Regreso 22/01/10

Sigo en sus brazos hasta que él decida soltarme. Llegamos a casa.

No te suelta en todo el camino.

Todo parece en orden al llegar. Los ghouls salen a ayudarte, pero el que te puso el Príncipe, fiel a su encargo, se lleva adentro a Pit Bull.

- ¿Dónde se lo dejo, señora?

Le indico que lo deje en una de las habitaciones de arriba que estan desocupadas.

-¿Dónde está Elliot?-Le pregunto a un ghoul.

- En el auditorio, señora.

-Llamadlo, y que alguien lleve un botiquin y vendas a la habitación donde se lo ha llevado.

Me giro hacia Arnold y trato de quitarle la correa.

Cada vez que mueves algo de la correa, Arnold ahoga un gemido.

- Si no necesita nada más, señora, me retiro - dice el ghoul del Príncipe cuando baja.

-Gracias por todo. Puedes marcharte.-Cuando se va me pongo otra vez con la correa.-¿Le pasa algo a la correa? ¿Te hace más daño si intento sacártela?

//Fdi:¿logro sacarla aunque sea un poco?//

- Está... anclada a mi columna... creo...

Le miro, metabolizando lo que acaba de decir.

-Es...una broma, ¿verdad?-Joder, no creo que lo sea.-¡Maldición! Entonces no te la voy a poder sacar. Lo mismo te mato si intento hacerlo...

- No importa, lo llevaré como un colgante. - bromea.

-No me gusta lo que significa.-¿Y Elliot? Tarda mucho en venir...-Anda, ven.

Vamos al auditorio.

Justo en ese momento está Elliot saliendo del auditorio. Te mira con una sonrisa tranquila pero entonces ve quien te acompaña y la sonrisa se desvanece en un gesto de sorpresa. Al principio te da la impresión de que no se alegra de verle, pero entonces se lanza a por él, abriendo los brazos, llorando y diciendo su nombre.

Arnold le recibe en sus brazos, abrazándole con fuerza.

- Hola, pequeño... bueno, ya no tan pequeño.

Sonrio, aunque no puedo evitar que mi sonrisa parezca un poco cansada.

-Te dije que se iba a alegrar mucho. Elliot, ¿por qué no le enseñas a Arnold la habitación que está al lado de la nuestra? Ya no tiene por qué dormir en las celdas.

- ¡Claro! - se lo lleva de la mano, mirandole con ilusión.

Bien... a otra cosa. Subo a la habitación de Pit bull.

Los ghouls le están curando. Sigue inconsciente.

Esto va a ser un problema. Es ventrue y no sé que clase de sangre le gusta. Y aunque lo supiera, no tengo ni idea de como diferenciar las sangres de las botellas. Mira que no haberme acordado antes...

-Traeme una botella de sangre y otra vacía. También una jeringuilla.-le digo al ghoul que tenga más cerca.

El ghoul obedece, y rápidamente está ahí ofreciéndote lo que le has pedido.

-Gracias, Armand.

...Sin saber cual es la sangre de la que se puede alimentar no me queda más remedio que inyectarle la mia. A no ser... Me acerco y me siento a su lado, tomando una mano.

-Pit bull, ¿puedes oirme?

Aunque bien mirado, incluso aunque sepa qué sangre le gusta, no sé que botella puede contenerla. Joder.

No responde, parece inconsciente.

...No me queda otra. Lleno una botella con mi sangre y la reemplazo bebiendome la otra. Llamo a un par de ghouls por si acaso y lleno una jerinquilla con la sangre. Llamo a un par de ghouls fuertes, por si acaso despierta en frenesí. Dudo un poco antes de pincharla... bueno, es una vez. Sólo una vez. Le inyecto la sangre.

No hay reacción alguna.

Maldición. Sigo insistiendo con más sangre.

- Quizás... - aventura Armand - Necesita un descanso...

Tal vez tenga razón. Lo que no sé es como va a despertar sin sangre y la paliza que le han metido. Tiene muchas heridas... ¿y si está en letargo?

-Sí, sí que lo necesita...-Me levanto.- Avisadme si se despierta.

Decido salir e ir a la habitación de Arnold. Llamo.