. Mañana traeré mis cosas y me instalaré aquí. Pero, ¿puedo preguntar por qué desea usted que esté tan cerca?, no desconfío, sólo es curiosidad.

Y genuina, aunque acabo de pedir perdón, todavía tengo muchas afrentas que resarcir para con mi sire y sus criados. Aunque es lo más parecido a un padre que se puede tener en nuestra "condición", por lo que he visto, los sires también guardan rencor a los chiquillos.

-Gracias-digo mientras tomo la copa-. Tengo tres sirvientes y uno más en camino. Dos de ellos son pareja, y tienen hijos, por lo que están controlados. No harán nada que me perjudique por miedo a lo que pueda hacerle a sus hijos. El otro es de fiar, pero ahora más. Su hijo estaba al servicio de un anarquista, pero no era ghoul; me pidió que lo sacara de ese mundo y acepté. En un par de noches será mío. Y es una pequeña fuente de información sobre esos anarquistas.

-Lo cierto es que le hace falta que lo metan en cintura. Es joven y se cree intocable. Si yo rindo a cuentas a usted, y usted es más cruel que yo, seguramente conmigo se comporte, con tal de no volver a verle. Con que salga de una pieza me conformo. Su padre es, de momento, más útil que él.

No puedo sentirme mal por lo que acabo de decir. Ciertamente no es algo a lo que le dé mucha importancia. Él ha elegido servirme, y aunque le he endulzado la verdad, sabe también a qué está expuesto. A fin de cuentas, no todo son desventajas; entre los beneficios están la vida eterna, fuerza, curación más que efectiva; y todo eso sin las contrapartidas del vampirismo. Supongo que, de estar en su situación, no lo aceptaría. Pero es la perspectiva del que conoce bien el contrato.

-Pues si no me necesita para nada más, creo que me iré, tengo aún un par de cosas que hacer antes de que termine la noche. Espero que tenga un buen sueño. Estaré por aquí en cuanto me sea posible, pero espero que sea al principio de la noche.

-A no ser que algo que escape a mi voluntad me lo impida, así lo haré.

Me levanto del sillón y con una pequeña reverencia me despido de mi creador. Avanzo poco a poco por el salón hasta la puerta de entrada. Mis pasos me llevan por el pasillo a paso más rápido, ciertamente no ha ido tan mal como esperaba. Saco un pitillo y lo pongo en mi boca. Cuando salgo por la puerta principal lo enciendo, aspirando una enorme bocanada de humo. Atravieso el jardín, despidiéndome del ghoul de mi señor. Monto en mi coche y pongo rumbo a las Torres, es hora de ver el edificio que tengo que echar abajo.