¿El regreso de Basile? 23/11/09

Me preocupó bastante que Basile no viniera la noche anterior... sin embargo ayer conseguí cierta ventaja ante ese cabrón de Anton. Lo que no sabía era cuanto iba a durar.

Basile tenía más cabeza, o por lo menos sabia como funcionaban las cosas en París. Si muere, supongo que tendré que apañármelas por mi mismo, y no era muy recomendable.

Las horas siguen pasando... y Basile sigue sin regresar.

Me mantengo esperando, sentado en el sofá. De vez en cuando mi mano se pone en mi pecho. Ya estoy totalmente curado, pero por algún motivo pensaba que siempre la iba a notar ahi.

Miro el teléfono de al lado del sofá. Me quedo mirándolo. Si llamo, puede que le ponga en peligro, pero algo ha debido de pasar si no lo ha llamado él ni llegó a dormir.

Le doy un poco de tregua, esperando alguna reacción, pero al no haberla, cojo el teléfono y llamo.

"El teléfono al que llama está apagado o fuera de cobertura en este momento"

- ¿A quién llamas, Curtis? - pregunta Emile.

Mierda.

Cuelgo el teléfono.

-Intentar contactar con Basile... Pero no contesta.

Emile tuerce un poco el gesto, obviamente prefiere que no venga, pero atendiendo a tus palabras del otro día no dice nada.

- A mi me gusta que estemos solos - comenta, acercándose a ti y acariciándote el pelo.

Sonrio con amabilidad. Estaba muy ligada, el lazo que la une a mí es fuerte y se está dejando llevar por el placer y el éxtasis.

Había que moderarlo.

Acaricio su mejilla. Procuro ser serio, pero no intimidante.

-... A mí también cariño, pero si le ha pasado algo, creo que tendremos que movernos muy deprisa.

- Pues parece un hombre capaz de cuidar de si mismo... - suspira, sabiendo que dificilmentte te hará cambiar de opinión - Además no sabes dónde está ¿verdad?

Cierro los ojos. En eso tenía razón.

-... No.

Tiene gracia que ella sea la voz sensata.

-Una de las cosas que me atrajeron fue tu cabeza fria -digo, sonriendo-, espero que tengas razón.

No es hasta una hora antes del amanecer que algo ocurre. El telefono vuelve a sonar.

Después de alimentarme y dejar descansar a Emile, me mantengo activo, por tal de hacer algo, ejercitándome un poco.

Entonces el teléfono suena.

-¿Si?

- ¿Dónde esta tu amo? - la voz de Antón suena enfadada - Dile que se ponga ¡ya!

El que faltaba.

-No ha venido -le digo, con tranquilidad-. De hecho, no ha dormido aquí y no he podido contactar con él.

- Ah - dice, seguido de un pequeño silencio. Su voz casi suena esperanzada al continuar - ¿No ha vuelto... y no puedes contactarle? ¿De veras? Bueno, entonces nada, no te preocupes - y cuelga.

Cuelgo el teléfono.

Maldito mamarracho, a la primera oportunidad ha dado por hecho que Basile está muerto, y seguramente no tardará en presentarse reclamando lo que no le pertenece.

Debo tener fe en que sigue vivo y que volverá pronto. Desde luego, no podemos huir, sería una mala jugada.

Solo nos queda soportar la tormenta, adelantarnos y sorprenderles.

Vuelvo a llamar a Basile.

... Debo confiar en Basile.

*Vuelve pronto, maldito idiota*

Es hora de prepararse. Voy a por mis armas y mis estacas, y después, voy al garaje, donde seguro que hay productos inflamables.

Encuentras gasolina, alcphol y lejía.

Bien... esto me dará cierta ventaja.

La mañana llega sin que nada fuera de lo normal ocurra.

per+alerta//

El miembro 'Curtis Miller' ha efectuado la acción siguiente: Lanzada de dados

'd10' : 3, 9, 6, 6

/Jugando con fuego, Montmartre (24/11/2009)/